Después de los honores correspondientes al Lábaro Patrio y
la entonación del himno nacional, se leyó la semblanza del Padre de la Patria.
Se recordó que Miguel Hidalgo y Costilla, nació en la
Hacienda de Corralejo, en Pénjamo, Guanajuato, el 8 de mayo de 1753. En 1792 se
ordenó como sacerdote, ejerciendo su ministerio en el Curato de Dolores. De
ideas liberales, se unió al grupo de patriotas que en el año de 1810
conspiraban en Querétaro a favor de la Independencia de México.
El movimiento armado inició en el mes de octubre de ese
mismo año, pero al ser descubierta su conspiración y detenidos varios de ellos,
Hidalgo en unión de Aldama, Allende, Abasolo y otros, en atención a un aviso
que, con riesgo de su vida, fue enviado por la corregidora Josefa Ortiz de
Domínguez, decidió actuar, levantándose en armas los vecinos del pueblo de
Dolores para iniciar la lucha por la independencia.
El 28 de septiembre, después de una sangrienta lucha en la
que la multitud enfurecida aniquiló a sus defensores, fue tomada al fin la
fortaleza. En el Monte de las Cruces, a las afueras de México, obtuvo Hidalgo
una formidable victoria el 30 de agosto, derrotando a Trujillo. Esta victoria
fue desaprovechada, pues en lugar de lanzar sus tropas sobre la ciudad de
México, se desconcertó por el triunfo y ordenó la retirada de sus tropas hacia
Ixtlahuaca, por el camino de Toluca.
El 21 de mayo de 1811, al llegar a Acatita de Baján,
Hidalgo, Allende y 27 compañeros más, fueron víctimas de una traidora emboscada
que les tendió Ignacio Elizondo y fueron hechos prisioneros. Allende, Aldama y
Jiménez fueron fusilados el 16 de junio de 1811 y un mes después, el 30 de
julio de ese mismo año, Hidalgo corrió con la misma suerte.
Para 1821, el ideal porque había luchado Miguel Hidalgo y
Costilla y tantos otros mexicanos a lo largo de once años, al fin se había
logrado; la patria era libre e independiente.
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