Incluso, a lo largo del periodo de supervisiones se tuvo
conocimiento de cuatro municipios en donde acontecieron igual número de
suicidios, Umán, Tetiz, Valladolid y Chixulub Pueblo, por lo que es importante
tomar medidas para evitar que se repitan estos hechos.
El Centro de Supervisión Permanente a Organismos Públicos de
la CODHEY, en atención a las atribuciones conferidas por los artículos 6 y 15
fracción XV, de la Ley efectuó del primero de julio del año 2012 hasta el 30 de
junio de 2013 un total de 106 supervisiones de cárceles públicas en igual
número de municipios en el Estado, cuya finalidad es el respeto de los Derechos
Humanos de aquellas personas que por algún motivo fueron arrestadas.
Durante las visitas,
se ha verificado las condiciones en que se efectúan las detenciones, las
condiciones de ingreso y permanencia de las personas arrestadas en las áreas de
aseguramiento, así como de su egreso.
Es importante señalar que en este período las supervisiones
coincidieron con el inicio de las nuevas administraciones municipales en el
Estado, por lo que casi la totalidad de las comandancias presentaron cambios en
el personal que las compone, muchos de los cuales no tienen conocimientos
básicos en relación con el procedimiento para los arrestos.
De las supervisiones realizadas por el personal del Centro
se encontró que de las Direcciones de Policía Municipal, únicamente el 30 por
ciento contaban con registro de ingreso de personas arrestadas, esto se debe
principalmente al desconocimiento del propio personal encargado de las
comandancias, aunado -según argumentan-, “al bajo índice de arrestos
considerando innecesario realizar este procedimiento”, aludiendo a los usos y
costumbres de la localidad.
Asimismo, el personal de las comandancias desestimó llevar
algún registro de pertenencias por no considerarlo necesario, además de que en
la gran mayoría de los casos no cuentan con un lugar adecuado para dicho
resguardo, esto sumado a que la persona responsable de los objetos no está
claramente designada.
Como se ha mencionado anteriormente, la gran mayoría del
personal policial en las comandancias es de nuevo ingreso, por lo que existe
mucho desconocimiento acerca de sus funciones, en este sentido resulta
preocupante que hasta la fecha únicamente solo el 40 por ciento de las
Direcciones de Policía hayan recibido capacitación al respecto.
Cabe señalar, que
algunos de los entrevistados señalaron que son los mismos ayuntamientos los que
no han promovido dicha capacitación a pesar de que los oficiales lo solicitan.
Alrededor de un 72% de los lugares visitados se encontró que
el personal de la comandancia desconoce la existencia de reglamentaciones,
tales como los bandos de policía y buen gobierno de sus comunidades.
De la totalidad de las Direcciones inspeccionadas, solo en
14 manifestaron realizar algún tipo de revisión médica antes de ingresar a las
celdas; entre los motivos expresados por el resto de las comandancias para no
realizarlo se encuentra la falta de apoyo médico que realice esta labor y falta
de recursos económicos.
Es importante señalar que gran parte de los entrevistados no
consideran una necesidad realizar dicha certificación, dado que un 90% de los
arrestos se relacionan con el consumo de bebidas alcohólicas, por lo que el
procedimiento es similar en esos casos, encerrar a la persona hasta que los
efectos del alcohol disminuyan y posteriormente dejarlos en libertad,
generalmente 12 horas después.
En cuanto a las condiciones materiales ha podido constatarse
que la inmensa mayoría carece de infraestructura adecuada para la estancia de
personas que cumplen sanciones por faltas administrativas, como se ha hecho
mención en informes anteriores, la mayoría no cumple con requerimientos mínimos
en sus instalaciones y mucho menos con las condiciones mínimas de higiene.
Se carece de un lugar de descaso para los arrestados, las
dimensiones de las celdas son reducidas, no tienen iluminación natural y/o
artificial suficiente, no tienen
sanitario en el interior de las celdas, entre otras.
Cabe resaltar que los entrevistados manifestaron que las
nuevas administraciones municipales recibieron las celdas en malas condiciones,
por lo que responsabilizan a las autoridades de las administraciones anteriores
sobre el deficiente estado de los espacios.
No obstante lo anterior, pudo comprobarse que
independientemente de las condiciones materiales, la higiene en casi la
totalidad de los lugares visitados es por demás
deplorable, cuestión que poco tiene que ver con responsabilizar a las
autoridades salientes en los ayuntamientos.
Las justificaciones para tal situación han sido variadas,
desde que no hay personal de limpieza o que los policías del turno siguiente
son los responsables o de plano, no hay
quien la realice y así se queda; sobra decir que los arrestados al estar en
contacto con heces fecales, orines, comida en descomposición y/o fauna nociva durante su estancia en las celdas, arriesgan
de manera directa su salud.
No hay comentarios.
Publicar un comentario