El poeta Rodolfo Naró escribió en su celular "Runa", para su gata

Comentó que los escritores trabajan mucho en solitario, deben tener una humildad enorme para poder aceptar las negativas de las editoriales

Comentó que los escritores trabajan mucho en solitario, deben tener una humildad enorme para poder aceptar las negativas de las editoriales

Mérida, Yucatán.- “Soy el principal motor de mi poesía” reconoció el escritor y poeta Rodolfo Naró en una charla con jóvenes y confesó que para él las mujeres son un misterio, una gran duda e incógnita que ha querido resolver a través de sus poemas, pero no ha logrado describirlas del todo.

Me inspiro en mi propia vida, en lo que sueño, en lo que voy sufriendo, en mi propia experiencia. Soy el caso del poeta autobiográfico “Octavio Paz dijo alguna vez que los poetas no deberían hacer su autobiografía”, pues ya sus poemas lo son. En ese sentido, Naró va escribiendo sobre su propia vida.  

Señaló que también explora un poco su parte femenina, “trato de conocerme más a mi mismo y conocer ese otro yo que a veces siento que no conozco”, pues para él las mujeres son un gran misterio que ha querido explicarse “uno cuando escribe poesía o narrativa lo hace porque tiene dudas que quiere resolver”.

En ese sentido mencionó que su obra más polémica podría ser Cállate niña “que es muy fuerte y muy erótica”, fue escrita como si el propio autor fuese una mujer. Despertó eso porque era extraño que un hombre pudiera expresar los sufrimientos y vivencias de una mujer.

El encuentro con juventudes en la FILEY se coronó con la lectura de su primer poema escrito -hace dos noches- en su celular, inspirado en su gata.

RUNA

Runa me cuida,

es mis ojos de noche

y mi sombra de día


Siempre al acecho de mis emociones

salta entre mis pasos cuando

recorro el mismo camino sin medida


Ella sabe cuando me equivoco

antes de que yo lo sepa

Muerde mis pensamientos si son


una pésima idea

Runa es como la noche

llena de ideas y promesas


Todos los días son iguales con ella

aunque a diario a su lado

yo me sienta distinto

Seguro de tener quien me quiera.

Los que más disfruta de escribir libros es conversar con sus lectoras y lectores, conocer que algunas personas se identifican con lo que yo escribo, además de vivir una catarsis sacando aquello “que ya no necesito”.

“Yo escribo primero para mí y después los libros van encontrando sus propios lectores, curiosamente los jóvenes y las mujeres, sobre todo, son mis principales lectores” aunque no escribe específicamente para jóvenes considera que su poesía y sus cuestionamientos existenciales son tan básicos que se sienten identificados.

Al escribir “me comparto con los demás, comparto un poco de mis vivencias, de mi tiempo, de mi sufrir, mi forma de amar. Y si con eso que escribo hay personas que se sienten identificadas con eso y sirve para ponerle nombre a sus emociones, entonces al final me estoy compartiendo y para eso escribo”.

Al ser cuestionado sobre el libro de su autoría que más ha leído respondió que “escribir es borrar, es borrar y volver a escribir”, “una primera versión nunca es la que se va a publicar” y en ese proceso lee sus obras varias veces, pues los retoma para corregir y mientras va leyendo les va descubriendo nuevas cosas, nuevos episodios.

Por ejemplo, le llevó 10 años llegar a la versión final de su primera novela El orden infinito, tras un aproximado de 15 lecturas, cuando la concluyó inicialmente era de 500 páginas, luego la redujo a 250. Ha sido similar con sus siguientes obras narrativas.

En el caso de la poesía, particularmente para su antología Elegir el fuego, que reúne sus trabajos escritos a lo largo de una década (2005-2015), compartió que estuvo “reescribiendo los poemas, quitando, poniendo nuevos, tirando a la basura. Esas relecturas hacen que uno vaya adquiriendo un poco más de experiencia en la escritura”.

Comentó que empezó a escribir poesía a los 15 años cuando tuvo su primer encuentro con el amor y esos textos escritos hasta los 18 años, están guardados, aún no sabe si los publicará pues “más que poemas son pensamientos de amor”.

