- Mayas. Revelación de un tiempo sin fin, se inauguró este lunes
México, DF.- La mejor exposición de arte maya de los últimos años y una
de las más grandes que se ha hecho de arqueología americana llegó a Brasil,
para presentarse en el Museo de la Ciudad de Sao Paulo, conocido coloquialmente
como Museo de la Oca.
“Se trata de la mayor de todas las muestras jamás
organizadas sobre esta civilización, para ser exhibida de manera inédita,
incluso antes que en otras capitales mundiales. Es una exposición esperada con
gran expectativa por los brasileños”, expresó el secretario de Cultura
Municipal de esa metrópoli, Juca Ferreira
La exposición “Mayas. Revelación de un tiempo sin fin”, que
será inaugurada este 9 de junio y que se espera que sea visitada por miles de
personas, arriba “en un momento de celebración y comunión, en torno a la Copa
del Mundo, en el que México y Brasil tienen el privilegio de trabajar juntos
para traer a Sao Paulo dicha muestra, que representará una valiosa oportunidad
para que paulistanos y visitantes entren en contacto con los conocimientos y
contemplen una de las culturas precolombinas más desarrolladas”, destacó
Ferreira.
Luego del éxito de esta exposición en la Galería de Palacio
Nacional de México, el mismo equipo curatorial preparó este segundo montaje
para Brasil con 388 piezas, todas de colecciones mexicanas públicas y privadas,
procedentes de los cinco estados del país que integran la región maya: Yucatán,
Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco. Los objetos prehispánicos se exhiben
dentro de un área de 800 metros de exhibición, en uno de los museos más
representativos de la capital cultural de Brasil.
Entre las obras mexicanas que se apreciarán en Sudamérica se
encuentran urnas, incensarios, cerámica, estelas, dinteles, máscaras funerarias
de jade y dos entierros con sus ofrendas que datan del periodo Preclásico (2500
a.C.) al Posclásico (1250 - 1550 d.C.); las piezas no sólo dan cuenta del valor
estético del arte maya prehispánico, sino de las formas de vida, la
organización sociopolítica, la conciencia histórica, la religiosidad y la
cosmovisión de esta antigua cultura.
Mayas. Revelación de un tiempo sin fin es organizada por el
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en cooperación con el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Secretaría de Relaciones
Exteriores, a través de la Embajada de México en Brasil; así como el Ministerio
de Cultura de Brasil y la Prefectura de Sao Paulo, a través del Museo de la
Oca.
Junto con la belleza, expresividad, perfección técnica y
originalidad de las piezas mesoamericanas, también viajaron los videos,
interactivos y materiales multimedia que se concibieron para el montaje en
México, como las maquetas de las principales ciudades mayas. En tanto Brasil
aporta su propuesta de montaje con un estilo minimalista y acorde a su espacio
de exhibición. Algunos de los videos dan muestra del patrimonio inmaterial de
los mayas actuales, como la lengua, la indumentaria y la poesía.
La colección maya permanecerá en Sao Paulo hasta fines de
agosto haciendo comunión con “las curvas libres y sensuales” del diseño
semicircular del Museo de la Oca, que inspiraron a Oscar Niemeyer (1907 -
2012), el arquitecto más importante de Brasil. El recinto se ubica en el
interior del Parque Ibirapuera, el pulmón verde de “Sampa”, como llaman los
brasileños a esta metrópoli, y es uno de los espacios museográficos de Brasil
con más prestigio, donde se han presentado importantes muestras
internacionales, y al que acuden público joven y familias.
Niemeyer es
considerado el arquitecto que levantó la ciudad de Brasilia como nueva capital
de su país; dentro de su obra está la Catedral de Brasilia (1970) y el Congreso
Nacional Brasileño (1960), además participó en la elaboración del proyecto de
la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (1952).
El equipo curatorial
de la muestra mexicana explicó que se trata de obras de calidad excepcional que
reflejan la capacidad creadora, la sensibilidad estética y la perfección
lograda por los mayas, pero no son sólo piezas de arte ya que todas las
creaciones tuvieron finalidades religiosas, políticas o sociales; muchas de
ellas, de carácter ritual, fueron encargadas por los antiguos gobernantes para
ser colocadas en los entierros a manera de ofrenda.
Por lo anterior, las piezas están ordenadas temáticamente
con el fin de mostrar —además de su valor estético— las formas de vida, la
organización sociopolítica, la conciencia histórica, la religiosidad y la
cosmovisión de los mayas.
Dentro de las piezas
mayas que acompañan destacan cabezas de estuco del rey Pakal, dos ofrendas
funerarias descubiertas en Campeche e investigadas reciente por arqueólogos del
INAH: una procedente de Balamkú y una más de la isla de Jaina; máscaras
mortuorias de jade, entre las que se encuentran las de Calakmul; así como
elementos de la tumba de Pakal, los atlantes de Chichén Itzá y un marcador
monumental de juego de pelota.
La exhibición recibirá al público con una pieza de gran
valor arqueológico: el Tablero del Trono del Templo XXI de Palenque, una de las
expresiones plásticas más excelsas del arte maya. En la primera sección, El
hombre frente a la naturaleza, se plantea la relación de los mayas con los
animales y las plantas, muchas de carácter sagrado y con cualidades psicoativas
que fueron esenciales en los ritos chamánicos. Se exhiben múltiples representaciones
plásticas de flora y fauna.
Le sigue el tema Comunidad y vida cotidiana, que muestra a
la sociedad maya en sus diversos aspectos, con énfasis en las ofrendas,
indumentaria, ornamentos corporales y costumbres alimenticias. En el módulo El
corazón de las ciudades se reúnen elementos arquitectónicos, escultóricos y
pictóricos de áreas ceremoniales de algunas de las grandes urbes mayas, entre
ellas la arquitectura de la ciudad de Chinkultic, en Chiapas.
En el apartado El hombre frente al tiempo y los astros se
exhiben inscripciones de tipo astronómico y calendárico en piedra y estuco, con
sus lecturas epigráficas. Asimismo, se integran vasijas y otros objetos con
representaciones cosmológicas.
Otro tema es el de Las elites gobernantes y su
historiografía, en el que se muestra a los mayas escribiendo su propia
historia, sobre todo la de los soberanos, a través de inscripciones
jeroglíficas que dejaron plasmadas en estelas y otras piezas; obras que revelan
el ascenso al trono, hazañas guerreras, matrimonios, así como a los personajes
religiosos y políticos, que al lado del gobernante supremo, estaban a la cabeza
de los Estados mayas. Gracias a los avances en la epigrafía, la mayor parte de
estos textos ya se pueden leer y esta interpretación se presenta a través de
gráficos.
En Las fuerzas
sagradas se explican las ideas religiosas y la sacralidad de la vida,
expresadas en figurillas características de deidades femeninas, así como en
dioses representados en cerámica, esculturas, urnas, incensarios, entre otros.
Este apartado se conecta con las últimas dos secciones: El hombre frente a los
dioses: los ritos y Entrar en el camino: ritos funerarios, dedicadas a las
ceremonias vinculadas con el juego de pelota, los sacrificios humanos, el
chamanismo y los ritos funerarios.
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