#UnDiacomoHoy, 30 de julio, nacieron los escritores Emily
Brontë y Dominique Lapierre, el escultor Henry Moore y el poeta Salvador Novo;
murieron el bardo Thomas Gray, el arquitecto Nicolas de Pigage y el escritor
Héctor Tizón.
#LaFraseDelDia “El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en
lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo”: Emily Brontë,
fue una escritora inglesa, autora de 'Cumbres borrascosas'.
Emily Brontë
Emily Jane Brontë (Thornton, nació en Inglaterra el 30 de
julio de 1818 y murió en Haworth, Inglaterra el 19 de diciembre de 1848. Fue
una escritora británica. Su obra más importante es la novela Cumbres borrascosas
(1847), considerada un clásico de la literatura inglesa, que fue publicada bajo
el seudónimo masculino de Ellis Bell para sortear así las dificultades que
tenían las mujeres del siglo xix en el reconocimiento de su trabajo literario.
La novela, considerada inicialmente como salvaje y burda por
los críticos, fue reconocida con el tiempo como la expresión más genuina,
profunda y contenida del alma romántica inglesa y una de las obras más importantes
de la época victoriana.
Fue la quinta de seis hermanos. En 1820 la familia se
trasladó a Haworth, donde su padre fue nombrado párroco anglicano.
Su madre murió el 21 de septiembre de 1821 y, en agosto de
1824, Charlotte y Emily fueron enviadas con sus hermanas mayores, María y
Elizabeth, al colegio de Clergy Daughters, en Cowan Bridge, Lancashire, donde
cayeron enfermas de tuberculosis. En este colegio se inspiró Charlotte Brontë
para describir el siniestro colegio Lowood que aparece en su novela Jane Eyre.
María y Elizabeth volvieron enfermas a Haworth y murieron de tuberculosis en
1825. Por este motivo, y por las pésimas condiciones del colegio, la familia
sacó a Charlotte y a Emily del internado.
Durante su infancia y tras la muerte de su madre, las tres
hermanas Brontë, y Emily, junto a su hermano Branwell, inventaron un mundo de
ficción formado por tres países imaginarios —Angria, Gondal y Glass Town— y
solían jugar a inventarse historias ambientadas en él.
Para divertirse entre ellas en aquel pueblo aislado,
transformaron en su imaginación unos soldados de madera en personajes de una
serie de historias que escribieron sobre el reino imaginario de Anglia,
propiedad de Charlotte, y su hermano Branwell (1817-1848), y el de Gondal, que
era el de Emily y Anne. Se conservan un centenar de cuadernos escritos a mano,
iniciados en 1829, de las crónicas de Anglia, pero ninguno de la saga de
Gondal, iniciados en 1834, a excepción de algunos poemas de Emily.
En 1838, Emily empezó a trabajar como institutriz en Law
Hill, cerca de Halifax. Más tarde, junto a su hermana Charlotte, fue alumna de
un colegio privado en Bruselas, hasta que la muerte de su tía la hizo volver a
Inglaterra. Emily se quedó a partir de entonces como administradora de la casa
familiar.
La gran preocupación de sus últimos años fue el cuidado de
Branwell, un hombre fracasado en la pintura, que había sido despedido del
modesto empleo que había logrado en las oficinas del ferrocarril y expulsado de
la escribanía de un tal señor Robinson por cortejar a su esposa. La adicción a
la bebida fue extrema en los últimos años a la que añadió el consumo
indiscriminado del opio.
Emily, considerada una persona severa, de temperamento
intransigente y poco efusiva, le atendió hasta el final de sus días. Permanecía
despierta hasta que Branwell, ebrio y desvariando regresaba al hogar, lo que
ocurría con frecuencia a altas horas de la noche, para ayudarle a acostarse.
Parece que muchas páginas de Cumbres borrascosas y algunos de sus poemas fueron
escritos durante estas vigilias.
En 1846, Charlotte descubrió por casualidad las poesías que
escribía su hermana Emily. Las tres hermanas Brontë decidieron entonces
publicar un libro de poesía conjunto.
En el tomo destacan especialmente las poesías de Emily a la
que la crítica literaria ha considerado como una de las mejores poetisas de
Inglaterra. Las de Anne, aunque no de tan alto nivel, son también superiores a
las de Charlotte, cuyo talento era esencialmente novelesco. Sólo se vendieron
dos ejemplares del libro, que pasó inadvertido; pero las Brontë no se
desanimaron y decidieron escribir una novela cada una.
En 1847 Emily publicó Cumbres Borrascosas, una novela que se
ha convertido en un clásico de la literatura inglesa victoriana a pesar de que
inicialmente, debido a su innovadora estructura, desconcertó a los críticos.
Al igual que la de sus hermanas, la salud de Emily fue
siempre muy delicada. Murió el 19 de diciembre de 1848 de tuberculosis a los 30
años, tras haber contraído un resfriado en septiembre durante el funeral de su
hermano. Fue enterrada en la iglesia de San Miguel de Todos los Santos en
Haworth, Yorkshire del Oeste, Inglaterra.
Para evitar los prejuicios que recaían en la época sobre las
mujeres escritoras las tres hermanas utilizaron seudónimos masculinos: Currer
Bell, Ellis Bell y Acton Bell1 empleando cada hermana las iniciales de su
nombre en ellos.
Las tres escribieron novelas con protagonistas femeninas
independientes, valientes e inteligentes, que vivían historias de amor muy
apasionadas. Sus historias y personajes que no eran muy bien vistos en su
época, y si firmaba una mujer la censura era mayor. En una ocasión Charlotte
Brontë mandó unos versos en busca de apoyo al poeta Robert Southey y recibió
como toda respuesta lo siguiente: «La literatura no es asunto de mujeres y no
debería serlo nunca». No fue hasta que sus libros tuvieron éxito que Charlotte
Brontë decidió descubrir su verdadera identidad.
Cumbres Borrascosas ha sido llevada varias veces al cine
desde la época muda. La adaptación más valorada mundialmente es la que William
Wyler dirigió en 1939 con Laurence Olivier, Merle Oberon y David Niven en los
papeles protagonistas. Pese a ser, como todas, una versión parcial de la
novela, la cinta consigue no traicionar el espíritu de la historia y resulta
dramática, romántica y viva.
En 1953, Luis Buñuel hizo una adaptación aún más fiel a la
novela en México, titulada Abismos de pasión, donde los personajes no son tan
seductores como en la versión de 1939. Además, no se preocupa por adaptarla al
gusto de Hollywood, sino que rescata sobre todo el espíritu extremo de los
personajes. No hace ningún esfuerzo en hacer «querible» a Heatchcliff, porque
lo quiere como lo expone Brontë: violento, burdo, inadaptado, resentido, y
profundamente enamorado. No se esfuerza por dar a Catherine pinceladas de
«humanidad», porque la quiere como es: caprichosa, histérica, frágil, con los
defectos de toda niña mimada y profundamente enamorada. Además, la brecha de la
diferencia social entre ellos dos se hace más notoria.
Emily murió el 19 de diciembre de 1848 y está sepultada en Yorkshire.
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