Los días inútiles (1985-1995) reúne sus poemas escritos -de los 18 a los 25 años- a partir de los poetas que descubrió mientras estudiaba la secundaria como fueron Amado Nervo, Federico García Lorca, Rubén Darío, Manuel Acuña y se dio cuenta que podía escribir porque narran situaciones como las que él estaba viviendo en ese momento, retomaba los recursos que ellos usaban para escribir poesía, lo mismo hizo cuando descubrió a Sor Juana Inés de la Cruz.

Este libro es una invitación a que las personas escriban, incluye sonetos, endecasílabos, presenta una especie de guía para que sus lectores puedan seguir los pasos para escribir sus propios poemas en las páginas en blanco que incluye la obra.

Detrás de la medialuna de Evelyn Clift fue el libro para adultos que más le impactó. “Es la historia de la primera sultana del imperio turco. Era esclava y vivía en el harem de más de 3000 mujeres que vivían con el sultán Solimán el magnífico”, ella le contaba historias lo que ayudó para que él se enamorara de ella hasta convertirla en sultana.  A partir de ahí empezó a leer libros de historias de mujeres o escritas por mujeres.

Ante el cuestionamiento sobre el reconocimiento como escritor, reflexionó en torno a que en sus lectoras y lectores pudo haberse dado con el libro de poesía Del rojo al púrpura, publicado en el año 2000  “me dio más visibilidad entre mis colegas poetas y escritores, es un título que me siguieron pidiendo” por lo que los retomó para integrar junto con otros poemas el libro Lo que dejó tu adiós.

“Quiero remover emociones”, que el lector se cuestione a partir de sus novelas o de sus libros de poesía “creo que una vida sin cuestionamientos no es una vida bien vivida, tenemos que buscar respuestas”. “Trato de acercarme a las mujeres (en la secundaria o en la preparatoria no tuve novia, ya escribía poemas y era un poco extraño para mis compañeras, no entendían mi forma de ser o de amar.” Desde ahí se inició ese cuestionamiento para entender y acercarse a las mujeres.

Señaló que, en sus libros de poesía, se presenta tal cual es, sin caretas. Así quisiera que sus lectores se quiten las caretas, se presenten y sientan el amor y la vida y el desamor tal cual lo ha vivido y expuesto en sus poemas.

Dio lectura a su poema “Autobiografía” incluido en el libro Emociones en elegir el fuego , que tiene un entrecruzamiento con la minificción.

Comentó que los escritores trabajan mucho en solitario, deben tener una humildad enorme para poder aceptar las negativas de las editoriales, o cuando a un editor no les gusta su trabajo no deben tomarlo personal.Recordó que cuando empezó a publicar, él pagó la producción e impresión de sus primeros dos títulos. No había nadie que estuviera detrás de él para concretar todo lo relacionado con sus libros.

Para iniciar un libro “planeo sobre todo las novela, cuando voy a escribir, el proceso creativo consiste en que el principio y el final ya los tengo. Cuando empiezo a escribirla Lo hago cuando ya tengo mucho tiempo la historia en a cabeza”, la comenta, piensa en pros y contras, cuando ya se siente seguro empieza a escribir.

“En el caso de la poesía, soy el tipo de poeta al que le llega la inspiración de un flashazo. Yo no escojo al poema, él me escoge a mí. La poesía es un viaje interior y la novela un viaje al exterior. Cuando tengo muchas dudas, estoy triste o tengo cuestionamientos, escribo poesía y cuando quiero -un poco- olvidarme de mi, escribo novela y hago un viaje al exterior”.

Adelantó que su próximo libro de poesía incluirá “los poemas que he estado escribiendo a partir de 2015 y hasta 2025, los guardaré para publicar un libro en 2026”.

Confesó que no siempre logra plasmar todos sus pensamientos e ideas en un libro, “por eso sigo escribiendo. Lo que logro plasmar lo hago a través de la escritura. Sigo escribiendo porque me siguen asaltando nuevos cuestionamientos”.

Para concluir ofreció continuar el diálogo a través de sus redes sociales en FB, Twitter e IG donde se encuentra como Rodolfo Naró.

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