Exhiben el trabajo y la visión del fotógrafo francés Henri Cartier- en Bellas Artes

México, DF.- Después de exhibirse en Francia, España e Italia llega al Museo del Palacio de Bellas Artes de México la exposición Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX, muestra cronológica que presenta las distintas tramas del trabajo del artista francés como documentalista, fotógrafo, fotoperiodista, y cineasta.

El curador del montaje Clément Chéroux comentó que la exposición trata de mostrar el cambio y evolución del artista de la lente a través de los años. “La mayoría de las grandes retrospectivas que se hicieron sobre Henri Cartier-Bresson tenían el objetivo de hablar de una unicidad de su obra, aquí adoptamos una postura diferente, no se trata de reducir a Cartier-Bresson a un solo estilo, esta exposición es una visión más completa y rica de su obra”.

A más de una década de su fallecimiento, Cartier-Bresson (Chanteloup-en-Brie, Francia, 22 de agosto, 1908 – Montjustin, Francia, 3 de agosto, 2004) regresa al Palacio de las Bellas Artes tras 80 años de haber expuesto por primera vez, en 1935, junto a Manuel Álvarez Bravo (1902-2002).

La retrospectiva de quien fuera nombrado el padre del fotoperiodismo, muestra la riqueza de su obra y su trayectoria como fotógrafo la cual pasó de la estética surrealista al fotorreportaje.

Inaugurada la noche del 24 de febrero por Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); la muestra se presenta en ocho núcleos temáticos: Signos ascendentes; Atracción surrealista; El compromiso militante; El cine y la guerra; La elección del fotoreportaje; Antropología visual; y Tras la fotografía, con los que se muestra que no hubo uno, sino varios Cartier-Bresson.

Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX, explica Clément Chéroux, está dividida en tres partes principales. La primera que abarca de 1926 a 1935, marcada por los contactos con los surrealistas, los primeros pasos en la fotografía y los grandes viajes a Europa, México, Estados Unidos.

“Al igual que su amigo surrealista André Breton, Cartier-Bresson consideraba que aquí en México había un tipo de surrealismo muy consistente y fue aquí donde realizó unas fotografías de las más importantes de los años treinta, los grandes iconos de la obra de Cartier-Bresson se tomaron aquí”, aseguró el conservador de fotografía del Centro Nacional de Arte Georges Pompidou de París.

Comentó que en su viaje a México el fotógrafo francés conoció artistas, escritores y personajes de la cultura comprometidos social y políticamente. “Para la formación de su conciencia y mente política este viaje cobró mucha importancia. Después de México Cartier-Bresson no fue el mismo”, explicó.

Agregó que el fotógrafo francés después de este periodo influido por el surrealismo, tuvo uno más de compromiso político que arrancó de 1936 a su regreso de Estados Unidos extendiéndose a 1946, con su nueva partida a Nueva York, que consistió en trabajo para la prensa comunista, el cine y la guerra.

El tercer tiempo comienza con la creación de la agencia Magnum en 1947 y concluye a principios de los años setenta, momento en que el fotógrafo interrumpe su actividad como reportero para luego llegar al de fotorreportaje tras la Segunda Guerra Mundial.

El montaje en el que se observa un enfoque histórico tiene un triple objetivo: reflejar la historia de la obra más allá de los mitos; contextualizar de nuevo cada una de sus diferentes etapas con el fin de mostrar que también son producto de su época; y demostrar que del surrealismo al Mayo del 68, pasando por la Segunda Guerra Mundial, la descolonización y los Treinta Gloriosos, las imágenes de Cartier–Bresson constituyen un testimonio sobre el siglo XX.

En un recorrido para medios, Adolfo Mantilla, subdirector de Comunicación del Museo del Palacio de las Bellas Artes, comentó que después del periodo surrealista Cartier-Bresson dejaría de construir imágenes surrealistas y empezaría a documentar, abandonando su trabajo puramente estético.

“Henri Cartier-Bresson empezó  a tener conciencia de su trabajo fotoperiodístico y realizó viajes a distintos puntos del mundo, como China, después, en la Guerra Fría, empezó a visualizarse el bloque socialista y él trata de desmitificar el proceso comunista con un proceso dictatorial, de mostrar la vida cotidiana y a dar cuenta de la realidad de la sociedad”.

Agregó que la exposición deja ver los procesos en movimiento del propio fotógrafo, su transformación estética y el proceso de movimiento de la historia de la sociedad en el siglo XX.

“El montaje intenta mostrar cómo se va desarrollando Cartier-Bresson a través del tiempo, cómo participa en el mundo que mira, lo que cambia a lo largo de las vivencias que él tiene y al mismo tiempo el mundo va cambiando”, puntualizó Adolfo Mantilla.

El conjunto de obras expuestas en las salas Nacional, Diego Rivera e Internacional del Palacio de Bellas Artes serán exhibidas al público hasta el próximo 17 de mayo; las piezas provienen de 20 colecciones internacionales, entre las que destaca la de la Fundación Henri Cartier-Bresson de París, que participó junto con el Centro Nacional de Arte Georges Pompidou en traer la muestra a México.

Con la finalidad de que el público disfrute la muestra y pueda extender su experiencia desde distintos soportes, el Museo del Palacio de Bellas Artes presenta un micrositio (museopalaciodebellasartes.gob.mx/exposicion/cartier-bresson) que contiene toda la información de la exhibición y de sus actividades paralelas, mediante material audiovisual, gráfico y fotográfico.

La muestra en la que se pueden apreciar publicaciones internacionales con imágenes del artista, también cuenta con una audio guía en español que reúne 30 microhistorias en torno a las fotografías expuestas, un espacio de interpretación ubicado en la Sala Internacional donde se puede observar una cronología de la vida y obra del artista, así como un video mapa mundial con fotografías que el autor realizó en distintos países.

Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX, estará abierta hasta el 17 de mayo de 2015 en el Palacio de Bellas Artes, de martes a domingo, de 10:00 a 17:30 horas. Domingo, entrada libre.