- Rogerio Castro declina la candidatura al gobierno estatal a favor del expanista
Justificó: “Así como nuestro paisano Carlos Castillo Peraza,
se fue en 1999 por sentirse traicionado, en estos días de reflexión tuve que
tomar esta decisión difícil, pero inevitable ante una traición de Mauricio Vila
y la cúpula panista, no solo a un servidor sino a la sociedad yucateca”.
Al anunciar que se va a Morena afirmó: “no estoy buscando
ninguna pluri, ni tampoco algún espacio asegurado, me voy a los espacios de lucha, donde pueda seguir
sirviendo a la sociedad”, pero horas más tarde el también ex diputado federal,
Rogerio Castro, declinó a la candidatura al Gobierno del Estado para dejar el
camino a Huacho.
Insistió que tomó esta “decisión difícil” e “inevitable” “ante
una traición de Mauricio Vila y la cúpula panista, no solo a un servidor sino a
la sociedad yucateca. Yo no me voy del PAN por voluntarismo, sino porque las
cúpulas me dejaron claro, que no soy necesario y que soy incluso un estorbo a
sus intereses económicos y políticos”.
Mensaje de Joaquín Díaz Mena.
5 de Marzo de 2018
Cuando llegué al PAN, no llegué con una candidatura con
victoria asegurada, pues fui el primer candidato del PAN a la alcaldía en la
historia de mi municipio y ganamos y gobernamos San Felipe un total de 5
alcaldes consecutivos.
En 2004 ganamos la Diputación local del X Distrito con
cabecera en Tizimín y con 10 municipios del oriente del estado, siendo el
primer Diputado Local panista de mayoría en el distrito.
En 2006 ganamos la Diputación Federal del I Distrito con
cabecera en Valladolid y 32 municipios más, siendo el primer Diputado Federal
del PAN en esa demarcación, pues nunca antes se había ganado, ni se ha vuelto a
ganar.
En 2012 por decisión de los militantes del PAN, tuve el
honor de ser candidato a Gobernador y el privilegio de haber obtenido la
votación más alta de la historia del Partido Acción Nacional en Yucatán.
Hoy me siento con la conciencia tranquila, reconociendo los
espacios que me dio el PAN y satisfecho por las victorias que yo le pude dar al
PAN, en territorios donde nunca se había ganado.
Los yucatecos han sido testigos de la forma tan burda en que
se me traicionó, por quienes ahora piden generosidad y no la pusieron en
práctica, haciendo caso omiso a las voces ciudadanas que les pedían no
agandallarse y advertían que hacerlo era una burla para todos.
De la doctrina de los fundadores del PAN, aprendí que un
valor primordial es el respeto a la dignidad de las personas y éste valor, es
el que han pisoteado y denigrado los actuales dirigentes del PAN estatal y
nacional.
En Enero de 2017 manifesté públicamente mi interés por
buscar la candidatura del PAN a la Gubernatura de Yucatán, dije que nada estaba
escrito, que respetaría acuerdos y encuestas y así lo hice, por lo que en
Diciembre pasado decliné, para competir entonces por la senaduría, que a la
mala se me arrebató. Fue un error haber confiado en quienes una y otra vez han
demostrado que traicionan, no cumplen sus compromisos y carecen de escrúpulos.
Declaré a varios medios en ese entonces, que si no obtenía
la candidatura a la gubernatura o al senado, seguiría en el PAN y me retiraría
a mi casa.
Acepto públicamente que me equivoque con esa aseveración,
porque no me esperaba ver lo que hemos visto en estos últimos 120 días, en los
que salió a relucir la descomposición a
la que los actuales dirigentes han llevado al PAN y por ello llegué a la conclusión de que irme a
mi casa sería egoísta y cobarde ante miles de yucatecos, que me han dado su
confianza y que esperan que siga luchando.
En estos últimos días, a pesar de tener a mi favor encuestas,
trabajo y trayectoria, mis argumentos fueron tirados a la basura en el CEN del
PAN, donde se llenan la boca de combatir
la corrupción mientras la protegen y con el dolor de mi corazón comprobé, que
ese PAN del que me enamoré, por el que luché, por el que trabajé en los 106
municipios, por el que me entregué en cuerpo y alma estos 17 años, ya no es
el mismo, pues lo convirtieron en un
club de mirreyes que se protegen unos a otros y que piensan que pueden seguir
abusando de la gente del pueblo, pues creen que van a votar por la marca sin
analizar las personas.
Si los fundadores del PAN resucitaran, se volverían a morir
de tristeza al ver lo que han hecho con
la noble institución que con tanto esfuerzo construyeron en 1939, al
haberse adueñado de ella una caterva sin escrúpulos que pisotea los ideales,
los valores, los principios, la legalidad y la esencia del PAN, para saciar sus
ambiciones de poder, sus intereses económicos y que con soberbia le dan la
espalda a la militancia y a la sociedad.
Por todo esto, el día de hoy presenté ante el Comité
Ejecutivo Nacional mi RENUNCIA formal al Partido Acción Nacional.
