Brasil.- La pugna por
la Bota de Oro adidas está en pleno fragor en Brasil 2014. James suma cinco
goles, con Thomas Mueller, Lionel Messi y Neymar al acecho. ¿Quién se la
llevará?, nadie lo sabe. Solo una cosa es (casi) segura: la Bota de Platino que
recibió Just Fontaine en São Paulo el pasado 11 de junio, en homenaje a las 13
dianas que materializó en 1958, no tiene visos de abandonar la vitrina del
artillero, nacido en Marrakech.
Para recibir el preciado trofeo, prometido por el presidente
Blatter hace algunos años, "Justo" viajó a Brasil acompañado por su
viejo compañero de batallas, el guardameta Dominique Colonna. "Vino
conmigo al Niza, y después al Reims", relató Fontaine a FIFA.com.
"Somos como un viejo matrimonio", añadió divertido. Colonna, natural
de Córcega, fue el tercer portero de los Bleus en la aventura de 1958, marcada
por los famosos 13 tantos de su compañero.
Caminar sobre el agua
El exdelantero del Reims ha contado miles de veces lo
acontecido en Suecia. Sin embargo, le sigue gustando rememorar aquella época
dorada. Sus recuerdos permanecen intactos. "En 1958, me habían operado del
menisco el 7 de diciembre, y el 15 de febrero volví a jugar. Hice todo lo
necesario para recuperarme, y de repente, en junio, caminaba sobre el agua.
Igual que Jesús...". Así se refirió a su brillante actuación en la cita
mundial.
El segundo aspecto fundamental fue su conexión con
"Napoleón", Raymond Kopa, el otro genio del fútbol francés del
momento. "Compartíamos habitación, si bien teníamos horarios muy
diferentes. Él se acostaba tarde, como los españoles, y yo madrugaba. Pero
sobre la cancha, fue un flechazo inmediato. No tardé en comprender que tenía que
esperar a que terminara de regatear para pedirle el balón. Nos entendimos
enseguida".
Así se explican los cuatro goles contra Alemania, los tres
frente a Paraguay y los dobletes ante Yugoslavia e Irlanda del Norte. No
obstante, los remordimientos son eternos, y la semifinal contra Brasil es uno
de ellos. "Pusimos a André Lerond, un zurdo, a marcar a Garrincha pensando
que podría bloquearle el flanco exterior. ¡Qué va! Garrincha lo intentó tres
veces por el interior, y dio el pase decisivo a Vava, que anotó".
Fracturas
Justo igualó en el minuto ocho y ahí, ¡cataplum!. "Tres
minutos después, Robert Jonquet se rompió el peroné. Intentó permanecer sobre
el césped, pero imagínese, con una fractura… Es que en aquella época, las
sustituciones estaban prohibidas. Jugamos con diez. Terminamos 5-2, igual que
Suecia en la final, salvo que en nuestro caso con un jugador menos",
detalló apretando la mandíbula, como si el encuentro se hubiese disputado el
día anterior. "De todos modos, cuando lo piensas, si ‘Bobby’ no se hubiese
roto esa endemoniada pierna …", masculló Colonna.
Fontaine vio la final en la grada y con respecto a Pelé, no
tuvo reparos en reconocer: "Cuando lo veías jugar en 1958, decías
inmediatamente: 'ese de ahí es un fuera de serie'. Tenía 17 años y medio,
¡uf!...". El lema de Fontaine es aprender observando, y así lo hizo.
"Le vi hacer una acción magistral en la final. Recibió un pase potente,
hizo un control orientado, picando el balón, que paso por encima de su defensa,
remató de volea y la pelota se estrelló contra el larguero. Me quedé con el
gesto. En 1960, contra el Saint-Etienne, me encontré en la misma situación,
intenté la jugada y el cuero acabó en la escuadra".
Así las cosas, 1958 fue glorioso para él. El francés,
siempre dispuesto a bromear, nos dio su propio punto de vista: "Ese año,
marqué 34 goles en 26 partidos de liga, 10 en la Copa, hicimos doblete, y 13 en
la copa Mundial. Además empecé a anotar en la Copa de Campeones, en la que
terminé como máximo artillero con 10 tantos. Y bien, 'what else?'", afirmó
con una risotada.
El astro pudo seguir deslumbrando durante mucho tiempo más,
pero el 20 de mayo de 1960, todo se paró a causa de una doble fractura de la
pierna izquierda contra el Sochaux. Colonna, con su inimitable acento corso y
la voz temblorosa apuntó: "Yo estaba al otro extremo del campo, en la
portería. Todavía tengo en la cabeza el ruido de la rotura. Fue terrible".
El regreso de la Momia
El tiempo ha pasado y Justo ha podido olvidar un poco su
infortunio. En cualquier caso, él no cede al desaliento. A sus 80 años, con las
piernas doloridas, le costó levantarse de la silla y al final claudicó.
"Ah bueno, ya no tengo el arranque fulgurante de 1958, ¿eh?".
Antes de marcharse, le preguntamos si pensaba que su récord
se podría superar algún día. Nos respondió con un chiste. "Dos egiptólogos
encuentran una momia intacta. La observan y se dan cuenta de que se mueve bajo
las vendas. Se apresuran a liberarla y cuando finalmente puede hablar,
pregunta: 'Perdón, ¿Just Fontaine aún ostenta el récord de goles
marcados?'". Y dirigiéndose a su amigo del alma Colonna, concluyó:
"No sé si se superará, no soy adivino. Pero en fin, si lo puedo conservar…
". Desde aquí deseamos buena suerte a James, Neymar, Messi y compañía,
porque alcanzar el umbral de los 13 goles no es tarea fácil. (Fifa.com)
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