El Distrito Federal
es la entidad que más escuelas de este nivel educativo registró el Informe en
ese año (574 instituciones), seguido del estado de Puebla con 417 escuelas, 351
en el Estado de México, Veracruz con 318 planteles y 268 en Guanajuato.
Ante tal escenario,
la maestra e investigadora Angélica Buendía Espinosa, de la Universidad
Autónoma Metropolitana (uam), afirmó que esta situación se deriva de las
políticas públicas diseñadas, las cuales impiden poner en marcha proyectos
educativos.
Para explicar con
mayor detalle esta situación y entender la complejidad de la centralización de
la educación superior, la maestra Buendía citó uno de sus estudios contenidos
en su libro Políticas públicas en educación superior en México: la creación de
un proyecto educativo para ampliar la cobertura con equidad en educación superior.
Según el estudio de
caso de la Universidad de la Sierra Norte, ubicada en el municipio de
Moctezuma, en el estado de Sonora, dicha institución se planeó con el propósito
de avanzar en la equidad educativa, ampliar la oferta educativa en regiones
poco atendidas y otorgar becas a jóvenes en condiciones socioeconómicas
adversas.
“Dicha institución
fue concebida como un acto de justicia social que respondía a las necesidades
de una región con limitaciones económicas, sociales y culturales”, aseveró
Buendía Espinosa.
A pesar de que se
pretendía que esta escuela diera solución al problema ya planteado, la maestra
dijo que para los pobladores de aquel municipio no tenía relevancia la
construcción de una universidad que mejorara sus condiciones de vida. La
especialista atribuyó este hecho a la alta marginación de esa localidad y a la
constante migración hacia los Estados Unidos como la opción más viable para
conseguir un mayor ingreso.
Otra problemática
hallada fue el poco interés de los jóvenes hacia el ingreso a una escuela de
educación superior, ya que la mayoría de ellos no confiaba plenamente en que
cursar una carrera universitaria podría traerles una mejor calidad de vida;
además, algunos de ellos no tenía el español como idioma principal, entre otras
dificultades encontradas durante el estudio de campo.
“En conclusión, la
apertura de esta universidad se vio envuelta en obstáculos de diversa índole,
las cuales están íntimamente relacionadas con las capacidades gubernamentales,
espacios geográficos y culturales. Esto nos indica que tenemos mucho trabajo
por hacer y contemplar el problema desde distintas perspectivas”, afirmó la
investigadora.
A pesar de los
múltiples inconvenientes, Buendía Espinosa expresó que la Universidad de la
Sierra Norte, del estado de Sonora, abrió sus puertas a quienes quisieran
tomarla como una oportunidad para desarrollarse profesionalmente y mejorar su
calidad de vida.
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