Son circuitos culturales agentes de integración social: Rafael Mesa

  • El especialista señala que en México existe una industria cultural muy fuerte que merece una medición de temas como el de los circuitos culturales
  • El experto en políticas culturales afirma que “lo destacable de los circuitos es la participación ciudadana que propicia la formación de redes culturales”
México, DF.- En México existe una industria cultural muy fuerte por lo que vale la pena plantearse la medición en temas como el de los circuitos culturales, en donde el Estado juega un papel importante en la promoción de la cultura, señaló Rafael Mesa Iturbide, especialista en políticas culturales.

Para el también coautor del Libro Verde para la Institucionalización del Sistema de Fomento y Desarrollo Cultural de la Ciudad de México, el Estado debe constituirse en un gran promotor de los circuitos culturales que no solamente se establecen según criterios económicos o de mercado sino que, “tienen más bien una función socio-integradora, de producción, distribución y consumo”.

Con respecto del fomento a la industria cultural, es conveniente para México un mayor impulso bajo formatos de economía social “porque cuando hablamos de industria cultural, prácticamente nos remitimos a las grandes industrias o de acuerdo a los criterios marcados por la UNESCO, a las  industrias con derecho de autor y con una serie de características específicas como las editoriales o las productoras de cine, por ejemplo; pero mutualidades de artistas o cooperativas que se rigen bajo otros criterios que no son empresariales, o que no tienen marca, quedan en la marginalidad”, señaló.

Para Mesa Iturbide, espacios culturales como los que se han abierto en colonias como la Roma o la Condesa y que incluyen galerías, restaurantes o cafeterías son un referente, ya que se trata de paseos culturales que han crecido y que son una iniciativa social ante el interés de la gente por resignificar la historia de sus colonias. “Esto es destacable porque sale de una iniciativa de los propios vecinos; y no forma parte de ninguna política de gobierno, todavía” y atajó, “este tipo de iniciativas son las que se deben aprovechar para después ver cómo se pueden extender, porque son espacios de convivencia importantes y ciudadanos”.

Y es que el investigador señala que en países como Argentina, Brasil y sobre todo en Uruguay, este tipo de industrias se ha desarrollado considerablemente. “Uruguay ha tenido un enorme desarrollo cultural gracias a que su actual administración ha impulsado temas de participación e incluso se han revivido manifestaciones culturales muy tradicionales que hacen referencia por ejemplo a la época de la esclavitud y el Candombe, que ahora se resignifica como recuerdo y celebración”.

Para Mesa lo destacable de los circuitos es la participación ciudadana que propicia la formación de redes culturales. “La idea de política de red surgió en Europa como una relación de colaboración entre el Estado y la sociedad; se refiere a la participación de actores privados, públicos y sociales para el diseño, ejecución y evaluación de la política pública”.

Afirmó  que la idea de que se fortalezcan las redes culturales en México es para que, en cuanto se plantee un problema, se diseñe un proceso de participación entre quienes lo requieren, los expertos de esa problemática y los políticos, “porque la participación en la definición de agendas y, la definición de problemáticas de política pública es conveniente que haya una estrecha colaboración con el gobierno por parte de universidades, especialistas y promotores mediante un diseño previo, lo que llaman en políticas de red, el proceso de bolas de nieve”.

Se trata, añadió el investigador, de que el tema de la industria cultural se aborde e impacte en las leyes. “En España por ejemplo, se entró a un tema muy importante, el de ciudades y gobiernos locales y; entonces, a partir de la Agenda 21 de la Cultura, todas las regiones en España tendrían la posibilidad de crear su propia política cultural, a partir de una ley de regiones, aquí en México podríamos pensar en una red de municipios, estados y federación”, concluyó.

Para consultar los textos completos  www.politicasculturales.mx

Presentan en función especial el filme mexicano de terror México bárbaro

  • Dirigida por ocho cineastas mexicanos, la cinta forma parte de la programación de Masacre en Xoco
  • Se exhibe en función especial con la presencia de seis de los ocho directores, el 27 de diciembre, en la Sala 3, Fernando de Fuentes de la Cineteca Nacional
México, DF.- México siempre ha sido bárbaro, desde nuestros ancestros que hacían sacrificios humanos, hasta hoy que de algún modo vivimos en otro tipo de barbarie. Por eso el filme México bárbaro (2014) es tan oportuno en estos días, ya que narra en voz de distintos directores, leyendas tradicionales de la cultura popular mexicana adaptadas a la actualidad, de un modo muy personal y sin censura.

