Mérida, Yucatán.- El ingeniero civil Fausto Escalante Triay,
de 84 años de edad, murió de manera repentina en Mérida.
Fue maestro, subdirector y director del Instituto
Tecnológico de Mérida, del Tecnológico de Querétaro, también fue profesor y
director del Colegio de Bachilleres de Yucatán, así como presidente del Consejo Electoral del Estado, hoy IEPAC.
Fue presidente del VI Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Yucatán A.C. (1968 – 1969). En 2001 recibió el Premio Estatal de Ingeniería Civil. En octubre del 2013, recibió del Gobernador Rolando Zapata Bello el Premio Salvador Rodríguez Losa, con lo que se reconoció su trayectoria de docente comprometido con el desarrollo profesional de Yucatán, distinción otorgada por la Confederación de Profesionistas de la Península.
Fue presidente del VI Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Yucatán A.C. (1968 – 1969). En 2001 recibió el Premio Estatal de Ingeniería Civil. En octubre del 2013, recibió del Gobernador Rolando Zapata Bello el Premio Salvador Rodríguez Losa, con lo que se reconoció su trayectoria de docente comprometido con el desarrollo profesional de Yucatán, distinción otorgada por la Confederación de Profesionistas de la Península.
Hijo de los señores Francisco Escalante Salas y Josefa Triay
S. (ambos ya fallecidos), el 18 de diciembre de 1957 contrajo matrimonio con
Edisa Noemí Jiménez y Martínez, con quien tuvo cuatro hijos: Luis, Silvia,
Noemí y Lía Escalante Jiménez.
El cuerpo fue incinerado y las cenizas se depositarán hoy en
una cripta de la iglesia del Buen Pastor, en la colonia Pinos, hoy a las siete
de la noche.
Además de su viuda e hijos, le sobreviven sus hijos
políticos Lorena Fuentes Barroso y Fernando Alonso Vázquez; hermanos Carlos,
Francisco José y Eduardo Escalante Triay; nietos Luis Alberto, Andrea Escalante
Fuentes, Fernando, Analía y Jimena Alonso Escalante, Daniela Azpeitia Escalante
y Rodrigo Perales Escalante, y demás familiares.
Construyó uno de los puentes más grandes del país
Al egresar de la carrera, debido a la falta de oportunidades
pues la Ingeniería no estaba tan desarrollada como en nuestros días, el Ing.
Escalante Triay, en busca de oportunidades de desarrollo, viaja a la ciudad de
Monterrey motivado por una invitación del Ing. Manuel Castillo, quien
pertenecía al área técnica de la empresa “Estructuras S. de R. L.”, y a quien
considera un maestro. Posteriormente por motivos de trabajo es enviado a Nuevo
Laredo y Coatzcoalcos, donde tiene la suerte de construir uno de los puentes
más grandes del país.
Mas delante, estando de nueva cuenta en Nuevo Laredo, pero
ahora en construcciones de Obra Civil, el Ing. Escalante Triay recibe del Ing.
Edgar Espejo, encargado de la Secretaría de Recursos Hidráulicos en Yucatán,
una invitación para incorporarse a esta dependencia y es así como regresa a
territorio yucateco, para desempeñarse en diversas e importantes obras para la
ciudad de Mérida.
Una vez concluidos con los trabajos de la Secretaría de
Recursos Hidráulicos, se incorpora al Instituto Tecnológico de Mérida, en
ocupar un cargo como maestro y luego como subdirector. Posteriormente se
traslada a Querétaro como director de la misma Institución y combina este
trabajo con la realización de diversas obras. Estos hechos ocurrieron entre
1968 y 1972.
En 1972, viaja al Distrito Federal, para ocupar el cargo de
Supervisor de Obra, en el área de Institutos Tecnológicos de la Secretaría de
Educación Pública y después ocupa hasta 1987 el cargo de subdirector académico,
que concluye con su retorno al Tecnológico de Mérida.
Su participación en el Colegio de Ingenieros de Yucatán,
inicia en el año 1962, cuando regresa por primera vez a Yucatán y que, junto
con un grupo de colegas y amigos, perciben la necesidad de que el Colegio tenga
y desarrolle una presencia dentro de la sociedad y que figure como un punto de
unión entre los ingenieros de la época.
