- El volumen es coeditado por el Conaculta y Editorial Ficticia
- La intención es “ofrecer textos eróticos actuales, donde están reflejadas las conductas de lo que todos los días, hombres y mujeres vivimos”, expresó el autor
México, DF.- Mientras que la literatura erótica transgrede
los códigos en algunas culturas como la de la sociedad mexicana, en otras puede
no tener nada de transgresor, así lo muestra la historia judeo cristiana con
Eva, quien representa a la mujer sumisa. En tanto que la historia griega tiene
como representante de la femineidad a Afrodita, diosa de la belleza, el amor,
el deseo y la reproducción, expresó José Antonio Lugo, autor del libro
Afroditas, Evas, Lolitas, durante la presentación del título.
Al dar a conocer el volumen coeditado por el Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes y Editorial Ficticia este martes 3 de marzo en la Sala Manuel M.
Ponce del Palacio de Bellas Artes, José
Antonio Lugo consideró que la literatura erótica debe ser transgresora pero al
mismo tiempo amena y generar comunión y empatía con el lector.
En tanto, el escritor, poeta y ensayista Armando González
Torres, miembro del Sistema Nacional de Creadores, señaló que “la libertad
creativa se debe utilizar con toda responsabilidad, pero también las grandes
obras del erotismo tienen una autonomía moral que no es moralina, pero que
tienen que ver con cuestiones técnicas, como la fluidez del relato, la
construcción de personajes, la penetración psicológica, la capacidad de crear
empatía con los personajes y la capacidad de crear más que objetos, sujetos,
con los que tú vas a tener una relación”.
A propósito de sus inicios en este género, el autor
compartió su experiencia de aprendizaje como asistente del novelista mexicano
Juan García Ponce (Mérida, Yucatán, 1932–Ciudad de México, 2003), quien
depositó en José Antonio Lugo su confianza al compartir la complicada
enfermedad que padeció, la esclerosis múltiple.
“Estuve con Juan cuatro años, desde 1981 a 1985, y me dictó
muchos ensayos, entre ellos Inmaculada o los placeres de la inocencia. Ahí vi
algo verdaderamente fantástico, literalmente yo veía a Inmaculada, era una
presencia que estuvo durante cuatro años no sólo en la mente de Juan sino en la
mía también, porque todos los días teníamos una cita con la protagonista del
libro”.
Años después, José Antonio Lugo decidió incursionar en el
género erótico, no sin sentir una gran responsabilidad por haber tenido un
maestro como Juan García Ponce, quien además ya había escrito a través de esa
mirada masculina que convierte como objeto del deseo a la mujer.
El autor recurrió entonces a la escritura desde la visión de
las mujeres, por lo que comenzó a crear una serie de personajes con nombres que
comenzaran con las letras del abecedario, desde la A hasta la Z, con la idea de
que fuera un mosaico de situaciones eróticas que vive la mujer cotidianamente,
“intenté hacerlo desde una mirada empática y amorosa hacia ellas”, comentó el
escritor.
Subrayó que esta propuesta no sólo tiene que ver con emular
a Juan García Ponce sino con la reflexión de una necesidad de que leamos
erotismo inteligente, “un poco la reflexión era ¿qué leemos como lectores
masculinos o femeninos?”
Afroditas, Evas, Lolitas, surge como la oportunidad de
ofrecer textos eróticos actuales, donde están reflejadas las conductas de lo
que todos los días, hombres y mujeres vivimos a cada momento, “esto que todos
sabemos que existe vamos a hacerlo literatura”, expresó José Antonio Lugo.
Al ahondar un poco más en el ejemplar, el autor refirió que
“algunas historias son francamente psicoanalíticas, es una ensalada que junta
lo real, lo vivido, lo imaginado, lo contado, hay historias en las que yo pude
haber participado, que pude haber vivido, o que me llegaron de oídas; la
fascinación y el deseo están íntimamente ligados, estar fascinado puede
llevarlo al deseo o no llevarlo, pero la fascinación en sí es una acto que
permite que la imaginación vuele y que uno empiece a ver qué hace con esa
fascinación, inclusive con ese deseo”.
El alfabeto de José Antonio Lugo se encuentra acompañado por
las capitulares de Héctor de la Garza Batorski Eko, “este talentoso y
subversivo artista plástico que cuya imaginación ha dado origen a muchos
personajes y momentos clave del dibujo erótico contemporáneo en México, y con
los relatos del autor y las capitulares de Eko, se realiza un primer y fecundo
encuentro crítico entre dos formas desde dos diferentes artes de concebir y de
plantear estéticamente el juego erótico.
“Héctor de la Garza, cocreador del libro y yo, creo que
hicimos un maridaje feliz, porque finalmente los griegos tenían una definición
que me complace mucho, que dice que la imaginación es el lenguaje que utilizan
los dioses para comunicarse con los seres humanos”, refirió José Antonio Lugo.
Por su parte, Marcial Fernández, narrador, antólogo y
editor, describió a José Antonio Lugo y a Eko como sátiros que perseguían a las
ninfas y al no haber ninfas las crearon.
El también filósofo, comentó que propuso Afroditas, Evas,
Lolitas en un concurso de coediciones del Conaculta, pues consideró que es un
libro que debía conocer más gente, “fue aceptado por ser un género literario
artístico, legitimado dentro de lo que son nuestras artes”, indicó Marcial
Fernández.
José Antonio Lugo, es licenciado en letras francesas y
maestro en literatura comparada, nació en la Ciudad de México en 1960, es autor
de Letras en la astrología (2008), Resonancias (2006), La inocente perversión:
mirada y palabra en Juan García Ponce (2006) y Caligrafías (2003) y ha
participado como coautor en otras publicaciones.
Fue becario del Centro Mexicano de Escritores, del
INBA-Fonapas y del Fonca, y fue distinguido con el cuarto lugar en el Primer
Premio de Ensayo en Literaturas Francófonas, en 1984.
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