- Los más afectados son niños menores de 5 años y personas de la tercera edad
Mérida, Yucatán.- “El pronóstico de una temporada de intensa
sequía y las altas temperaturas en los últimos días advierten el incremento,
hasta en un 25 por ciento, de problemas gastrointestinales, especialmente en
niños menores de cinco años y personas de la tercera edad”, afirmó Fibi Coop
Gamas, académica de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Autónoma de
Yucatán (UADY).
La experta en microbiología de los alimentos enfatizó que
“desgraciadamente los malos cuidados en la elaboración de los alimentos
ocasionan problemas que a su vez repercuten en ausentismo laboral y escolar;
este es un tema que debe abordarse porque en los casos de los niños menores de
cinco años y de las personas de la tercera edad, si no son tratados a tiempo,
corren serios riesgos de complicaciones, como la deshidratación y con ésta, un
coma e incluso la muerte”.
La académica de la Licenciatura en Nutrición de la Facultad
de Medicina aseguró que “los síntomas de problemas gastrointestinales son de
fácil detección: aumenta la necesidad de consumo de agua, vómitos, temperaturas
altas y diarreas. Si una persona va al baño tres veces en menos de tres horas
quiere decir que puede tener una enfermedad transmitida por medio de alimentos
mal preparados o descompuestos”.
Coop Gamas recomendó, de manera especial, el cuidado en la
hidratación y alimentación de los niños menores de cinco años y de las personas
de la tercera edad. “Es importante tomar cartas en el asunto debido a que las
altas temperaturas propician que los alimentos se descompongan con mayor
facilidad”.
Explicó que en “en el caso de los niños en etapa preescolar
es importante darles frutas y verduras, limpias y frescas, es decir, que no
hayan estado a la intemperie y en cuanto a los recién nacidos es mucho más
importante que consuman la leche materna porque la de fórmula, una vez
preparada, tiene un tiempo determinado de uso”.
Sobre los desayunos que llevan los estudiantes a sus
escuelas recomendó alimentos que no requieren de un proceso de conservación.
“No somos amigos de lo procesado, pero en este tipo de situación (excesos de la
temperatura ambiental) hay que recurrir a ellos”, apuntó.
Acerca del consumo de alimentos en la vía pública (tacos,
tortas, etc.) destacó la importancia de evitar lugares con dudosa higiene,
“tenemos que estar seguros que las personas que elaboren alimentos cuenten con
las medidas básicas de higiene” y citó como alternativa el consumo de alimentos
que protegen la flora intestinal.
“La cultura del taco y la torta, es cierto, impide los
buenos hábitos alimenticios, tenemos que luchar contra esto y es cierto también
que cuesta trabajo alejarse de ellos, pero por el bienestar de nuestras
familias vale la pena no comer en la calle y si lo hacemos, tomar las medidas
de higiene adecuadas. En los hogares también debemos considerar, una vez
concluidas las actividades culinarias, esperar a que los alimentos disminuyan
su temperatura para refrigerarlos, muchas personas los mantienen sobre la
estufa y esto no es recomendable”.
Afirmó que ante este panorama los académicos y estudiantes
de la Licenciatura en Nutrición trabajan con los estudiantes de escuelas
primarias a quienes apoyan y orientan respecto a la alimentación, en ocasiones
involucramos a las madres de familia.
“Sería ideal el sistemático apoyo de los medios de
comunicación y de las autoridades estatales y municipales buscando incrementar
y fortalecer estas acciones”.
Reveló que autoridades y académicos de la Facultad de
Medicina diseñan un proyecto para capacitar a personal que elabora alimentos en
cocinas económicas, restaurantes y hoteles, con la finalidad de subrayar las
medidas de higiene y los métodos adecuados para preparación y conservación de
las comidas, evitando focos de infección o intoxicación para la población.
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