- Entendió lo que había que plasmar en el cine. Nos hemos formado con sus personajes y sus historias: Tovar y de Teresa
México, DF.- Sencillo, talentoso, intenso, loco y visionario
son algunos de los calificativos que mereció ayer el
desaparecido cineasta Ismael Rodríguez, en un retrato sobre su vida y su
personalidad descrito en diversas participaciones hechas por Ismael Rodríguez
hijo, la actriz Irma Dorantes, el
presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael
Tovar y de Teresa, y mediante una ficticia y “utópica” entrevista proyectada
ayer en la sala 8 de la Cineteca Nacional, en la que el periodista Ricardo
Rocha hace preguntas clave al cineasta, que él contesta.
En este fresco se revivieron anécdotas como la filmación de
la primera escena que dirigió Ismael Rodríguez para el cine, su primer
encuentro con Pedro Infante, sus inicios como sonidista y guionista al lado de
sus hermanos, así como su descubrimiento de Evita Muñoz Chachita, como una
talentosa y joven actriz del cine nacional.
De la “utópica” entrevista hecha por Ricardo Rocha
(proyección editada por el actual director general de la Cineteca Nacional,
Alejandro Pelayo, para una serie que se realizó originalmente en 1993), se
desprende el siguiente comentario de Ismael Rodríguez: “En el cine muchas veces
no son los guionistas sino esos personajes, creíbles, humanos e interesantes
los que escriben una película”.
Como parte del homenaje y la inauguración del ciclo en honor
del productor mexicano, que se llevará a cabo hasta el 13 de junio, Rafael
Tovar y de Teresa develó, junto con familiares de Ismael Rodríguez y miembros
emblemáticos de la comunidad cinematográfica, la placa con la que oficialmente
la Sala 8 de la Cineteca Nacional llevará el nombre del cineasta.
Más adelante, en los lobbies de las salas 1 y 2 del complejo
cinematográfico del Conaculta, se inauguró la exposición Cámara ¡Acción! Ismael
Rodríguez: una vida en el cine, y en la Sala 9 se proyectó la cinta Dos tipos
de cuidado.
Ante la presencia de las actrices Irma Dorantes y María
Victoria, el titular del Conaculta reconoció la trayectoria de Ismael Rodríguez
como uno de los pilares de la cinematografía mexicana y afirmó que su
imaginación y su talento llevaron a la pantalla películas que son ya una
amalgama de lo que es nuestra cultura y la vida social de México.
“Fue un hombre que comprendió profundamente el momento que
vivía México y que entendió lo que había que plasmar en el cine. Nos hemos
formado con sus personajes, con sus historias y con milagros fílmicos como
haber juntado en una película a Jorge Negrete y Pedro Infante o recrear a tres
personajes distintos en Los tres huastecos, una proeza técnica no sólo para
México sino para el mundo”, dijo el presidente del Conaculta.
Por su parte, la actriz Irma Dorantes, viuda de Pedro
Infante, recordó a Ismael Rodríguez como
un director que supo tocar con su sensibilidad y talento los sentimientos del
pueblo mexicano.
“Sus películas se estrenaban en aquellos grandes cines de
antaño, con hasta mil 200 butacas, donde permanecían durante semanas con tres
funciones diarias. Él fue un creador y buscador de grandes estrellas, y
encontró a su diamante en Pedro Infante, de quien fue su padre artístico”.
Irma Dorantes recordó que Ismael Rodríguez convirtió a Pedro
Infante en el nieto más sinvergüenza de Sara García, en el mexicano más querido
con Tizoc y también lo hizo cantar las canciones de Manuel Esperón al oído de
todas las mujeres.
“Ismael fue un director que trascendió a su tiempo y que nos
mostró nuestra identidad a través del cine. Él creaba y transmitía, y Pedro
captaba y convertía en realidad el sueño de los dos", afirmó la actriz al
recordar a su esposo y al director con el que trabajó en varias películas.
En tanto, Ismael Rodríguez hijo agradeció a nombre de su
familia la edición del libro Memorias, de la Dirección General de
Publicaciones, que reúne las voces de toda una época a través de la entrevista
que le hizo a su padre el crítico cinematográfico Gustavo García.
“Quiero agradecer a todos los que han querido a mi padre y
han mantenido vivo su legado, pero sobre todo que esta Sala 8 de la Cineteca
Nacional, se convierta en la casa cinematográfica para recordarlo”, concluyó
Ismael Rodríguez hijo.
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