- El secretario General de Gobierno encabezó ceremonia en honor a los caídos durante la campaña militar del Ejército Constitucional del Sureste
Halachó, Yucatán.- En tributo a los caídos durante la
campaña militar del Ejercito Constitucional del Sureste, comandada por el
General Salvador Alvarado, el secretario General de Gobierno, Roberto Rodríguez
Asaf encabezó la ceremonia de honores militares y develación de placa
conmemorativa en el municipio de
Halachó.
Ante funcionarios estatales, oficiales de la Armada de
México y Ejército Mexicano, estudiantes y habitantes de este municipio, el
funcionario reconoció a los hombres y mujeres que con esfuerzo, sacrificio y
honestidad, hacen de Yucatán una tierra de valores.
“A un siglo de la batalla de Halachó, los yucatecos
refrendamos los valores de una sociedad de derechos y convivencia fraterna y de
prosperidad económica”, subrayó Rodríguez Asaf en el acto cívico organizado
como parte de las actividades del centenario de la llegada del Ejército
Constitucionalista.
“La tarea que comenzó el General Salvador Alvarado está
adelantada, pero aún no concluye. Por eso, el presente y futuro de Yucatán
implica continuar trabajando en los grandes retos, mejorar el empleo y los
ingresos, la educación, la seguridad, la salud, los servicios básicos y la
infraestructura”, señaló.
Acompañado de la presidenta municipal de Halachó, María
Cecilia Abraham Hoyos, el funcionario convocó a los presentes a sumar esfuerzos
para trabajar con los valores y la misma convicción de los hombres y mujeres de
México y Yucatán a lo largo de la historia.
“Honremos a los caídos en batalla, honremos con fuerza a los
yucatecos que contribuyen a la construcción de un Yucatán más democrático y con
mejor bienestar. Ésa es la mejor forma de conmemorar un siglo de batalla de
Halachó”, manifestó.
Durante el acto realizado en la plaza cívica de dicho
municipio, se recordó el centenario de
la lucha armada entre fuerzas militares de Yucatán y el batallón
constitucionalista encabezado por el general Salvador Alvarado.
La parroquia Santiago Apóstol de Halachó fue mudo testigo
del fusilamiento de personas inocentes el 15 de marzo de 1915, entre ellas
Wenceslao Moguel Herrera, conocido como el “Fusilado de Halachó”, quien
sobrevivió no sólo a los impactos de bala sino también al tiro de gracia.
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