Desde el punto de vista biológico, este fenómeno ha sido
concebido como un fenómeno integral, que involucra nuestro cerebro y órganos
productores de hormonas, como la hipófisis y la glándula adrenal. Surgen
procesos de atracción motivados por la percepción y el consecuente placer
producido por la estimulación de nuestros sentidos.
Durante el enamoramiento ocurren cambios fisiológicos en el
organismo; se modifica la producción de hormonas, cambia de forma notable el
estado de ánimo e, incluso, se llega a tener una percepción diferente de la
realidad.
Cuando se está enamorado puede haber episodios de ansiedad y
estrés moderados, que se manifiestan a través de un aumento en la sudoración,
la presión arterial, el ritmo cardiaco y en los movimientos peristálticos
intestinales, comúnmente conocidos como “mariposas en el estómago”.
Bases Biológicas de la Fidelidad y Análisis sobre el Origen
de la Monogamia es el nombre de la investigación en la que trabajan los
doctores Adriana Morales Otán y Armando Ferreira Nuño, ambos miembros del
Departamento de Biología de la Reproducción, de la mencionada casa de estudios.
Las pruebas realizadas con roedores consistieron en colocar
cuatro cilindros de acrílico de 50 por 40 centímetros en una charola con arena,
de manera que sus paredes quedaran una junto a la otra.
En cada cilindro ubicaron a un macho sexualmente activo, y
en el centro de la arena pusieron a una rata hembra, con el fin de que elija al
macho con el que desee copular.
Posteriormente a esto, los investigadores observaron que
dicha hembra prefirió copular con el mismo macho durante un lapso de 15 a 30
minutos que duró la prueba.
“En los roedores
usados para el estudio, tal conducta no puede describirse como un
comportamiento monógamo o de fidelidad, pero sí de una fidelidad secuencial en
la que las hembras tienen preferencia por un mismo macho en un determinado
periodo de tiempo”, explicó Ferreira Nuño.
La conducta mostrada
por la hembra no establece la monogamia de manera definitiva. Sin embargo, los
especialistas suponen que este evento puede estar relacionado con una cuestión
de tipo hormonal.
“Estudios realizados en otros países informan que el olor
puede influir en la selección de pareja: durante el proceso olfativo hay una
segregación del complejo mayor de histocompatibilidad, una sustancia que
permite sentir atracción hacia un hombre o una mujer con características
genéticas diferentes de las personales, lo que evita la consanguinidad entre
parientes”, dijo el doctor Ferreira.
Asimismo, el investigador refirió que, luego de tres o
cuatro años, el enamoramiento concluye, lo que daría paso a decidir si la
relación amorosa continúa o termina.
De acuerdo con Gilda
Flores Rosales, catedrática del Departamento de Ciencias Biológicas, de la
Facultad de Estudios Superiores (fes) Cuautitlán, de la UNAM, el enamoramiento
surgido en el cerebro no es eterno.
Flores Rosales
expresó que la atracción bioquímica se agota, el organismo resiste las
sustancias que produce el cerebro durante el enamoramiento, para entrar a una
segunda fase en la relación: la del apego. Aquí se pasa de un amor netamente
biológico a otro que involucra sentimientos, capacidad intelectual y la
voluntad para continuar con la pareja.
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