- Como hijo también fui testigo de varias de las anécdotas aquí relatadas: Felipe Cervera
Mérida, Yucatán.- Este
viernes se presentó el libro Víctor Cervera Pacheco. Anécdotas de Reporteros que
contiene una serie de relatos extraídos de la memoria de 57 periodistas que comparten
sus vivencias, a diez años de la muerte de este personaje que marcó una época
en la historia política de Yucatán.
Ante el secretario general de gobierno, Víctor Caballero
Durán, el promotor del libro Pedro Cabrera Quijano y el compilador, Félix Ucán
Salazar señaló que las 117 anécdotas se ilustran con 50 fotografías, muchas de ellas
inéditas, para hacer más ameno el recorrido por las páginas de este libro, el
primero que sale a la luz sobre Cervera Pacheco.
A nombre de la familia Cervera Hernández, Felipe, dijo a los
periodistas ante su madre Amira Hernández Guerra y sus hermanos Víctor, Amira y
Pilar que “Leerles es más que recordar, pues hay una lección de vida en cada anécdota
pero también debo recordar que bien dicen que “las personas sólo mueren cuando
caen en el olvido”.
A continuación el texto íntegro de su participación:
--“Qué difícil es para es para mí escribir estas palabras de
agradecimiento después de leer la compilación de anécdotas que organizaron Félix
Ucán Salazar y Pedro Cabrera Quijano, y en la que generosamente participaron 57
periodistas, entre reporteros gráficos, conductores de radio y televisión y
reporteros de diversos medios escritos y electrónicos. A nombre de mi familia,
agradezco este trabajo que pasará a ocupar un lugar privilegiado en las casas y
corazones de todos nosotros y que además
contribuirá a que quienes lean este trabajo puedan conocer desde otra óptica al
personaje que es Víctor Manuel Cervera Pacheco.
Como hijo también fui testigo de varias de las anécdotas
aquí relatadas, unas veces de forma presencial y otras a través de las enriquecedoras
pláticas que solía tener con mi papá –su amigo VCP- en la cocina de la casa o
en su habitación. Por él, supe de la “caída en el Corchito” aunque no supe
hasta leer este anecdotario que fue Sony, el famoso coprotagonista de la
historia que pudiendo dar una impactante noticia en gráfica prefirió dar una
gran lección de afecto y respeto.
Aún recuerdo que, sumado como miembro del equipo de logística,
durante su campaña al gobierno del estado en 1995, al llegar a un poblado me
llamó aparte y me dijo que se había fijado que desde hacia una parte de eventos
estaban poniendo una escalera para que todos los reporteros gráficos tomaran
sus fotos y que se ayudaban unos a otros turnándose para sostener la escalera,
sin embargo cuando subía el fotógrafo del Diario (de Yucatán), que había tomado
una posición radical en contra de VCP, los demás lo dejaban solo, así que me
encargó que personalmente fue detrás del templete a sostenerle la escalera,
pues no fuera a ser de malas que ésta resbalara y le pasara alfo. Sin preguntar
razones, porque así me acostumbró, desde ese momento esa fue una de mis comisiones
más importantes.
Tiempo después no aguante más y le pregunté ¿por qué me
debía preocupar por un enviado de un medio que no dejaba de atacar cuanta cosa
hiciera mi padre? Yo esperaba que me respondiera algo así como “para que no me
echen la culpa si le pasa algo”, pero en cambio él simplemente me respondió con
una mirada severa: “Porque él sólo viene a trabajar, y por lo tanto, es un
compañero de trabajo más al que hay que cuidar independientemente de lo que
después hagan con sus fotos”.
Por circunstancias diversas he tomado cursos de
entrenamiento para tratar con los medios de comunicación, independientemente de
la época de la procedencia de los entrenadores hay algo que en todos he
escuchado: “Nunca creas que puedes tener una amistad con un reportero de
cualquier nivel, para ellos siempre será primero la noticia y después todo lo
demás”.
Hoy gracias a ustedes, vuelvo a comprobar que están
equivocados quienes piensan así. Y no hablo de la amistad cómplice, hablo de la
amistad basada en el respeto del periodista que se conduce con ética y el
funcionario que entiende cuál es la labor del periodista y la respeta.
Y esta es la ocasión precisa para decirles gracias, porque
hace 10 años, el día que llegué a Mérida enterado del fallecimiento de mi
padre, sólo encontré la solidaridad de parte de varios de los que aquí
escriben, que aún a costa de la instrucción de sus Redacciones, de obtener la
primera impresión del hijo que llegaba a ver a su padre fallecido, tomaron la
decisión de respetar el sentimiento de desconcierto y profundo dolor que me
agobiaba, y en lugar de llenarme de preguntas me llenaron de abrazos y muestras
de afecto. Y eso, eso no se olvida.
Leerles es más que recordar, pues hay una lección de vida en
cada anécdota pero también debo recordar que bien dicen que “las personas sólo
mueren cuando caen en el olvido” y hoy ustedes, además de contribuir
documentando una parte de la historia reciente de Yucatán, contribuyen con sus
anécdotas a mantener 113 veces vivo a quien unos conocen como Víctor Manuel
Cervera Pacheco, para otros Don Víctor, Balo para su pueblo, VCP para sus
amigos de la prensa y para nosotros, a nuestro papá.
Vayan pues 113 abrazos de cariño y agradecimiento para 57
periodistas de parte de la familia Cervera Hernández. Con aprecio, Felipe.
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