La decisión que hoy tomo es una decisión muy difícil en lo
emocional, muy dura en lo anímico, porque quizás seríaa más fácil hacerse a un
lado y olvidarme de todo; pero el Maquío decía que solo está derrotado el que
ha dejado de luchar y yo no quiero derrotarme en mis ideas y valores, he
decidido no dejar de luchar por lo que creo y por lo que sueño para tantos
yucatecos que han sido excluidos y marginados.
A los militantes del PAN de todo Yucatán, quiero decirles
que a pesar de que las cúpulas actuales del partido nos han cerrado las puertas
y caminos, los panistas cuentan con mi reconocimiento a sus luchas, mi respeto
a sus convicciones y tendrán siempre mi
amistad, afecto y agradecimiento; tengan
la seguridad de que siempre, desde la trinchera que sea, estoy y estaré para
servirles.
Siempre he reconocido al panismo militante de las bases,
gente valiosa y trabajadora, entregada siempre a valores e ideales nobles,
personas honestas que siempre actúan por amor a Yucatán y a México, pero que
tristemente son utilizadas en épocas electorales y después son olvidadas por
quienes se benefician de sus esfuerzos y ya en los cargos se olvidan de quienes
los ayudaron a llegar. A todos ellos mi gratitud por siempre.
Así como nuestro paisano Carlos Castillo Peraza, se fue en
1999 por sentirse traicionado, en estos días de reflexión tuve que tomar esta
decisión difícil, pero inevitable ante una traición de Mauricio Vila y la
cúpula panista, no solo a un servidor sino a la sociedad yucateca.
Yo no me voy del PAN por voluntarismo, sino porque las
cúpulas me dejaron claro, que no soy necesario y que soy incluso un estorbo a
sus intereses económicos y políticos.
Estoy consciente que no faltarán voces que me adjudiquen el
mote de traidor, pero quienes lo hagan, en el fondo saben que en la realidad
eso no es verdad.
Yo no he traicionado ni principios ni legalidad en mi
proceder, yo siempre he respetado la dignidad de las personas, los verdaderos
traidores son los que no cumplen su palabra, los que pisotean espíritu, esencia
y valores, quienes solo buscan repartir candidaturas a su selecto grupo,
pidiendo generosidad de manera cínica, mientras se agandallan todo, dando la
espalda a los militantes y a la sociedad de Yucatán.
El tiempo lo va a dejar en claro. A los panistas les digo,
que lo que se aprende bien, no se olvida; que de lo que viví junto a ellos no
me arrepiento, y si algo aprendí de la doctrina del PAN es que defender nuestra
dignidad significa : Nunca vivir de rodillas.
Renuncio al PAN pero mantengo la convicción, de mi vocación
de servicio y mi participación para
luchar por causas justas de los yucatecos, esa convicción está en mí, más
vigente que nunca.
Acepto desde este momento la invitación del Movimiento de
Regeneración Nacional para sumarme a la coalición “Juntos Haremos Historia”
encabezada por Andrés Manuel López Obrador y al hacerlo, no estoy buscando
ninguna pluri, ni tampoco algún espacio asegurado, me voy a los espacios de lucha, donde pueda seguir
sirviendo a la sociedad.
Por ello mi postura personal, es que estaré ahí como
ciudadano externo, mis principios y
valores, así como mi vocación de servicio no cambian por colores o por siglas,
seguiré siendo el Huacho Díaz Mena que muchos han conocido, siempre tratando de hacer política de una
manera atípica, como me enseñaron mis padres y yo le inculco a mis hijos,
entregándonos a los demás, logrando cuando ayudamos a alguien alimentar nuestra
alma; la política para mí y para mi familia, es un proyecto de vida con el
único objetivo de servir a nuestro querido Yucatán.
El pueblo de Yucatán está por encima de colores
partidistas, pues todos aspiramos a
lograr un nivel de vida digno para nuestros hijos y por ellos llegue a la
conclusión de que no puedo irme a mi casa y de manera egoísta colgar mi hamaca
frente al mar de San Felipe, por ellos no claudicaré jamás, en la búsqueda de
más oportunidades y una vida mejor para todos.
Seguiré para adelante, porque la historia no se escribe
sola, tenemos que participar para escribirla e invito a todos sin distingos de
ninguna clase: a que Juntos hagamos historia, Vamos por un mejor Yucatán.
Siempre he reconocido al panismo militante de las bases, gente
valiosa y trabajadora, entregada siempre a valores e ideales nobles, personas
honestas que siempre actúan por amor a Yucatán y a México, pero que tristemente
son utilizadas en épocas electorales y después son olvidadas por quienes se
benefician de sus esfuerzos y ya en los cargos se olvidan de quienes los
ayudaron a llegar. A todos ellos mi gratitud por siempre.
Así como nuestro paisano Carlos Castillo Peraza, se fue en
1999 por sentirse traicionado, en estos días de reflexión tuve que tomar esta
decisión difícil, pero inevitable ante una traición de Mauricio Vila y la
cúpula panista, no solo a un servidor sino a la sociedad yucateca.
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