- Corresponde a uno de los más grandes y poderosos depredadores vertebrados que existieron en el planeta.
- Anteriormente se encontraron fósiles de tiburones prehistóricos en el cenote Kambul, ubicado en Mérida
Mérida, Yucatán.- Durante los trabajos que se realizan como
parte del Conteo Estatal de Cenotes y Grutas, se halló diversos fósiles
sumergidos a 25 metros de profundidad y a 100 metros de penetración
aproximadamente, y entre los que se encontraban dos dientes de un tiburón
prehistórico.
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente
(Seduma), que impulsa el registro, informó que durante la inmersión en una
cueva subacuática de un municipio del centro del estado se encontraron varios
fragmentos de hueso adosados a rocas de gran tamaño, ubicados en un salón de
unos 30 metros de largo, 15 metros de ancho y cinco metros de altura en
promedio.
De las dos piezas antes mencionadas, una está expuesta en un
80 por ciento y mide entre cinco y seis centímetros de largo, pudiéndose
apreciar su base y los bordes aserrados que tiene. La otra, está atrapada en la
roca y sólo se observa un 20 por ciento de ella.
Éstas corresponderían a un tiburón extinto de la especie
Carcharocles megalodon, que habitó los océanos entre 19.8 y 2.6 millones de
años atrás, durante la era Cenozoica, entre los periodos Mioceno y el Plioceno.
Megalodon significa en griego diente grande y es una especie
extinta considerada una de las mayores y más poderosos depredadoras vertebradas
que han existido en el planeta. Se cree que tenía un aspecto muy parecido al
del actual tiburón blanco o Carcharodon carcharias, sólo que el primero medía
entre 15 y 20 metros de largo y podía pesar hasta 103 toneladas, el equivalente
a 20 elefantes de tamaño promedio.
Anteriormente se encontraron fósiles de tiburones
prehistóricos en el cenote Kambul, ubicado en Mérida. En esa ocasión, el
espeleobuzo Fernando Rosado halló restos de un sirénido. Desafortunadamente fue
saqueado y ahora sólo quedan los orificios de donde se extrajeron las piezas.
También, se identificaron restos de ese tipo en una cavidad de Dzilam de Bravo,
sin embargo, esta información no fue publicada, conociéndose este dato por
comunicación directa.
Entre cada sitio donde se hecho este tipo de descubrimientos
existe una distancia media de 60 kilómetros, lo que indica que esos grandes
peces estaban bien distribuidos y reinaban en el gran arrecife, que hoy es la
península de Yucatán. Actualmente, los dientes del megalodon rescatados están
en exhibición en museos de la Ciudad de México.
La exploración donde se hallaron los restos del Carcharocles
megalodon la realizaron los espeleobuzos Cristian Alejandro Selún de Adventure
Tours Yucatán y Erick Sosa Rodríguez, del Departamento de Manejo de Sistemas
Kársticos de la Seduma.
Para tener una aproximación al conocimiento de los dientes,
la Seduma consultó a Jesús Alvarado Ortega, doctor en Paleontología
especialista en peces y profesor del Instituto de Geología de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM); a Jerónimo Avilés Olguín Segovia, director General
del Instituto de la Prehistoria de América y a Óscar Sosa Nishizaki,
investigador titular del Departamento de Oceanografía Biológica división
Oceanología del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de
Ensenada, Baja California (Cicese).
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