Así lo precisó en entrevista para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, uno de los directores y principal impulsor del filme, el cineasta Lex Ortega. Esto, previo a la función especial que con motivo del ciclo Masacre en Xoco —que se realiza del 26 al 30 de diciembre— tendrá lugar en la Cineteca Nacional, el próximo 27 de diciembre.

Se trata de un proyecto muy ambicioso y original, en el que cineastas y amantes del género del cine de horror decidieron retomar los mitos y leyendas más legendarios y espeluznantes de las distintas tradiciones mexicanas y adaptarlas de manera muy personal.

El resultado es un largometraje de 111 minutos, armado con ocho fragmentos. Así, Laurette Flores dirige el corto titulado Tzompantli, mientras que Edgar Nito se ocupa de Jaral de Berrios; el corto de Aarón Soto se titula Drena; La cosa más preciada fue dirigido por Isaac Ezban; Lex Ortega narra la leyenda del coco en Lo que importa es lo de adentro; Jorge Michel Grau hizo Muñecas; 7 veces 7 es de Ulises Guzmán, y Gigi Saúl Guerrero dirigió Día de los muertos.

El también director de cortometrajes como Contra natura (2013) y Atroz (2012)  dijo que el título del largometraje no tiene nada que ver con el ensayo escrito por John Kenneth Turner, en 1908. "Aunque en ese texto se narra otro tipo de barbarie, el de la esclavitud, yo solamente quería que al escuchar el título, a la gente le venga algo a la cabeza que relacione con México y su parte más cruda o salvaje".

Ortega afirmó que muchas de las cosas que suceden hoy son mucho más bárbaras que cuando Turner escribió el libro, “pero también hemos de reconocer que México ha sido bárbaro siempre, tenemos una historia bastante sangrienta y justo ese fue el hilo conductor del filme”.

Sin ponernos de acuerdo, todos los que participamos en el largometraje elegimos un tema, una leyenda o un cuento del dominio popular, y cada quien, desde su propia percepción, lo adaptó de manera muy libre y sobre todo sin censura. Eso hizo atractiva la participación de quienes dirigieron, pues nada es más importante para un director que tener la libertad de trabajar y expresar lo que sea, expuso.

"Lo curioso es que cada uno tomó su tema pero nadie lo recreó tal cual, al final, esos relatos de chamanes, sacrificios humanos y otros ritos, terminaron en historias de feminicidio, narcotráfico, tráfico de órganos, cosas muy actuales de las que pasan en el México de hoy, lo que habla de una percepción general sobre el contexto social".

Lex Ortega dijo que ha habido un incremento en el gusto del público por el género de terror porque se han ido haciendo mejor las cosas en la actualidad y cada vez hay mejores historias. Y otro factor que influye es el acceso a cada vez mejores tecnologías, pues ahora desde un celular se pueden fotografiar o grabar cosas de buena calidad, y eso definitivamente ayudó a hacer ruido sobre el género.

Lex Ortega explicó que México bárbaro es un proyecto cien por ciento nacionalista, pues uno de los requisitos para integrarse al filme fue haber nacido en territorio nacional, aunque se viviera en otro país, y básicamente conocer muy bien la cultura mexicana, porque precisamente se trataba de retomar algunas tradiciones muy nuestras.

Adelantó que esperan formar una franquicia con el mismo nombre: México bárbaro, que funcione como una plataforma para que todos los cineastas del género, sobre todo quienes no han tenido la oportunidad de hacer un largometraje, por causas técnicas y de fondos, tengan la posibilidad de hacerlo.

Y precisó que la producción de todos los materiales fue totalmente guerrillera pues cada quien hizo su fragmento de manera independiente y asumió los gastos. El resultado fue posible gracias a un nutrido grupo de personas que aportaron su talento de manera comprometida y sin cobrar un peso.

La premier mundial de México bárbaro fue en el Fantastic Fest de Sitges, y también se ha presentado en Cinema Zombie Fest, en Bogotá; en el festival Mórbido, Feratum Fest y su próxima función será durante Masacre en Xoco, en la Cineteca Nacional. Y Ortega adelantó que para el próximo año ha sido aceptado en un par de festivales de Europa, para posteriormente iniciar su distribución en pantallas nacionales e internacionales.

La función especial será el próximo sábado 27, a las 20:30 horas en la Sala 3, Fernando de Fuentes y se contará con la presencia de seis de los ocho directores que conforman el largometraje.

Para consultar la cartelera y horarios de Masacre en Xoco, visitar: www.cineteca.net
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