Impulsó al Colegio de
Ingenieros Civiles
A raíz de estas inquietudes, pero ahora en el año de 1968,
es cuando el Ing. Escalante Triay es impulsado para ser el presidente del VI
Consejo Directivo, entre los que se encontraban los Ingenieros Fernando Río
Navarrete, Jorge González Pérez, Iván Palma Hernández, Wilberth Carrillo
Herrera y Carlos Evia. Cuyo plan de trabajo consistió en dar a conocer al
Colegio de Ingenieros Civiles a la sociedad y a las autoridades.
Para darse a conocer entre las autoridades, el Ing.
Escalante Triay comenta que realizaron varias visitas, hasta ser recibidos, al
Entonces Gobernador del Estado, Sr. Luis Torres Mesías y al Presidente
Municipal, Lic. Correa Rachó.
El motivo de estas visitas era darles a conocer las
finalidades del Colegio de Ingenieros como un órgano consultor y asesor de las
autoridades dentro del ramo de la ingeniería, con personas con mucha
experiencia dentro de sus filas, y para manifestar su interés en que los
puestos destinados para ingenieros dentro del gobierno estatal o municipal sean
ocupados por profesionales titulados, tal y como lo marcaban los reglamentos,
lo cual no en todos los casos se cumplía.
Tal petición no fue del todo agradable para el gobernador y
menos para el presidente municipal, sin embargo, luego de una explicación donde
se resalta que el Colegio no pretende imponer a alguna persona en los puestos,
sino solamente en que fuera un Ingeniero Civil que contara con título y cédula
profesionales, las opiniones cambian y las sugerencias son escuchadas.
Es importante mencionar que el Colegio había desarrollado un
registro de Ingenieros y Arquitectos que contaban con ambos requisitos.
En el caso del Sr. Torres Mesías, el Ing. Escalante Triay,
dice que entre los puestos que competen al ramo constructivo, todos sus
ocupantes cumplían con los requisitos, no así en el caso del Lic. Correa Rachó,
quien, al designar a los nuevos ocupantes, tiene la gentileza de llamar al Colegio
de Ingenieros para corroborar que estén de acuerdo con la decisión.
En la cuestión social, se realiza un evento para la toma de
protesta en donde se invitan a las autoridades civiles y militares, junto con
los socios que conformaban al Colegio, que eran alrededor de 30 o 35 miembros.
Este evento se llevó a cabo en el Hotel Mérida.
Durante la gestión
del Ing. Escalante, como el mismo comenta, la principal problemática era la
disgregación que existía en el gremio, el tratar de reunirlos, de convencerlos
de la importancia de que existiera un órgano que sea el portavoz de todas sus
inquietudes y de la ayuda que este pudiera brindarles en varios aspectos.
Otro aspecto problemático que se presentó, fue la falta de
recursos económicos y la falta de local, sin embargo, poco a poco durante las
siguientes gestiones se fueron solucionando.
Desde su punto de
vista, el Colegio ha tenido un desarrollo extraordinariamente positivo al paso
de los años, mismo que se refleja en su organización, sus procedimientos, el reconocimiento
del que goza ante las autoridades y en la interacción con otros organismos,
solo por mencionar algunas características.
Fue un gran ser humano
Como anécdota, menciona que algunas juntas, que se
realizaban en algún restaurante, había ocasiones en que algunos miembros
simplemente se retiraban, sin el pago del consumo, dejando al consejo directivo
con el pago de la cuenta del lugar, sin embargo, de todas las reuniones siempre
se obtuvo algo positivo y sobre todo se resalta el termino de amistad que
existía entre todos los miembros.
Entre los factores
que han influido en el desarrollo del Colegio, destaca, las necesidades que
nuestra sociedad tiene y fue desarrollando a raíz de su crecimiento, lo que
provocó la necesidad de un mayor número de profesionistas en el ramo
constructivo que cuenten con el aval de una organización responsable de las
normas que regularan las construcciones, y en este caso esta organización es el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Yucatán.
El 30° Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán AC se une a la pena que
embarga a la familia Escalante Jiménez.
Descanse en paz.
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