Investigadores con vocación empresarial, pueden crear empresas de base tecnológica

  • México registra un rezago en patentes solicitadas, transferencias tecnológicas y la creación de empresas.
Mérida, Yucatán.- En México, el impacto económico de la comunidad de investigadores no corresponde a la dimensión del país, en el Sistema Nacional de Investigadores (SIN) hay cerca de 27 mil científicos y la tasa de generación de conocimiento ha crecido sustancialmente, sin embargo, se tiene un rezago en términos de números de patentes solicitadas, transferencias tecnológicas o creación de empresas de base tecnológicas afirmó, Enrique Galindo Fentanes Secretario de Vinculación del Instituto de Biotecnología de la UNAM.

En la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Galindo Fentanes presentó la conferencia “Innovación y Emprendimiento de Base Tecnológica en Centros Públicos de Investigación y los Cambios en la Ley que Deberían Fomentarlos”, e la que participaron investigadores, así como académicos de ese plantel.

En entrevista explicó que uno de los principales obstáculos para el emprendimiento por parte de investigadores, es que el 70 por ciento trabajan en universidades o centros públicos de investigación.

“Hasta diciembre de 2015, la Ley a nivel federal impedía la participación de los investigadores de las instituciones en empresas a las que se les pudieran transferir las tecnologías generadas en la misma institución, impedimento que ya no existe”, apuntó.

Agregó que el 8 de diciembre de 2015, se logró que la Cámara de Diputados aprobara unánimemente reformas a la Ley de Ciencia y Tecnología y a la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, el espíritu de esta Ley, hace una excepción al conflicto de interés para el caso de la participación de los investigadores en la creación de empresas, la cual no sólo permite la formación de empresas por investigadores de las instituciones públicas y la transferencia de tecnologías a dichas empresas, sino que también las estimula, es decir es una Ley con espíritu de fomento.

“A nivel internacional esta excepción al conflicto de interés es aceptada y ha disparado la innovación en los países en los que se ha implementado”.

Las reformas a las leyes mencionadas establecieron un plazo de 180 días para que las instituciones públicas de investigación adoptaran lineamientos específicos para adecuar su legislación a las reformas. Lamentablemente, sólo un limitado número de instituciones han cumplido con este requisito legal (que venció el 7 de junio de 2016) y en algunas de las muy contadas instituciones que lo cumplieron, se establecieron normas que paradójicamente son más restrictivas e inhibitorias que las que existían antes de la reforma.

Destacó que ahora los investigadores en México, tienen una oportunidad única, no solo para generar conocimiento, sino para contribuir a llevar la economía a una basada en el conocimiento, generando empleos de alta calidad y riqueza para nuestra sociedad.

 “Podemos llevarlo a cabo con acciones que contribuyan a cambiar la realidad industrial de nuestro país, creando un dinámico sector privado, sustentado en la ciencia, tecnología e innovación. Si las empresas “tradicionales” no lo han logrado, hay que fomentar la gestación de una nueva generación de investigadores-empresarios que lo hagan”, resaltó.

Cabe resaltar que Galindo Fentenes también ha trabajado en el desarrollo de tecnologías para el control biológico de la principal enfermedad del mango (antracnosis), que ha permitido la producción de mango de alta calidad destinado a la exportación.

La trayectoria del Dr. Galindo ha sido reconocida con varios premios destacando en el 2015, el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en la categoría de Innovación, Tecnología y Diseño.

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