México, DF.- Para la coreógrafa canadiense Marie Chouinard
son los espectadores quienes han calificado sus obras como provocadoras y
transgresoras cuando en la práctica, ella asegura no creer en la magia sino en
la realidad y la poesía al explorar el cuerpo como vehículo del arte.
En entrevista vía telefónica, la creadora definida por The
New York Times como un "un desenfrenado huracán de imaginación", dijo
sentirse emocionada de visitar por primera vez la sala Principal del Palacio de
Bellas Artes del 1 al 3 de agosto.
El programa estará conformado por las obras La consagración
de la primavera a partir de la partitura de Igor Stravinsky y el Preludio a La
siesta del Fauno, con música de Debussy.
Calificada como “un ataque a la belleza inmutable del arte”,
en su estreno en 1913, La consagración de la primavera en la que se observan
rituales eslavos para celebrar la llegada de la primavera, cuenta con versiones
de importantes creadores de la talla de Maurice Béjart, el austriaco Klaus
Obermaier, la alemana Pina Bausch, el finlandés Tero Saarinen y el francés
Angelin Preljocaj.
A diferencia de estas propuestas, en el caso de la compañía
de Marie Chouinard, participan 10 ejecutantes entre hombres y mujeres con un
predominio en los solos con el fin de sacar a la luz el misterio interno de
cada bailarín.
Esta pieza ha sido fundamental para la compañía pues se
trata de la primera coreografía creada a partir de una partitura musical, cuyos
movimientos surgieron como parte de una serie de alucinaciones, producto de un
prolongado ayuno.
“Fueron alusiones auditivas a partir de la música de
Stravinsky que dieron paso a la idea de movimientos intensos que no respetan
narrativa o cronología, sino que siguen a los sonidos”.
La partitura de Igor Stravinsky se ha vuelto representativa
al transgredir la simetría y la expectativa, de ahí que sea inquietante y
emocionante. En ese sentido, la coreógrafa comentó que para trasladar en
movimiento sonidos con estas características, desarrolló una técnica que parte de
la columna vertebral y sale como si fuera un látigo reflejado en movimientos
donde la vitalidad de la forma y lo que hay adentro del cuerpo humano, es lo
importante.
En cuanto al Preludio a la siesta del fauno, creada
especialmente para el festival de Taipei en 1994, se trata de la segunda
versión de Marie Chouinard para la pieza coreografiada por Vaslav Nijinsky en
1913.
La coreografía se destaca por los desplazamientos de perfil
que remiten a los frisos griegos y que fueron tomados por Chouinard a partir de
las fotos de Adolphe de Meyer que documentan el trabajo de Nijinsky.
El resultado es un solo a cargo de una bailarina, que
gracias a una caracterización muy contemporánea y el manejo de la iluminación,
muestra la inteligencia interna del cuerpo y la complejidad de sus
articulaciones y mutaciones, a través de
la animalidad entrañable del ser mitad hombre y mitad bestia.
Fundada en 1990, la compañía Marie Chouinard se ha
caracterizado por explorar la poética del cuerpo en directas, sorprendentes e
inteligibles maneras con el apoyo de efectos teatrales y la presencia del
bailarín como una entidad singular.
Marie Chouinard ha
sido reconocida con el Gran Premio del Consejo de las Artes de Montreal por
Body Remix/ Golbberg_Variatons en el
2006; el premio del Gobernador General de Artes Escénicas Premios en Ottawa en
2003; el premio a la coreografía por la Sociedad de autores y compositores
dramáticos (SACD), en París, y el Premio al Rendimiento (para Carol Prieur y
Benoît Lachambre) en el Moving Pictures Festival de Danza, Cine y Video en
Toronto, además del Premio Bessie en Nueva York en el 2000.
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