- Acusan que puso en riesgo la vida de los periodistas que cubren sus actividades
- El Sindicato de Periodistas Profesionales pidió a los distintos medios de comunicación que suspendan la cobertura cara a cara en el Palacio de Planalto
Brasilia.- La Asociación Brasileña de Prensa (Associação Brasileira de Imprensa - ABI) informó, horas después de que el presidente Jair Bolsonaro confirmara que tiene coronavirus, que presentará un informe ante la Corte Suprema Federal contra el mandatario de derecha a quien acusa de cometer un delito en la conferencia de prensa en la que anunció que había dado positivo.
La organización asegura que al quitarse, en un momento de su discurso, el tapabocas que tenía para evitar contagios puso en riesgo la vida de los periodistas que estaban allí. "El presidente continúa actuando de manera criminal y poniendo en peligro la vida de otras personas. Este martes rompió con el aislamiento recomendado por los médicos, recibió periodistas que considera de acuerdo con sus políticas para informar personalmente que está contaminado, se mostró cerca de ellos e incluso se quitó la máscara", dice el grupo en un comunicado.
De acuerdo con la asociación, Bolsonaro violó dos artículos del Código Penal: el 131 y el 132. El primero habla sobre las prácticas que pueden terminar en la transmisión de una enfermedad grave y estiman penas de hasta cuatro años de prisión. El segundo refiere al hecho de poner en riesgo la vida de otro y prevé una pena de tres meses a un año de cárcel.
Por su parte, en Brasilia, el Sindicato de Periodistas Profesionales pidió a los distintos medios de comunicación que suspendan la cobertura cara a cara en el Palacio de Planalto con el objetivo de proteger a los reporteros que trabajan allí.
Ayer, tras el revuelo generado por el positivo de Bolsonaro, también se generó una polémica por la forma en que el mandatario de derecha decidió contar que estaba enfermo. En una conferencia de prensa protagonizada solo por él, habló con unos pocos periodistas sin respetar la distancia mínima ni el tiempo máximo de contacto recomendados por la OMS y con un tapabocas que antes de terminar se sacó para mostrar que se encontraba "bien".
El presidente de Brasil mantuvo así su postura desafiante ante la pandemia. Desde su residencia oficial en Brasilia, donde se está tratando con hidroxicloroquina, el ultraderechista de 65 años relató que empezó a sentirse mal el domingo y que el lunes empeoró, al sentir dolores musculares, "cansancio, indisposición y fiebre de 38 grados".
Su actitud en la conferencia es una muestra más de su postura que ya desde el inicio de la pandemia minimiza la enfermedad pese a que el país es el segundo a nivel mundial más afectado.
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