- Ana García Bergua y Jaime Mesa participaron en la charla Toma de espacios: Narrativas y paisajes
México, DF.- Los escritores Ana García Bergua (Ciudad de
México, 8 de octubre, 1960) y Jaime Mesa (Puebla, Puebla, 11 de enero, 1977) abordan la narrativa en
sus cuentos y novelas desde distintas perspectivas, lo que fue compartido y
explicado por los autores en una charla moderada por la poeta Rocío Cerón, en
el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.
Hablar desde el barrio, desde la experiencia, a partir de lo
mínimo y de lo que surge en lo íntimo del diálogo fue el propósito de la charla
Toma de espacios: Narrativas y paisajes. Paisajes literarios del exterior y de
los mundos interiores para crear narrativas que descolocan la realidad, el cual
formó parte del ciclo Lenguajes en diálogo: Literatura y otros medios.
Rocío Cerón interrogó a los creativos de la pluma sobre el
uso del sentido del humor en sus escritos, la velocidad empleada en su
narrativa, si hacen referencia de su vida personal y los paisajes que plasman
en sus obras.
Ana García Bergua, tomó como ejemplo su novela Púrpura
(1999), con la que tuvo la sensación de que su personaje principal, Artemio
González, le iba diciendo qué escribir y por dónde ir; mientras que Jaime Mesa
dijo en tono de broma que los escritores tienen algo de esquizofrénicos, porque
llegan a escuchar voces al momento de escribir.
El autor de la novela Rabia compartió que con sus obras
busca replicar a su padre, quien fue el narrador que le contó novelas de niño,
lo que confesó no ha logrado. “Al leerme no siento lo que sentía cuando él me
leía, lo que creo tiene que ver con los temas”.
Respecto a los temas, Jaime Mesa explicó que al escribir
renunció a hablar de su comunidad o barrio. “Cuando empecé a escribir no podía
poner una palabra del habla popular mexicana ni el costumbrismo, el mecanismo
temático que implementé fue situar mis novelas en Estados Unidos, Europa u otro
lado que no tuviera que ver con México, porque era mi propia vida. Aunque mis
novelas trataron de replicar la voz narrativa de mi padre, quien hacía
referencia a lo casero, temáticamente me he ido alejando”.
Ambos escritores compartieron de qué manera manejan el
desplazamiento del ambiente en sus obras y qué tanto se refieren a su vida
privada, Ana García Bergua mencionó que hay asuntos personales que no puede
contar.
“Si son personajes muy próximos necesito alejarme, los tengo
que revestir, trasladar a otra época, en ficciones históricas, lo que creo
tiene que ver con el alejarse de lo personal. Muchos de mis personajes son
gente que conozco disfrazada o yo misma. Hay mucho de la vida real, pero
trasladado a otro lado, lo que creo es indispensable que sea así, ya que si
fueran sólo ideas o seres teóricos, estaría muerta la novela”.
Por su parte, Jaime Mesa comentó que “salió del closet” al
afirmar que su literatura sí tiene que ver con su vida. “En algún momento la
negación de contextualizar mis escritos en otro país fue porque decía que no
iba a escribir sobre mí; ya había fracasado con cuatro novelas sobre mi vida en
las que había contado amores, entonces quise salir de eso para contar las
broncas de otra persona”.
Comentó que su novela Rabia fue construida con elementos
íntimos “bajo efecto de negación”, pues en ella fijó el escenario en Chicago,
cuyo personaje principal era un mexicano dedicado a la traducción. “Hace unos
años supe que se trataba de mí, esto al releerlo”.
También en su novela Los predilectos plantea su vida, su
adolescencia. Jaime Mesa expuso que ha tenido una evolución como escritor,
“antes podía decir que podía escribir de broncas de otras personas, ahora creo
que mi principal territorio ha sido mi propia vida escrita a escondidas de mi
vida”.
Sobre el ambiente de sus obras, Jaime Mesa dijo que no se
concentra tanto en el paisaje, sino en la acción. “Me dan miedo los autores
donde la atmósfera es todo, yo me centro en el conflicto, los lugares están
conectados a los personajes, ellos detallan el lugar donde se encuentran y así
el lector tiene una percepción del paisaje”.
Finalmente, los escritores compartieron sus procesos
escriturales, Ana García Bergua mencionó que su libro Purpura lo escribió en
sus ratos libres, mientras trabajaba como investigadora de historia. Por su
parte el autor poblano señaló que era neurótico y obsesivo, que antes debía
tener un espacio, vestir de determinada manera y beber siempre mucha agua, lo
que cambió al nacer su hijo y lo llevó a dividir los tiempos en los que se
dedica a escribir y es hombre de familia.
El ciclo Lenguajes en diálogo: Literatura y otros medios se
realiza una vez al mes en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia,
ubicado en Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, delegación Cuauhtémoc.
Entrada libre.
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