- El tenor Ramón Vargas personifica por primera vez en México a Manrico, el 29 de junio, 1, 3 y 6 de julio
- Esta ópera necesita de voces que cumplan con el cometido del canto bello: Enrique Patrón de Rueda
México, DF:- Como un gran monumento al bel canto se define a
El trovador, de Giuseppe Verdi, que se presentará bajo la producción de la
Ópera de Bellas Artes el 29 de junio, 1, 3 y 6 de julio, en la Sala Principal
del Palacio de Bellas Artes.
Considerada una de las óperas más dramáticas del compositor
italiano, con libreto de Salvatore Cammarano y Leone Emanuele, regresa a los
escenarios mexicanos con un elenco renovado y una propuesta futurista, sin
romper la realidad de la historia.
Con más de 50 papeles interpretados en su carrera, el tenor
Ramón Vargas personifica por primera vez en México a Manrico, un personaje que
de acuerdo con el también director artístico de la Ópera de Bellas Artes del
INBA, es el sueño y la pesadilla de un intérprete.
"Verdi pensó en esta ópera para ser interpretada por el
mismo tenor de La traviata y Rigoletto; para él se debía cantar de la misma
manera belcantista con formas musicales que manejaba Rossini y Donizetti. Lo
que tiene de difícil, como todas las obras de Verdi, es esa manera de ir a las
palabras, cada frase obtiene mucho peso y eso lo vuelve difícil de
interpretar".
Consideró que Manrico tiene una fuerte carga dramática,
pero, por otro lado, es un personaje amoroso y muy noble, por lo que en esta
puesta se explora esta parte, pues es el amor y la fidelidad lo que finalmente
lo conduce a la muerte.
Para la directora general del Instituto Nacional de Bellas
Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, contar con la presencia de Ramón
Vargas "es ganar, porque lo tenemos como artista y como participante en el
desarrollo de la ópera en nuestro país. La experiencia que ha obtenido
viajando, participando en diferentes producciones, es invaluable para México,
para el desarrollo de la ópera y nuestros cantantes".
Recordó que hasta el momento se han presentado seis nuevas
producciones durante su gestión en Ópera de Bellas Artes.
Se trata además de El trovador, de La bohéme, La flauta
mágica, Manon, Rigoletto y Atzimba, esta última hecha en coproducción con el
estado de Durango, como parte del programa Ópera a los estados.
"La intención es llevar la ópera al mayor público del
país. Gracias a un acuerdo con el Auditorio Nacional se ofrecieron dos
funciones de Turandot con localidades agotadas y con muy buenos comentarios de
la crítica".
Se espera que más adelante se presente Carmen, nuevamente La
bohéme y como parte de las celebraciones por el 80 Aniversario del Palacio de
Bellas Artes, la reposición de Atzimba y el estreno en México de Billy Budd, la
segunda obra más importante de compositor Benjamín Britten.
En El trovador, los caminos del gitano Marico y el Conde de
Luna se entrecruzan al estar enamorados de Leonora. Sin saber que en realidad
son hermanos, el choque entre ambos trasciende los límites sentimentales y se
transforma además en la venganza de la gitana Azucena por la muerte de su madre
en manos del padre del Conde.
La soprano Joanna Parisi encarna a Leonora, el Conde de Luna
estará a cargo del barítono rumano George Petean; el personaje de Azucena será
alternado por Elena Cassian y la mezzosoprano mexicana Belem Rodríguez el 1 de
julio, mientras que en esa misma fecha el tenor Ramón Vargas alternará con José
Luis Ordóñez.
El bajo español Rubén Amoretti estará en el papel de
Ferrando y la joven soprano Fernanda Castillo, becaria del Estudio Ópera de
Bellas Artes, será Inés. También participarán los tenores Gilberto Amaro,
Alejandro Coreño y el barítono Roberto Aznar.
El director concertador, Enrique Patrón de Rueda, reconoció
que esta ópera necesita de voces que cumplan con el cometido del canto bello,
además que en el elenco se incluye a nuevos talentos con el fin de entrenar
gente nueva para "estas operas tan grandes y difíciles de cantar.
"Todos los papeles son de dificultad. Verdi exige
tesitura aguda, dramática, lírica; por ejemplo, Leonora tiene escenas con
coloratura y otras muy dramáticas. Conforme avanza la historia cambian de
tesitura, dependiendo de la intensidad dramática", dijo el maestro que
dirigirá el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
Agregó que hacer una puesta en escena realista es difícil,
porque el argumento es un poco incongruente: "Con la puesta en escena de
Mario Espinosa, que no es tradicional, se concentran todos los sentimientos de
los personajes en una propuesta enigmática".
El trovador se presentará el domingo 29 de junio a las 17:00
horas; martes 1 y jueves 3 a las 20:00 horas, y domingo 6 de julio a las 17:00
horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
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