Brasil.- Una vez más, la participación portuguesa en una
Copa Mundial de la FIFA™ ha terminado con un guardameta abandonando el césped
entre lágrimas. Después de Eduardo en 2010, ahora es Beto quien ha salido del
Estadio Mané Garrincha con las emociones a flor de piel. Sin embargo, a pesar
de la desilusión por el adiós precoz a Brasil 2014, la selección lusa se marcha
con la conciencia tranquila por haber hecho todo lo posible por obrar el
milagro.
Era una misión casi imposible. Portugal estaba obligado a
vencer a Ghana por muchos goles de diferencia y esperar que Alemania ganase a
Estados Unidos. Y aunque se cumplieron dos de esas tres condiciones, el equipo
no logró compensar el saldo de goles negativo que acarreaba desde la primera
jornada del Grupo G.
Los hombres de Paulo Bento lo intentaron todo, creando
innumerables ocasiones, pero, al final, la victoria por 2-1 fue demasiado
escasa como para situarlos en octavos. A un minuto del fin del tiempo reglamentado,
el estadio se quedó algo sorprendido al ver a Paulo Bento emplear su último
cambio para sustituir al guardameta.
Beto, titular en los dos últimos partidos de la liguilla, no
escondió su tristeza y frustración, y, ya en el banco, lloró copiosamente, algo
que justificaría cuando terminó el encuentro.
“Me había caído encima del hueso [de la cadera] al parar un
remate, y estaba dolorido. Con los nervios, quería continuar en la cancha, y se
lo indiqué al cuerpo técnico. A veces no tenemos noción de la lesión que
sufrimos. Pero ahora, en frío, me doy cuenta de que el entrenador hizo bien en
sustituirme. Podía perjudicar al equipo. Además, con los dolores que aún tengo,
era imposible continuar”.
“Las lágrimas eran por todo. Quería seguir, quería ayudar.
Soy así”, explicó el arquero del Sevilla, sustituido precisamente por el meta
titular de Portugal en el Mundial de 2010. Y, de Sudáfrica, todos conservan el
recuerdo de Eduardo sentado en el campo, llorando, tras la derrota sufrida a
manos de España en octavos de final.
“Comprendo perfectamente lo que sintió Beto. A nadie le
gusta ser sustituido, y mucho menos en una situación como esta, a pocos minutos
del final del Mundial para Portugal. Pero las cosas son así”, se lamentó su
compañero, que conserva el optimismo en cuanto al futuro de la formación
dirigida por Paulo Bento.
“Hay que asumirlo: no hemos cumplido el objetivo, y no hay
más vuelta que darle. Es evidente que estamos tristes, desilusionados, pero no
sirve de nada seguir llorando. Tenemos un buen grupo de jugadores, y lo único
que nos ha impedido estar en octavos es ese primer partido contra Alemania”,
destacó el portero en declaraciones a FIFA.com.
“Espero que los portugueses no estén muy desilusionados. Lo
hemos dado todo, y creo que hemos hecho honor a nuestra camiseta. El fútbol es
así: hay que levantar la cabeza y pensar que quedan más competiciones por
delante”, añade el extremo Nani, pronunciándose en la misma línea que casi todo
el plantel portugués.
Hay que enjugar ya las lágrimas y pensar en el futuro.
(Fifa.com)
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