Brasil.- La selección de Uruguay vuelve a Maracaná para
enfrentar a un rival de camiseta amarilla. El sábado 28 de junio, la Celeste
disputará los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 contra
Colombia en el mítico estadio de Río de Janeiro.
Ha sido un camino tortuoso, muy cuesta arriba, para los
hombres de Óscar Washington Tabárez. Pero, ¿cuándo ha sido fácil para los
bicampeones mundiales? Y pese a todas las adversidades, la garra charrúa prevalece
y ahora el destino les hace un guiño cargado de simbolismo.
“Indiscutiblemente va a tener un sabor especial: un estadio
con tanta historia, y con nuestra camiseta también cargada de historia… Será
muy bonito tener la suerte y la oportunidad de jugar ahí porque ha sido muy
difícil llegar”, explica Cristian Stuani a FIFA. “Lo disfrutaremos al máximo, y
competiremos al máximo, de la misma manera que lo hemos hecho hasta hoy, aun
sabiendo que tendremos un rival muy duro. Pero nuestras expectativas y esperanzas
están ahí. … haremos lo posible para ganar este partido”.
La estadística dicta que Uruguay tiene ventaja, ya que de 38
cruces, 18 cayeron de su lado, por 11 victorias cafeteras. Pero el delantero
uruguayo da todo el crédito al rival y no se confía. “Las estadísticas son sólo
números. El partido ha de jugarse. Las Copas Mundiales son torneos muy
complicados y lo partidos se definen por pequeños detalles”, explica el jugador
de 27 años.
El último verdugo
Él firmó el último gol que los uruguayos le hicieron a
Colombia. Fue en la fase de clasificación para Brasil, el segundo en la
victoria por 2-0 conquistada en Montevideo en septiembre de 2013. Fue la última
derrota de la selección que dirige José Pekerman en partidos internacionales
hasta la fecha (10 juegos invicto desde entonces)
“Necesitamos estar my concentrados. Sabemos que Colombia
está jugando muy bien pero confiamos en nuestras habilidades. Será un encuentro
peleado del principio al final”, explica el jugador del Espanyol de Barcelona.
Pero pocos como ellos saben lo que es pelar de esa manera.
De principio a fin, les ha tocado remar contracorriente desde que cayeron en el
debut ante Costa Rica para luego luchar contra Italia e Inglaterra: “Haber
ganado a dos campeones del mundo, en el mismo grupo… y tras haber perdido el
primero… creo que el espíritu de equipo nos hizo clasificar… Es un gran mérito.
Hemos jugado ya dos finales, pero todavía nos quedan los partidos más
difíciles”.
“Lo conseguimos con mucho sacrificio y orgullo”, defiende. Y
esa receta la seguirán aplicando el sábado en Maracaná. Esta vez con un orgullo
herido, con el ánimo tocado por la ausencia de uno de sus jugadores clave, Luis
Suárez. “El equipo está con él. Es un gran jugador y una gran persona”, afirma.
Pero, de nuevo, la garra charrúa sabe lo que es pelear
contra la adversidad. Lo hicieron hace 64 años contra una grada puramente
canarinha. Ahora el escenario cambiará. La masiva presencia de aficionados
colombianos y uruguayos en Río de Janeiro augura un estadio mucho más
equilibrado en apoyos. “La presencia de Uruguay se siente en todas partes. Es
muy emotivo sentir el calor de la gente que ha venido a apoyarnos”, se despide
Stuani, con la firme determinación de devolver ese cariño y apoyo con una nueva
alegría futbolística. (Fifa.com)
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