- Cuesta trabajo apagar la televisión para ir al teatro: Luis Mario Moncada
- Actores, directores y dramaturgos tienen un “encuentro terapéutico” donde abordan sus dos pasiones, en el Coloquio Internacional de Teatro y Futbol
México, DF.- Para el dramaturgo Luis Mario Moncada, hablar
de teatro y futbol está “fuera de lugar”, ya que son como el agua y el aceite,
sin embargo, “el futbol está ganando la partida” pues cuesta mucho trabajo
apagar la televisión para ir al teatro, toda vez que hoy en día la oferta
futbolística es interminable.
Así lo señaló durante
el Coloquio Internacional de Teatro y Futbol, Reflexiones escénicas sobre la
pasión, donde escritores, actores y directores se dieron cita para debatir
sobre Futbol, dramaturgia y actuación, lo que para algunos fue un “encuentro
terapéutico” ya que en el gremio teatral que es un poco conservador, no está
bien visto hablar de la afición al futbol.
Luis Mario Moncada y
el escritor y director, Noé Morales, hablaron con pudor y algo de culpa, de su
gran afición a ese deporte, mientras otros, como el director Antonio Castro y
el actor Raúl Adalid, reconocieron francamente su pasión por ese deporte, en una
mesa redonda que además de interesante se tornó divertida.
El objetivo, era
analizar si hay una relación entre la labor del director de teatro y el
director técnico de un equipo, lo cual según Moncada y Morales resultó un tanto
artificial, pues para ellos, no se puede mezclar el teatro y el futbol.
A este respecto, Luis
Mario Moncada apuntó que se trata de dos caminos divergentes y de experiencias
contrarias, ya que el futbol es una competencia, donde lo importante es ganar
de cualquier manera, mientras el teatro busca la cofradía, la complicidad.
“El fútbol está
ganando la batalla y hasta nos está haciendo hablar de él”, indicó tras añadir
que todavía el teatro no ha sido capaz de producir ese deseo que sí hay por ir
al estadio, para asistir a una buena obra.
Por su parte, Noé
Morales, quien escribió una obra acerca de futbol ante la inquietud de que
varios futbolistas hayan muerto de manera súbita, recordó que hay quienes
señalan que hay “futbol de autor”,
categoría en la que entran el Barcelona de Guardiola y la selección
argentina de Julio César Menotti.
Sin embargo, para
Manuel Parra, director de escena y actor, sí hay paralelismos entre estas dos
actividades, las que, dijo, son oficios que se van puliendo con el tiempo.
Además, las dos actividades buscan provocar sensaciones: el actor cuenta
historias para lo cual utiliza su cuerpo, mientras el jugador tiene que crear
“partituras de movimiento” para lograr que la pelota entre en la portería.
Finalmente, precisó, la premisa del teatro y del futbol, es disfrutarlo.
La única mujer
participante en la mesa redonda fue la escritora Bárbara Colio, quien habló sin
pudor ni culpas y recordó que “meter un gol es lo que todo dramaturgo quiere”,
que el aplauso surja en el teatro, pero muchas veces no es así.
Del teatro y el
futbol, señaló, son juegos que el ser humano inventó para hacer explotar sus
emociones. La diferencia radica en que ese deporte es en conjunto y el
espectador puede olvidar y distraerse, mientras que el teatro es un “embrollo”
que te enfrenta, donde hay peligro de salir tocado, ya que el rival, no es el
contrario, sino la propia psique.
Además, en el futbol
se sabe la trama y en el teatro, te tienes que dejar caer. Sin embargo,
consideró que ambas actividades comparten conceptos y a diferencia de la
selección de futbol, el teatro mexicano en el extranjero, siempre llega a la
final y autores mexicanos han ganado más títulos que el tricolor. Y aunque el
teatro no tiene el privilegio de ser masivo, sigue sin detenerse como el “frágil
arte de espontánea belleza”.
El director Antonio
Castro, gran aficionado a ese deporte, también encontró que teatro y futbol son
antagónicos, pues el primero es un ejercicio de diálogo con la realidad y su
gran fortaleza es que se trata de un fenómeno antimediático, de intimidad y el
segundo, tiene el escenario más multitudinario de la época.
Sin embargo, apuntó
que donde sí hay dramaturgia es en la serie de penales, por eso es tan
emocionante: se sabe lo que va a pasar, pero no quién va a ser el héroe.
Lo que sí lamentó es
que a pesar de la gran popularidad del balompié en México, ese deporte no haya
impreso una huella más grande en la dramaturgia nacional, ya que a la fecha no
hay una obra clásica con ese tema.
Finalmente, el actor
Raúl Adalid reconoció tener “una pasión incurable por el futbol”, pues cada
partido es una puesta en escena. Ese deporte, agregó, es una fuente de pasión,
no es racional, es instintivo y quizá al teatro le ha faltado justamente eso,
ser más pasional, para llegar a un mayor número de público.
Este Coloquio Internacional de Teatro y Fútbol combina las
dos pasiones de muchos miembros de la comunidad teatral en nuestro país y aún
quedan actividades por realizar.
El próximo sábado 24 de agosto se llevará a cabo la final de
los partidos de futbol rápido entre escuelas de teatro, en la explanada de la
Escuela Nacional de Arte Teatral del Centro Nacional de las Artes, de 10:00 a
14:00 horas.
Mientras que el miércoles 28 de agosto, se realizará la mesa
redonda Futbol y teatro, en punto de las 18:00 horas en el Teatro Julio
Castillo y a las 20:30 horas, tendrá lugar la lectura dramatizada Su reta,
putos!, bajo la dirección de Abraham Alcalá.
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