Estudiantes del CEBA transforman el Manzanero en el mágico reino de los dulces

• La representación en el teatro Armando Manzanero, es un espectáculo tradicional en esta temporada, en su octava edición consecutiva
• El montaje refleja el entusiasmo y la precisión de los jóvenes artistas, desde el nivel inicial hasta el avanzado.

Mérida, Yucatán.- Estudiantes del área de Danza Clásica del Centro Estatal de Bellas Artes presentaron en el Teatro Armando Manzanero la obra de ballet El Cascanueces. Con trajes multicolores y propios de esta obra clásica navideña, 107 alumnos hicieron gala de sus habilidades escénicas, así como de su evolución durante el curso.

La tradición proviene del cuento popular alemán “El Cascanueces y el rey de los ratones” de 1816 del escritor Ernst Theodor Amadeus Hoffmann.

El Cascanueces es una obra de ballet en dos actos con cuatro escenas. En 1844, Alejandro Dumas realizó una adaptación infantil de la obra original titulada “Historia de un Cascanueces”, la versión más conocida entre los cuentos navideños. 

Un clásico de Navidad, en donde la magia y la fantasía se encuentran con la ejecución de los grandes cuerpos de baile; de impecable limpieza técnica e interpretativa que permiten despertar emociones de disfrute hacia una estética de arte preconcebida.

La actuación contó con la dirección de la coordinadora de Danza Clásica, Rubí Montejo Cantillo. El director del CEBA es el maestro Renán Guillermo González.

Este emotivo evento, que celebró su octava edición consecutiva, reunió a familias, público en general y autoridades educativas, en una noche inolvidable para los asistentes, quienes disfrutaron el espectáculo en dos actos donde se fusionó la danza clásica con las icónicas notas musicales de Tchaikovsky que transportaron a los presentes al fascinante mundo de Clara Drosselmeyer, su hermano Fritz y el Reino de los Dulces.

La representación, que reflejó el entusiasmo y la precisión de los jóvenes artistas desde el nivel inicial hasta el avanzado, comenzó con la elegante fiesta navideña en casa de los Stahlbaum, donde Clara recibe del tío Drosselmeyer un regalo que desata la magia: una Cascanueces que cobra vida. La escena da paso a la épica batalla entre los soldados de juguete y el temible Rey de los Ratones y su ejército. Aunque la batalla es feroz, Clara interviene, lanzando su zapatilla y ayudando al Cascanueces a ganar.

Tras la victoria, el Cascanueces se transforma en un apuesto príncipe. Él lleva a Clara al Reino de los Dulces, donde son recibidos por el Hada de Azúcar y un desfile de personajes exóticos que representan diferentes delicias de todo el mundo, como el té chino, el café árabe y los mazapanes españoles. 

El ballet concluye con un grandioso vals que mantuvo a todos cautivos durante casi dos horas. 

Esta puesta en escena del cuento navideño cerró con una ovación de pie que fue un recordatorio del impacto que la danza y el arte tienen en la formación y el desarrollo de las nuevas generaciones, y reafirmó la misión del CEBA de fomentar la excelencia artística y cultural en el estado, lo que promueve el renacimiento yucateco.