- Alrededor de mil millones de personas en el mundo viven con discapacidad, recuerdan.
- La vulnerabilidad, amenaza para el desarrollo humano
Mérida, Yucatán.- Se calcula que alrededor de mil millones
de personas en el mundo, es decir, el 15% de la población, vive con
discapacidad y enfrentan barreras que limitan su participación en la vida
familiar, comunitaria y política, recordó el doctor José de Jesús Williams,
rector de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Lo anterior lo expresó en la inauguración de la Jornada
Académica “Abordaje integral de la discapacidad: de la prevención a la
inclusión”, que se realizó el jueves pasado en la Facultad de Medicina con
motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
El rector indicó que el 80% de estas personas vive en países
de ingresos bajos y medianos donde por lo general hay acceso limitado a los
servicios sanitarios y sociales, básicos.
“No disfrutan del acceso a la sociedad de igual forma que
otros en áreas como: transporte, empleo,
educación y vida política y social”, añadió.
El doctor José Williams afirmó que el derecho a participar
en la actividad pública es esencial para crear democracias estables, para una
ciudadanía activa, y para reducir las desigualdades sociales.
Asimismo, subrayó que la vulnerabilidad es una amenaza para
el desarrollo humano y enfatizó que “al no ser abordado sistemáticamente,
modificando políticas y normas sociales, el progreso nunca será equitativo ni
sostenible”.
“La gente es el centro del desarrollo, son las mismas
personas las que pueden construir las condiciones para que el desarrollo humano
sea posible, es decir, el desarrollo de la gente, por la gente y para la
gente”, añadió.
A su vez, Guillermo Storey Montalvo, director de la Facultad
de Medicina, subrayó que el objetivo de las políticas públicas, leyes y
reglamentos en materia de discapacidad, se enfocan “para que las personas logren
su aceptación e integración social bajo cualquier circunstancia, sin distinción
de género, edad y estrato socioeconómico al que pertenezca”.
Recordó que entre los acuerdos de la Asamblea General de las
Naciones Unidas (ONU) emitidas este año se hace un exhorto a los gobiernos para
que faciliten la participación de las personas con discapacidad como agentes y
beneficiarios del desarrollo.
Recalcó que a pesar de los avances, los órganos de gobierno,
de salud, y las instituciones educativas, tienen la responsabilidad de trabajar
y hacer sinergia para crear condiciones de autonomía y un trato digno a las
personas con discapacidad.
Finalmente, Marisa Solís Chan, coordinadora de la
Licenciatura en Rehabilitación recordó que en 1997, cuando se creó este
programa de estudios, Yucatán se encontraba entre los estados con mayor índice
de personas con discapacidad, de manera particular, con alteraciones de tipo
motor.
Indicó que en sus inicios la atención que se brindaba a los
pacientes era terapia física, “como resultado de la autoevaluación 2006 el Plan
de Estudios fue actualizado y con esto se integró la línea de terapia
ocupacional y la consejería en rehabilitación.
Explicó que este proceso de actualización permitió ofrecer
atención integral de la discapacidad y aportar al perfil herramientas para
enfrentar la inclusión plena de las personas con discapacidad, dando respuesta
a las demandas de la sociedad.
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