- Lista la primera etapa del Centro de Carga en esa terminal aérea.
En un esfuerzo conjunto, autoridades estatales e iniciativa
privada emprendieron un plan de modernización de la infraestructura y
equipamiento de dicha terminal, localizada en el municipio de Kaua, el cual
anunció el titular del Poder Ejecutivo, Rolando Zapata Bello, durante su cuarto
Informe de Gobierno, en enero del año pasado.
Con la finalización de la fase A de la primera etapa del
proyecto denominado Centro de Carga Aeroportuario de Valladolid (CCAV), en la
cual se invirtieron recursos públicos y privados por 78 millones de pesos, ya
se cuenta con un espacio especializado en materia de almacenamiento y
distribución de productos para los mercados de Quintana Roo, el Caribe, Estados
Unidos, Centro y Sudamérica.
Esto permite detonar el potencial logístico de la entidad al
añadir valor agregado a las actividades agroindustriales, comerciales y
turísticas. Se construyeron naves que tienen los tres niveles para satisfacer
las necesidades de los usuarios, pues cuentan con un área seca, otra
refrigerada y una tercera de congelación, por lo que hay cabida para todo tipo
de productos, desde flores hasta cárnicos o perecederos, lo que se pueda necesitar.
De igual forma, ya se encuentra en marcha la fase B que se
prevé acabar en seis meses y consiste en la edificación de una nueva superficie
de rodamiento para la pista de aterrizaje, que la conectará con el CCAV; la
rehabilitación y luces de pista, así como la plataforma que permitirán la operación a cualquier hora,
entre otras obras.
No obstante que el aeropuerto, ubicado estratégicamente en
la zona oriente del estado, tiene enfoque logístico, también continuará
ofreciendo servicio para el traslado de pasajeros. Hay que resaltar que el
punto donde está el CCAV es equidistante a los tres sitios más importantes de
turistas que tiene el vecino Quintana Roo, como Cancún, Playa del Carmen y
Tulum.
Además, para las actividades logísticas, este lugar es
transcendental para hacer lo que llaman intercambio de andenes, es decir, un
vehículo que viene del centro del país puede llegar, dividir su carga y ponerlo
en unidades más pequeñas para distribuirlo en la región.
La reactivación y modernización de esta terminal, que forma
parte del compromiso presidencial 242 y nueve en el ámbito estatal, contribuye
a la generación de nuevas fuentes de empleo, en beneficio de las familias que
viven en áreas aledañas, sumado al beneficio del sector logístico, industrial y
agrícola del territorio yucateco.
Cabe precisar que el propietario del inmueble es el Gobierno
del Estado, pero la responsable del funcionamiento y operación del aeropuerto
es la empresa Servicios Aéreos Ciclo, la cual lleva a cabo una estrategia de
negocios para promover el CCAV, a fin de transformarlo en un activo de la
economía estatal, capaz de detonar actividades aeronáuticas, logísticas,
industriales, turísticas y comerciales.
Por ello, las firmas que lo requieran pueden acceder a él
para el acopio de insumos y materia prima, así como la distribución y embarque
para el movimiento aéreo a los sitios de destino.
Dentro del plan, también se contempla el desarrollo de
nichos como una Base Fija de Operaciones (FBO, por sus siglas en inglés), que
consiste en un proveedor principal de servicios para los operadores de aviación
general que da apoyo aeronáutico como combustible, hangar, de amarre y
estacionamiento, alquiler de aviones e instrucción de vuelo, entre otros.
Asimismo, se incluirán Talleres Especializados en Aviación
(MRO, por sus siglas en inglés), que a su vez se vinculan con empresas que
gestionan y surten refacciones para aeronaves, creando empleos. En fecha
reciente, Servicios Aéreos Ciclo dio a conocer que ya hay compañías del área de
mantenimiento y reparación de aeronaves interesadas por instalarse en este
complejo.
Ubicado en las inmediaciones de la zona arqueológica de
Chichén Itzá, este gran proyecto de infraestructura logística destina un
espacio para la enseñanza de la Aeronáutica que ya están aprovechando algunas
escuelas, lo cual permita la formación profesional de tripulaciones, oficiales,
técnicos y mecánicos.
Para complementar esta obra, los Gobiernos estatal y federal
han mejorado la red carretera circunvecina a través de la ampliación del tramo
Chichén Itzá-Valladolid de la vía Mérida-Puerto Juárez, que aporta al
desplazamiento terrestre de carga y una conectividad aérea productiva por su
ubicación geográfica. Se trata de un tramo carretero de 38.9 kilómetros, cuyo
ancho se incrementó de seis a 12 metros.
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