- Muestra de 45 cajas-objeto con elementos simbólicos, que permanecerá en la Galería Juan Soriano del Cenart hasta julio
México, DF.- Muñecas antiguas, figuras de porcelana, madera
y metal; antiguos cubiertos, juguetes, adornos de toda clase, así como
fotografías, hilos, telas y hasta instrumentos musicales, son algunos de los
elementos que conforman el universo de la artista Marcela Lobo, contenido en 45
cajas objeto que conforman la exposición inaugurada la noche del jueves 7 de
mayo en la Galería Juan Soriano del Centro Nacional de las Artes.
Lecturas del pasado: a través de objetos que pertenecieron a
otros, es el título de esta muestra, definida por su creadora como un puente
para reencontrarse con su pasado y los elementos perdidos que lo conformaban.
“Son obras que surgieron por la necesidad de juntar
simbólicamente esos objetos que alguna vez se encontraban en la casa familiar
que perdí y que de alguna manera conforman parte de mi ser y se hacen
necesarios, de ahí que cada una de estas cajas sea una lectura de diversas
etapas”, afirmó la artista durante la inauguración realizada en el Centro
Nacional de las Artes, donde estuvo acompañada por Rafael Tovar y de Teresa,
presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y
Ricardo Calderón, director del Cenart.
El titular del Conaculta celebró la calidad y diversidad de
las obras de Marcela Lobo, quien siguiendo la tradición del assemblage,
obsequia al público un diario de vida en tercera dimensión.
“Marcela es una artista que se crea y se recrea y siempre
está en busca de nuevos modos de expresión. El assemblage es una de las
técnicas que se asocia con los cubistas como Picasso y que posteriormente crea
un movimiento muy importante que se enmarca con la gran exposición de 1961 en
Nueva York, donde se reúnen artistas como Joan Miró, con otra forma de ver el
arte a través de estos objetos en tercera dimensión”.
Ricardo Calderón dijo que Marcela Lobo es una creadora
fecunda, inquieta y de gran inventiva que ha transitado con fluidez y éxito por
diversas técnicas que van de la pintura al diseño de cerámica y a la
fotografía.
“Su búsqueda siempre está colmada de aciertos y propuestas
originales. En estas cajas objeto no sólo encontramos cualidades estéticas en
el ensamblaje de una infinidad de curiosidades, sino que cada una de estas
instalaciones van acompañadas de textos con una buena dosis de humor, no
exentos de ironía, y que van conformando un diario lleno de frescura, poesía y
experiencias de vida”, expresó el director del Cenart.
Durante el recorrido inaugural, el público pudo apreciar
piezas como No hay marcha atrás, El amigo que tenía miedo a la muerte, Mirando
atrás, Jaque al Rey, Sismógrafo, Las bodas, El vestido, Corazón de condominio,
El hijo que no llegó, Siempre quiero ir a París y El robo del cuadro de la Mona
Lisa, entre otras obras.
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