Celso únicamente tenía dos años cuando se produjo aquel
logro, pero vio de primera mano la gratitud eterna que le valió a su
progenitor, quien luego dirigiría a la selección nacional en las ediciones de
2002 y 2006. Y si en algún momento ha necesitado inspiración o un sutil
recordatorio de la oportunidad que representa Brasil 2014, Guimarães nunca ha
estado lejos de él.
“Hablamos mucho todas las noches”, explica Borges a
FIFA.com. “Él está tan entusiasmado como yo con cómo van la cosas, me ha dicho
que me divierta y que aproveche al máximo cada minuto. Me ha dicho que este es
un momento y una fase en la vida de un futbolista que quizás no se repita. Yo
escucho ese tipo de consejos, y los respeto mucho, por supuesto. Estoy muy
orgulloso de formar ya parte de la historia futbolística de mi país, como mi
padre”.
La gran gesta de la generación del hijo consiste en haberse
clasificado como primera de grupo y, por primera vez, sin haber perdido ningún
partido. La imbatibilidad se mantuvo en Belo Horizonte gracias a un trabajado
empate a ceros con Inglaterra, una selección repleta de estrellas.
“Ya sabemos que la mayoría de la gente de fuera de Costa
Rica no esperaba que nos clasificásemos, y nos alegramos mucho de haberlo
conseguido”, dice Borges. “Pero aunque otra gente dudase de nosotros, siempre
supimos que podíamos hacerlo. Y creo que esa fe ha podido verse en nuestra
forma de jugar”.
Una nueva página en la historia
“Ahora lo importante es que sigamos apuntando más alto.
Estamos en octavos, es un logro enorme para nosotros y para nuestro país, pero
estamos convencidos de que podemos llegar más lejos, de verdad. Con el fútbol
que estamos haciendo, ¿por qué no íbamos a tener confianza? No subestimamos las
dificultades que nos esperan, pero hemos venido aquí para jugar y para
competir, y de momento nos ha salido bien”.
Borges está siendo uno de los puntales del conjunto
costarricense: su visión de juego, su calma y sus pases certeros resultan
fundamentales en la elaboración de un estilo muy elogiado por el técnico
inglés, Roy Hodgson. Lo único que le ha faltado hasta ahora a este
centrocampista es el gol, aunque estuvo a punto de ver puerta contra los Tres
Leones, en un magnífico lanzamiento de falta que parecía ir directo a colarse
por la escuadra.
“Supe que le había dado bien, y levanté la cabeza, esperando
que entrase”, señala. “Pero su portero [Ben Foster] hizo una parada fantástica,
para sacarse el sombrero. Pensé que la había puesto fuera de su alcance, pero
él es alto, reaccionó bien, y demostró que me había equivocado”.
“Estaría bien marcar un gol, pero lo principal es jugar bien
y divertirnos con nuestro fútbol. Y esa es la palabra que emplearía: nos
estamos divirtiendo. Hemos venido para eso, lo enfocamos todo con seriedad y de
un modo profesional, pero jugamos con una sonrisa. Ahora tenemos otro reto, y
también otra oportunidad de dejar buenos recuerdos para la gente de nuestro
país y de escribir una nueva página en nuestra historia”.
Y eso es algo que ya se está convirtiendo en una
especialidad de la familia. (Fifa.com)
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