Falleció la ambientalista Joann M. Andrews, fundadora de Pronatura

• El vestíbulo del Consulado de Estados Unidos en Mérida lleva su nombre

Mérida, Yucatán.- Joann Macmanus Andrews (New Haven, Connecticut, EEUU, 10 de enero de 1929 – 22 de diciembre, Mérida, Yucatán) Ecologista, amazona y tenista, pionera de la conservación profesional del medio ambiente en la península de Yucatán, participó en excavaciones arqueológicas y presidenta fundadora de Pronatura Península de Yucatán.

Fue hija de los señores Robert y Margaret Macmanus, en 1951 se graduó en Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Después de estudiar su maestría en Economía Internacional en la Universidad Johns Hopkins ingresó al servicio diplomático de Estados Unidos y estuvo 10 años en África ocupando diferentes puestos.

En 1964 llegó a Mérida a invitación del doctor y arqueólogo E. Wyllys Andrews IV (el cual entre 1956 y 1966 descubrió y encabezó el rescate de varias estructuras que integran la zona arqueológica de Dzibilchaltún), con quien contrajo nupcias en esta ciudad el mismo año. Su esposo murió en 1971 por cáncer de páncreas.

De 1968 a 1973, Andrews dirigió la oficina de logística del Instituto de Investigación Mesoamericana de la Universidad de Tulane en Mérida, apoyando las operaciones arqueológicas en toda la península. Posteriormente, trabajó como investigadora en el Instituto de Ecología Mesoamericana de la misma universidad en Luisiana desde 1974.

A finales de la década de 1980, viajó a Florida para recaudar 25.000 dólares para proteger la selva tropical en lo que se convertiría en la Reserva de la Biosfera de Calakmul.

En 1985, Andrews se dedicó por completo al trabajo ambiental. En 1987 cofundó Pronatura Península de Yucatán, que se convertiría en una de las organizaciones de conservación más influyentes de México.

Pronatura (Asociación Mexicana Pro Conservación de la Naturaleza) se fundó con la participación de Erick Hágsater, fundador también de la Asociación Mexicana de Orquideología, y Brianda Domecq.

Su labor ambientalista la hizo acreedora en 1997 de la Medalla “Gonzalo Cámara Zavala” concedida por la Liga de Acción Social; un reconocimiento en 2006 por The Nature Conservancy capítulo Nueva York, y otros premios.

En 2019 recibió la primera Presea Prohispen

En 2001, la orquídea “Lophiaris andrewsiae J.” fue nombrada en su honor por los amplios estudios que realizó sobre la especie.

Representante regional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, fue parte del consejo directivo del Instituto Benjamín Franklin en Mérida y del Patronato Pro Historia Península de Yucatán, además de socia de la Asociación para la Equinoterapia y fundadora del Club Hípico del Sureste.

El vestíbulo del nuevo consulado de Estados Unidos en Mérida lleva su nombre, por su trabajo en favor de la naturaleza.

En 2001, científicos bautizaron una especie de orquídea recién identificada, Lophiaris andrewsiae, en su honor. Publicó varias obras sobre las orquídeas nativas de la Península, incluyendo "Listado preliminar y notas sobre la Historia natural de las Orquídeas en la Península de Yucatán" junto con Efraín Gutiérrez.

Andrews ayudó a fundar el Festival de las Aves Toh en 2002, reuniendo a funcionarios gubernamentales, científicos y socios del sector privado.

El cuerpo fue incinerado. Se realizará un evento de cenizas presentes en la Quinta Mary (calle 13, número 203-A, entre 24 y 26, de la colonia García Ginerés).

Reciben las condolencias sus hijos Wyllys Andrews V., Anthony, Robin, Edmund, Margaret y David; hijo político Christopher Holder; hermana Keys Macmanus; nietos Dwen, E. Wyllys Andrews V, Ruth, Elizabeth, Pace y Alexander Andrews; Tatiana y Christopher Holder, y Katherine y Julian Andrews; bisnietos Sofía y Alexander Novelo, Rowan, Molly y Katie Andrews, y Leila Joseph, y demás familiares.

Descanse en paz