Las creencias de los mayas sobre la cacería del venado: dueños del monte, aluxes, malos aires…

Las creencias de los mayas sobre la cacería del venado: dueños del monte, aluxes, malos aires… Foto A. Ríos

  • Los cazadores mencionaron la creencia  de la transformación del venado en una serpiente venenosa, usualmente víbora de cascabel (tzabkan, en lengua maya), que “nueve veces (...) viene a revolcarse”, según un cazador de 40 años,de edad, para convertirse en venado”. 
  • “Saberes locales del campesino - cazador maya asociados con la cacería de venado cola blanca y pecarí de collar” de la inveswtigadora Ameyalli Rios Vázquez, quien entrevistó a 30 cazadores en una comunidad de la Reserva de la Biósfera Los Petenes, Campeche

Mérida, Yucatán. Las creencias de los mayas regulan la cacería de subsistencia del venado cola blanca y pecarí de collar porque se enfrentan, en determinadas épocas del año y de la vida, a los dueños del monte, a los aluxes, a los “malos aires” y otros mitos que documentó la maestra en ciencias en la especialidad de Ecología Humana, Ameyalli Rios Vázquez, durante dos años, de los cuales dos meses convivió en una comunidad de la Reserva de la Biósfera Los Petenes, Campeche, donde entrevistó a 30 cazadores.

--“El 56% de los cazadores de batida cree en dueños o cuidadores del monte y/o de los animales, mientras que el 30% de los cazadores de batida no cree en ellos. Estos últimos explicaron que no creen en ellos porque no los han visto o escuchado, aunque saben que hay personas que sí los han percibido o que hay “cosas” en el monte que espantan a las personas, pero no las definieron como dueños”, expuso durante el Seminario Permanente "Etnobiología: Patrimonio Biocultural y Diálogo de Saberes" con el tema “Saberes locales del campesino - cazador maya asociados con la cacería de venado cola blanca y pecarí de collar”.

Señaló que la cacería es un tema controversial pero al convivir con los habitantes observó que los campesinos van al monte a cazar para subsistir, para la alimentación familiar aunque en algunas ocasiones venden la carne dentro de la misma comunidad y el dinero lo utilizan para comprar otros alimentos. Generalmente al terminar la batida, hay una repartición de carne entre los participantes y las mujeres preparan los alimentos. También es un medio de convivencia.

Dijo que, aunque hay varias modales de cacería, una de las más comunes es el p´uuj o batida grupal, pues unos campesinos acompañados por perros “empujan” a la presa hacia el grupo de tiradores.

Durante la entrevista los cazadores le mencionaron la creencia  de la transformación del venado en una serpiente venenosa, usualmente víbora de cascabel (tzabkan, en lengua maya), que “nueve veces (...) viene a revolcarse”, según un cazador de 40 años, de edad, para convertirse en venado”. 

Expresaron que sucede durante la época en que el venado juega y que coincide con la época de apareamiento de esas serpientes. Estas creencias fueron relatadas como anécdotas vividas por familiares o amigos o como vivencias propias:

--“Cuando fuimos a la batida, ese tiempo que te digo [septiembre], (…) es una venada ya lo vi, (…) la vi que paró [hace el sonido de un disparo], vi que cayó el venado. Acercamos y "¿dónde se fue? pero los perros patearon así ¡coño! ¿dónde está?" no´mbre, se perdió el rastro del venado (…). Empezamos a buscar, cuando vimos, es una culebra de esas chocolate, en su mero cuello le di, era el venado, narró otro cazador, de 44 años de edad.

Otra creencia está asociada a la época de finados o Día de Muertos. Se dice, añadió la investigadora, que en estos días no es recomendable salir a cazar en grupo, ya que es probable que se confunda a los compañeros con una presa.

--“Según me ´tá comentando mi difunto papá, en estos días así de pibipollo, si te vas así, capaz que suceda unos accidentes, ves a tus propios compañeros como venado, y al malo, ya te está poniendo a ti, ya quizás disparas a tus propios compañeros, contó un cazador de 41 años de edad.

Las creencias de los mayas sobre la cacería del venado: dueños del monte, aluxes, malos aires…

También relataron la suerte que da la piedra de venado o tunich kéej, las bolas y el colmillo, y rituales para asegurar la obtención de una presa en un lugar determinado como curar el monte.

También dijeron que consumir carne de hembras gestantes, lactantes y crías de venado no es recomendable. Aunque es una creencia menos difundida en el grupo de batida, indicaron que este tipo de carne está contaminada y no sirve para consumo humano.

Los cazadores de mayor edad contaron que también hay aluxes en los montes que ahuyentan a los cazadores con piedras o chiflidos, porque no les gusta que estén en su terreno.

--“Pues eso aluxes es maleante, hace daño con una persona. [Yo] no lo ha visto porque es viento eso, no lo veo. Cuando estás espiando uno así, tira ese palo que está allá, pega como una piedra así, se lo baja, van a golpear uno (…) pa´ que no se tire. (…) En el monte ´tá cuidando los animales allá, no todos los lugares hay, pero sí hay (cazador, 72 años). Cuando en el sitio de caza perciben la presencia de aluxes, es mejor retirarse porque no obtendrán una presa. No obstante, se pueden hacer ofrendas de comida y/o copal para pedir permiso de cazar en ese lugar, porque “hay que dar algo para que come, es el pozole que van a poner allá de su camino del venado, (...) así puedes tirar venado, (…) pero tienes que dar vueltas, no como un rato van a ir”, contó el campesino, de 72 años de edad.

