- Se requiere “mano dura” de parte del gobierno, para quienes distorsionan el mercado nacional de la leche y sus derivados
México, DF.- El presupuesto de Egresos de la Federación y su
incremento aprobados por el Congreso de la Unión para 2014, aún no llega a los
productores de leche, mientras que este sector sigue siendo uno de los más
golpeados por la falta de apoyos reales, de estudios sobre costos de producción
y precios de comercialización, señaló el presidente del Frente Nacional de
Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.
Demandamos de las instituciones del gobierno federal el
reconocimiento de costos de producción y el aumento de precios de los insumos a
lo largo de un año, afirmó el dirigente y puntualizó que solamente a los
productores se exige mantener un precio castigado de 5.80 pesos el litro,
mientras que la industria procesadora compra al mismo precio, pero lo vende en
15 y 18 pesos/litro. “Aquí hay una ganancia del 200 por ciento, que para nada
recibe el productor”.
Acotó Álvaro González en entrevista que la empresa LICONSA
representa la opción de compra de leche fluida a los productores nacionales. En
los últimos años la empresa muestra una tendencia a la reducción de compras de
leche en polvo de importación. Pasó de 120 mil toneladas, a solamente 30 mil.
En apariencia esto sería una oportunidad para los
productores mexicanos pero realmente no es así, porque las grandes empresas
privadas procesadoras de lácteos, importan el producto directamente y compiten
de manera desventajosa con los productores nacionales. Aquí se requiere mano
dura para quienes distorsionan el mercado, de parte de las instituciones del
gobierno, finalizó.
Añadió por otro lado, que una competencia desleal derivada
del intercambio desigual en el comercio con Estados Unidos y Canadá, desplazó
de la actividad a 550 mil pequeños y medianos productores del alimento, sin que
tuvieran ninguna otra opción de trabajo e ingreso para sus familias; muchos de
ellos emigraron para cambiar de actividad y malbarataron sus vacas que fueron
al matadero.
En tan sólo 20 años de vigencia del TLCAN, se echó a perder
una historia de siglos de esfuerzo y avance genético de razas lecheras en
México, de productividad y calidad del producto, con el agravante de que las
secretarías de Salud y Economía, permiten la entrada al país de fórmulas
lácteas que compiten en precio, mas no en calidad, con el producto genuino
nacional, en detrimento del ingreso para los lecheros mexicanos.
El daño económico no sólo se refleja en productores con
cuatro o cinco vacas, sino también para
quienes tienen hatos hasta de 500 o mil animales que, además, representan altas
inversiones por el costo de las vacas en el país y el extranjero, pues
regularmente se trata de buenas razas especializadas.
El deterioro económico y social de los productores lecheros,
sostuvo Álvaro González, no para en esas serias limitantes, sino que se abusó
de las importaciones de leche en polvo por su relativo bajo precio en el
mercado internacional, omitiendo que esos bajos precios son subsidiados por los
gobiernos de países excedentarios, de manera que el producto llega a México en
condiciones de “dumping”; es decir, a un precio por debajo de su costo.
Señaló también que, aunado a las trabas señaladas, algunas
dependencias federales imponen regulaciones y normas oficiales que favorecen a
industrias y centros comerciales para meter “gato por liebre”. Esto sucede con
las fórmulas lácteas que han inundado las tiendas de autoservicio, muchas de
las cuales se dan el lujo de comercializar “marcas propias”.
Estos casos no sólo se presentan con la leche y sus
derivados, sino que se dan en refrescos –“agua coloreada y azucarada con
gas”—en arroz, galletas y pastas, frijol y en una amplia gama de supuestos
alimentos. “Todo ello constituye engaño y fraude a los consumidores, además de
un riesgo sanitario que no es sancionado por las autoridades incompetentes”,
mencionó el dirigente Álvaro González.
“Los productores lecheros consideramos que estas prácticas
desleales de instituciones federales, han pervertido el mercado nacional de la
leche y lo peor es que también distorsionan el gusto de los consumidores por la
buena calidad y su gran contenido en vitaminas, proteínas, minerales y otros componentes nutritivos.
Los productores primarios dedicados a la actividad lechera,
añadió el dirigente, tenemos la leve
impresión de que, por ejemplo, la Secretaría de Economía aplica estrategias
para desaparecer a los pequeños y medianos productores, y dejar el camino libre
a las grandes empresas productoras y comercializadoras de leche.
Por desgracia, añadió, estas actitudes y acciones no sólo
han perjudicado a los productores de leche, sino que se reflejan en la economía
de los consumidores y en la balanza comercial del país. De acuerdo con estudios
económicos del Frente Nacional, explicó González Muñoz, el costo de las
importaciones de leche en polvo y derivados lácteos asciende a más de mil 500
millones de dólares anuales, cantidad que se suma al déficit general de otros
productos alimenticios que arrojan un desajuste cuantioso en la balanza
comercial del país.
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