Por César Camacho*
Enrique Peña Nieto es el primer presidente en lo que va del
siglo que gana las elecciones de medio término, y que contará con mayoría en la
Cámara de Diputados para la segunda mitad de su sexenio. En esta elección,
además, el PRI refrendó su condición de único partido efectivamente nacional;
cobró mayor representatividad en el Congreso de la Unión para la causa de los
priistas, incluyendo a entidades que no la tenían, y afianzó posiciones en
estados y municipios. Pero lo más importante fue que los electores decidieron
que en medio de la pluralidad, no se detenga la transformación de México, y se
privilegie la política, la colaboración y el diálogo en un ambiente de
transparencia creciente.
Ganó la mayoría de los distritos electorales federales,
subrayadamente en 4 entidades en las que no tenía ningún diputado (Distrito
Federal, Guerrero, Morelos y Tabasco) e incrementó el número en otros 10 que
tendrán más que antes: Guanajuato, Nuevo León, Sonora, Coahuila, Oaxaca,
Tamaulipas, Veracruz, Tlaxcala, y Zacatecas. Sin dejar de mencionar 8 estados
en los que ganó todos los distritos: Coahuila, Chiapas, Durango, Hidalgo,
Nayarit, Quintana Roo, Tamaulipas y Tlaxcala.
En el ámbito local, el PRI ganó en 165 distritos, con los
que se constituirán los grupos parlamentarios mayoritarios en los congresos de:
Campeche, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Yucatán, San Luis Potosí,
Sonora y Guerrero. Y aumentó sus diputados locales en el Distrito Federal de 0
a 3, en Guanajuato de 0 a 1, en Guerrero de 6 a 18, en Sonora de 10 a 17, en
Tabasco de 3 a 8, y en Yucatán de 11 a 13. Cifras que, al igual que las de la
elección federal, crecerán al asignarse los diputados de representación
proporcional.
El PRI ganó 7 capitales de los estados, conservando
Campeche, Colima, Guanajuato, Toluca y Chilpancingo; y recuperando Monterrey y
Hermosillo. Mención aparte merece el D.F., donde además de conservar la
delegación Cuajimalpa, ganó Magdalena Contreras y Milpa Alta. Destacan también,
triunfos en algunas de las ciudades más grandes del país como Ecatepec,
Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Chalco en el Estado de México; Acapulco e Iguala, en Guerrero; Jiutepec, en
Morelos; Guadalupe, Apodaca, General Escobedo y Santiago, en Nuevo León; y
Cajeme y Nogales, en Sonora. Y como es sobradamente sabido, el PRI ganó 5 de
las 9 gubernaturas.
Evidentemente, hay un renovado panorama político en el país
y una nueva realidad a la que debemos adaptarnos, que precede a un intenso trabajo
por venir, en el que se deben crear numerosos y nuevos empleos con mejores
salarios; educación de calidad para niños y jóvenes, pues es lo único que nos
garantiza un mejor futuro; y seguridad, que construya condiciones para la
justicia y la paz, en la que se acelere la transformación de México, que
acarree prosperidad para todos. Tal es el compromiso del PRI en el proyecto de
nación que encabeza Enrique Peña Nieto. *Presidente del PRI.
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