En su investigación señala que el 56% de los cazadores de batida cree en dueños o cuidadores del monte y/o de los animales, mientras que el 30% de los cazadores de batida no cree en ellos. Estos últimos explicaron que no creen en ellos porque no los han visto o escuchado, aunque saben que hay personas que sí los han percibido o que hay “cosas” en el monte que espantan a las personas, pero no las definieron como dueños.

Quienes creen en la existencia de dueños o cuidadores del monte los señalaron como aluxes. Coincidieron en que tienen un viento que puede causar enfermedades y usualmente no pueden verlo, pero que hay quienes expresaron haber visto sus huellas, parecidas a las de un niño pequeño, y otros sí los han visto y los describen parecidos a un duende.

Además de los aluxes, los cazadores de batida mencionaron otros dueños del monte. Un entrevistado comentó que los fantasmas de cazadores finados que descubrieron un sitio de caza son sus dueños, mientras que otro cazador indicó que el dueño del monte es Wan tul, quien también es dueño del ganado. 

Tres personas describieron experiencias similares en las que algo, que especulan es el dueño del monte, provoca anomalías en el sitio de caza.

--“Una vez cuando íbamos a espiar allá, (…) escuchamos un sonido (…). Primero vino con pura pájaros, pasaron los pájaros y de eso vino el viento, empezando a tirándolo la madera. (…) Escuchamos que venía tumbando montes, y lo que hicimos nosotros apagamos todo el foco y dijimos “(…) saliendo pus prendemos nuestra lámpara y empezamos a tirarle". Ya estamos decididos, y ya para prender las lámparas, no se prendía (…). Na´más cuando escuchamos agarró de este lado, y nos bajamos a correr. (…) Estamos viendo venado en el camino, ni lo tiramos, porque ya estamos espantados, señaló un cazador de 29 años de edad.

Recogió el testimonio de cazadores maestros quienes explicaron que además existe un dueño de los venados. Un cazador maestro lo describió como un ciervo pequeño cuyos tarros tienen muchas puntas. Explicó que, si se posee el tunich kéej y no se devuelve, el dueño de los venados puede causarle al poseedor una enfermedad e incluso la muerte, por el mal viento que posee. 

Un cazador de batida explicó así los efectos del mal viento.

--“Mi papá una vez es jodido, costó hasta $15,000.00 [curarlo]. Diario lo ves como ´tá, llega la tarde, enfermar, empezó a quedar como palo, y ves que no tiene ni sangre, ´tá su cabeza empieza a doler su cuerpo y fiebre, diario le toma la pastilla, pasa pero... cuando fue con el curandero dijeron que "pasaste donde paso los aluxe, pero tú tiras y nunca lo ´tás dando a ellos, es lo que quieren, tíralo, vas a dar gracia y después no te joden", contó el campesino de 50 años de edad.

Los cazadores de batida que creen en la existencia de aluxes como dueños del monte, mencionaron que son también dueños de los animales, incluyendo al venado y puerco de monte. Casi la mitad de ellos (47%) también cree en la existencia del dueño de los venados. Lo describieron de manera similar que los cazadores maestros, agregando que puede ser de tamaño normal, su pelaje puede ser blanco o gris, y puede traer colgando de sus taros un avispero o xux. Lo asociaron con la cacería en exceso y sus consecuencias, así se posea el tunich kéej o no.

--“(…) Taba yo lampareando, veo que está parado así el venado, sus taros así están, pero blanco, como de 10 kilos la pierna. Cuando llegué acá mira, una calentura tengo así. (…) Sí pensé "voy a tirar" pero cuando pensé mira, sentí que mi cabeza ´tá así, no, mejor me quité allá y regresé. (…) El mes de junio, julio, fui a tirar aquí también, vi el venado, (…) de sus taros así hay una cosa colgado, es como avispa, y no lo tiré también. Tiene uno mi papá, su foto nada más, se llama San Eustaquio, el venado tiene así también su taro (…). Por eso que a mí ya me dio miedo de andar, porque nunca he visto esas cosas, sí voy, pero na´más a hacer la batida. Yo he tirado como 600 o más de 700 venados, es por eso que se aparece las cosas así (…). Es que los venados tienen también quién los cuida allá en el monte, por eso así, las cosas que pasa, es como un aviso, porque ya fracasé de tirar también los venados”, dijo el cazador de 45 años de edad.

Adicionalmente se habló sobre otras creencias. Durante las entrevistas con cazadores de batida, mencionaron a Dios como quien salvaguarda la seguridad de los cazadores cuando van de cacería y los provee de presas. Además, un entrevistado dijo.

--“Hay un pájaro que a las 6 de la tarde habla, te ´tá avisando, mejor ni te vas, quédate donde estás o búscate el camino donde veniste, regresa […]. Nosotros como sabía, cuando escucho un pajarito, [sé que] nos vamos a encontrar una persona del camino. En maya, el pajarito, ch´uyim ch´íich´, el pájaro que te da una señal”, narró el campesino de 48 años de edad.

Expuso que toda la información obtenida se analizó mediante estadística descriptiva. Se encontró que los saberes que el campesino-cazador maya posee son aplicados para elegir el sitio de caza y regular la cacería, indicando la existencia de un monitoreo autónomo asociado a un sistema de manejo comunitario de la cacería. 

Los saberes sobre el venado cola blanca destacan por su detalle y precisión, debido probablemente a la importancia sociocultural de la especie, lo cual indica su idoneidad como especie blanco para un monitoreo comunitario. 

Encontró que existe disposición de los campesinos-cazadores de esta comunidad para colaborar en alternativas de manejo participativas, la cual está mediada por el contexto sociocultural comunitario.

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