- Los vestigios se ubican en Oxmul, considerado un suburbio de la antigua Ichkanasihó
Mérida, Yucatán.- Arqueólogos del INAH encontraron, en el
área donde fueron hallados 75 contenedores funerarios o cistas -- en un
contexto único en su tipo-- cuatro maquetas o representaciones en escala de
edificios, entre ellos una pirámide con rasgos de la arquitectura Petén, y
representaciones arquitectónicas de templos mayas, reveló el arqueólogo, Luis Pantoja Díaz.
Afirmó que estos hallazgos ocurridos durante los trabajos de
prospección en terrenos donde será construida la cuarta etapa del
fraccionamiento Los Héroes, al oriente de la ciudad de Mérida, en su conjunto
representarían alguna plaza de algún sitio cercano (posiblemente T'hó, en
escala) o tal vez las maquetas hacen alusión al lugar de origen de las personas
que habitaron ahí hace más de 1,300 años.
Indicó que esta estructura y sus subestructuras tienen una
carga simbólica al estar asociada a una oquedad natural en el costado sur de la
plataforma, lo que podría coincidir con la creencia de la entrada al Xibalbá y
hacer alusión a la “montaña sagrada”, representada en la pequeña maqueta de la
pirámide, ubicada al norte de la cueva.
El especialista del INAH indicó que la presencia de todos
estos elementos y la enorme cantidad de depósitos funerarios, como cerámica “de
importación” proveniente del Usumacinta y Guatemala, por ejemplo, como un
Cajete con escritura jeroglífica, uno policromo y objetos de concha trabajada
en forma de batracio, hacen de este sitio uno punto de referencia de los
asentamientos mayas en el Clásico Tardío (600/700 al 900 d.C.).
Expuso que las investigaciones han continuado con el apoyo
de la empresa constructora, que ha financiado trabajos de campo y mostrado su
interés en la conservación del patrimonio arqueológico, pues hoy se ponen en
valor las huellas del pasado histórico de la antigua región de Ichkansihó.
Una especie de suburbio
Según los vestigios encontrados se trata de un asentamiento
prehispánico de la antigua Ichkansihó, una especie de suburbio de la población
principal T’hó, centro del poder político y económico de la región que hoy se
conoce como Mérida.
Esta área originalmente fue parte del ejido de Sitpach y,
desde el punto de vista histórico, su ocupación se remonta al año 700 a.C.,
periodo conocido como Preclásico.
En 2008, la empresa Sadasi, siguiendo la normatividad y
trámites para la construcción del fraccionamiento Los Héroes, solicitó al
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) un estudio que permitiera
verificar la presencia o ausencia de vestigios arqueológicos en las casi 600
hectáreas que comprende el proyecto. El resultado fue un número considerable de
datos y vestigios arqueológicos.
En el marco del Proyecto Arqueológico Región de Mérida
(Parme), que dirige el arqueólogo del INAH Pantoja Díaz, se efectuó la
prospección y en 2009 se realizaron trabajos de salvamento arqueológico.
Con ello se investigó una muestra significativa de las
estructuras arqueológicas registradas y la definición de polígonos de
protección, donde se resguarda una muestra de estructuras representativas, por
ejemplo las pirámides que conforman los núcleos de sitios.
Uno de estos núcleos fue denominado “Oxmul”, que contiene
varias plataformas arqueológicas. Una cantidad considerable de información y
piezas halladas mostró la importancia de este lugar.
En la estructura marcada como 316 fueron encontrados 75
contenedores funerarios o cistas, en un contexto único en su tipo.
Su importancia radica en que determina un patrón funerario
especial con una variedad de individuos depositados de diversas edades, sexo y
ofrendas diversas en el interior.
En las exploraciones realizadas se pudo determinar la
ubicación de infantes y urnas funerarias que hacen de este contexto una
oportunidad única de investigación en los pocos sitios que sobreviven al
desarrollo urbano.
Según la información aportada por el arqueólogo Luis Pantoja,
en el contexto de la estructura 317 se encuentra la número 318, que conserva
aún mucha información y amerita su conservación mediante la restauración
arquitectónica, lo que permitirá la pervivencia de estos datos arqueológicos en
un contexto urbano.
Este sitio fue denominado como “Oxmul” y cuenta también con
la estructura 461 y sus anexas, que al igual que la estructura 318, fue
explorada años antes, pero debido a la importancia de su contexto se realizaron
mayores estudios y exploraciones debido a la presencia de subestructuras de
forma circular y con estuco, que representan espacios ceremoniales (altares).
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