- Desconocen porqué a un año de gobierno de Renán Barrera Concha, no tienen ninguna obra priorizada
Con un
escrito en la mano, las autoridades auxiliares acudieron a una sesión del
comité de participación ciudadana para conocer cuáles eran los motivos del
porqué a la fecha no tienen ninguna obra priorizada en sus comunidades, pregunta
que no obtuvo respuesta porque el director de desarrollo social les impidió el
paso a dicha reunión.
El escrito
dice lo siguiente: Hacemos de su conocimiento que el director de Desarrollo
Social Salvador Vitelli Macías, nos ha maltratado en el sentido de no darnos
nuestro lugar como una autoridad emanada de un proceso democrático donde la
gente de nuestras comunidades votó para que seamos sus representantes ante este
ayuntamiento.
El trato
que recibimos por parte de ese Director es humillante porque no somos
empleados, no tenemos una relación de subordinación laboral porque nos debemos
al voto ciudadano y nuestra relación con el Ayuntamiento es de colaboración
para beneficio de nuestra gente.
Nuestra
función es equiparable a la que realiza el alcalde Renán Barrera Concha como lo
establece la Ley de Gobierno de los Municipios del Estado de Yucatán, porque
entre nuestras obligaciones y atribuciones esta que nosotros debemos llevar
servicios y obras públicas a nuestra gente, atender sus gestiones, sus
necesidades en todos los rubros como de seguridad, gestores de la ley,
infinidad de trámites, somos los encargados de preservar el orden y la justicia
las 24 horas, porque nosotros estamos al frente de nuestras poblaciones.
Por esa
labor los comisarios recibimos un pago de seis mil 537 pesos y los sub
comisarios de tres mil 863 pesos al mes, que es un salario simbólico ante la
gran responsabilidad que tenemos.
Tampoco es
escuchada nuestra voz porque a un año de este Ayuntamiento, hemos visto con
tristeza como nuestras comunidades han quedado marginadas y en el abandono ante
la indiferencia del Alcalde Renán Barrera Concha y sus funcionarios por ignorar
innumerables solicitudes ciudadanas que seguramente están asentadas en un
escritorio.
Señalamos
abiertamente una total falta de equidad, de favoritismo político en la
realización de obra pública, de la prestación de servicios públicos, la falta
de cercanía del Alcalde con la gente en una actitud de oídos sordos, de
cerrazón y falta de sensibilidad política, lo que es muy lamentable.
El concejal
señala que esta administración ha trabajado sin distingos, sin privilegios y
para todos los meridanos, teniendo especial atención con los habitantes de las
comisarías y subcomisarias, cosa que rechazamos rotundamente y que exponemos
como una gran mentira más de esta administración.
Es
totalmente claro que el orden de beneficio ha sido para nueve de las 11
comisarías y subcomisarias panistas abiertamente y sin recato alguno,
encabezadas por Caucel, con 65 obras asignadas con más de 20 millones de pesos,
es evidente que por ser mamá del Regidor Juan Barea se ha visto beneficiada de
manera directa. Les sigue Sitpach con 21 obras y más de nueve millones de pesos
invertidos, Chalmuch con 20 obras y más de seis millones, San José Tzal con
ocho obras y más de 46 millones, Dzoyaché con cinco obras y más siete millones,
San Ignacio Tesip con poco más de 24 millones, Texán Cámara con tres obras y
con más de siete millones de pesos, Xcanatún con tres obras y casi dos millones
de pesos y San Matías Cosgaya con una obra y poco más de 300 mil pesos, pero
además los Comisarios y Subcomisarios de Caucel, Chalmuch, San Matías Cosgaya y
Sitpach pertenecen al Comité de Participación Ciudadana y que son beneficiados
con obras, y en el caso particular de Caucel la Comisaria Nidia Canul de Barea
es mamá del Regidor Juan Barea en un claro hecho de nepotismo.
Vemos con
tristeza como un recurso federal se reparte según los intereses de esta
administración y no para todos los habitantes de esta ciudad.
Otra
injusticia han sido las unidades de traslado, que son un claro reflejo de una
falta de sensibilidad social por la importancia que esto representa en el tema
de salud. Todo indica que esta situación no es una prioridad para el alcalde
porque seguramente somos considerados como unos ciudadanos de quinta pero se
les olvida que también somos meridanos.
Estamos
cansados de escuchar el mismo discurso de que no hay dinero cuando los
funcionarios se aumentan los sueldos, compran premios de flamantes tesoreros y
gastan millones de pesos en publicidad y espectaculares para decir que ya
iluminaron a Mérida. Pero la realidad es que esas nuevas lámparas no prenden en
muchas comisarías y subcomisarías, otras prenden de día y se apagan de noche y
muchas más sólo prendieron una vez.
Luego de
tener computadora y teléfono celular, ahora nos ponen un sinfín de requisitos
para acceder a este derecho y de paso nos llaman ignorantes en vez de pensar en
capacitarnos para progresar.
Las
subcomisarías que siguen en el olvido son Cheumán, Dzidzilché, Hunxectamán,
Kikteil, Petac, San Antonio Hool, San Pedro Chimay, Santa Gertrudis Copó, Santa
María Chí, Santa María Yaxché, Sodzil Norte, Susulá, Tamanché, Tixc uytún y
Yaxché Casares.
Nuestra
situación es crítica porque somos totalmente vulnerables y más de 50 mil
habitantes en estas zonas rurales que también son Mérida. La realidad está a la
vista de todos ustedes y los invitamos a recorrer nuestras calles para que
puedan constatar la verdad de nuestras palabras.
Mérida no
es de todos, es de unos cuantos, que no los engañen.
El escrito
está firmado por los subcomisarios de Cholul, Xmatkuil, Opichén, Kikteil,
Dzidzilché, Cheumán, San Pedro Chimay, Tamanché, Xcumpich, Tixcuytún, Santa
Gertrudis Copó, Santa Cruz Palomeque, Santa María Yaxché, Dzibilchaltún, Petac,
Santa María Chi, Chichí Suárez y Tzacalá.
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