- La FGE señala que son de personas fallecidas hace 10 años
Después de recoger la evidencia en el lugar, elementos de la
Dirección de Servicios Periciales trasladaron los restos óseos a las
instalaciones de la FGE, en donde se les aplicaron pruebas antropológicas,
antropométricas y de tafonomía, las cuales arrojaron que tres de los siete
cráneos eran de personas del sexo femenino y cuatro, del sexo masculino.
Por medio de estudios de suturas craneanas, que es el
análisis de las uniones que existen entre los diversos huesos del cráneo, se
determinó que al momento de fallecer, las mujeres tenían entre 55 y 70 años
mientras que los varones tenían entre 50 y 70 años. Se informa también que
cinco de estos cráneos se encontraron con mandíbula y dos sin ella.
Las pruebas de tafonomía, así como los restos de lodos,
tierra roja y la erosión que se observó en los restos óseos, revelaron que los
huesos estuvieron enterrados por más de diez años en algún cementerio.
Se indica que los siete cráneos no presentan infiltrados
hemorrágicos, esto es huellas de sangrados producidos por algún golpe, así como
tampoco presentan fracturas antemortem o postmortem, lo cual dice que al
momento de fallecer estas personas, fue por causas naturales.
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