- La actriz alemana interpreta en su más reciente cinta a Hannah Arendt, la periodista que luchó por esclarecer en los años sesenta del siglo XX la muerte de su hermana a manos de los nazis
México, DF.- El Holocausto será siempre un tema de vergüenza
para Alemania, un ejemplo de lo que puede llegar a hacer la barbarie humana,
por ello como actriz y como mujer alemana me siento obligada a poner un grano
de arena para que nunca caiga en el olvido.
Así lo expreso la actriz Barbara Sukowa en la Cineteca
Nacional durante la charla que sostuvo con los medios de comunicación posterior
a la proyección de su más reciente cinta Hannah Arendt, en la que nuevamente se
abordan los horrores del periodo nazi en Alemania, a través de la vida de una
periodista que luchó por esclarecer en los años sesenta del siglo XX la muerte
de su hermana.
La actriz visita nuestro país para estar presente en el
homenaje que en su honor organizan el Instituto Goethe y la Cineteca Nacional
en el marco de la Decimosegunda Semana de Cine Alemán.
Ataviada con un saco
y pantalón oscuro, similar al de su papel en la cinta, Barbara Sukowa afirmó
que gracias a las investigaciones de Hannah Arendt muchos alemanes se quitaron
el velo en torno a lo ocurrido durante la guerra e incluso el criminal de
guerra Adolf Eichmann se convirtió para muchos en el rostro del nazismo después
de Hitler, pero a un nivel más crudo, al mostrar el horrible contexto en el que
tuvieron lugar las atrocidades de los nazis.
“Para mí fue un reto hacer esta película, porque el
personaje de Hannah Arendt, una filósofa que siendo víctima del mal por la
pérdida de un ser querido, reflexiona sobre el mal mismo, fue muy poderoso a
nivel interpretativo”.
Sukowa confesó haber realizado una amplia investigación
sobre el personaje de Hannah Arendt, quien a través del periodismo reconstruye
las torturas nazis y va centrando su atención en el criminal de guerra Adolf Eichmann.
“Ella esperaba encontrarse con que el verdugo de su hermana
era el diablo mismo, pero al encontrarse con el criminal nazi se da cuenta que
es sólo un burócrata que participó en el exterminio de miles de personas, como
esa historia siguen existiendo muchas en el mundo actual, gente que participa
en genocidios como si fuera una labor de oficina, un acto burocrático.”
Recordó que se
identifica mucho con Arendt, porque el crecer en Alemania después de la guerra
era como vivir en una cofradía de silencio donde todos querían dejar atrás el
pasado, por ello consideró que no es gratuito que las investigaciones del
personaje principal tuvieran lugar durante los años sesenta, cuando los jóvenes
protestaban en las calles y existía un gran cambio social.
“Los jóvenes les
preguntábamos a los adultos lo que habían hecho durante la guerra y ellos no
respondían o afirmaban que no se habían dado cuenta de lo que pasaba, y eso
despertaba nuestra desconfianza. Crecí en una época donde Alemania estaba
inmersa en su reconstrucción y no había tiempo para reflexionar sobre lo que
había pasado”, señaló Barbara Sukowa.
La intérprete de
cintas como Lola, de Fassbinder, expresó que sus reflexiones sobre la
naturaleza del mal se acentuaron a partir de esta película, leyendo incluso a
Kant, Heideger, pero sobre todo a Platón, quienes eran los pensadores de
cabecera de Hannah Arendt.
“Para profundizar más
me acerqué incluso a académicos y especialistas en las obras de los principales
filósofos que han profundizado sobre el mal, al final, las respuestas sobre
este tema son muy instintivas. Nunca me ha tocado ver un bebé malo o un niño
malo, por lo cual estoy convencida de que el mal es una condición que se debe
al entorno social.”
Indicó que tratar de
reproducir en pantalla la erudición de Hannah Arendt como periodista e
investigadora representó un reto a nivel intelectual, pues fue una mujer que a
través del estudio halló armas para encontrar respuestas a aquello que había
vivido.
“Me identifico al
ciento por ciento con ella, en relación a que como seres humanos todos tenemos
una responsabilidad hacia el mal, cada uno de nosotros no debe hacerse el ciego
cuando ve cosas malas o injustas, tenemos la responsabilidad desde nuestros
recursos, ya sean grandes o limitados de señalarlo y combatirlo.”
Otras cintas que
formarán parte del Homenaje a Barbara Sukowa son Rosa Luxemburgo, El Caminante,
Visión de la vida de Hildegard de Bingen y Las dos hermanas.
Al retomar el tema de
su más reciente cinta, Barbara Sukowa dijo que la autoestima alemana es algo
que ha ido ganando poco a poco terreno con el paso de las décadas, incluso mencionó
que le tocó vivir la época en que en la industria cinematográfica alemana no se
quería que existieran grandes estrellas.
“Querían que lo único
que brillara fuera el director, pero que no figuraran personalidades, es algo
extraño pero es un modelo que se siguió durante muchos años. Ahora el cine
alemán tiende mucho a copiar los estándares de Hollywood, incluso directores
exitosos de inmediato son contratados por los grandes estudios estadounidenses,
esto ocasiona, en mi opinión, que el cine alemán aún no haya alcanzado en esta
nueva época una identidad.”
Finalmente dijo que
haber trabajado a lo largo de seis películas con Margarethe von Trotta ha sido
como tener una hermana a lo largo de 30 años.
“Existe entre
nosotros mucha confianza, a veces basta con una seña entre ambas para saber si
la escena va bien o si hay que aumentar intensidad. Como dije, han sido tres
décadas de trabajo y amistad y creo que en esta cinta se refleja también la
manera como esa comodidad nos permite centrarnos de forma más profunda en la
historia”.
Este jueves 22 la
especialista Sonia Riquer sostendrá una charla con Barbara Sukowa, a las 17:00
horas en la Sala 2 Salvador Toscano; posteriormente la actriz estará presente
en las funciones de Lola, el viernes 23 y jueves 29 de agosto, y de Rosa
Luxemburgo, el sábado 24 y viernes 30.
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