- El trazo de una nueva calle amenaza a una decena de especies plantadas hace varios años en un terreno de Reparto Granjas, al sur de Mérida
La construcción de una calle es el motivo por el cual serían
retirados tres cedros, dos almendros, una casuarina, chakás, flamboyán y
ciricote que fueron plantados por los propios vecinos en una pequeña porción de
amplio terreno carente de árboles.
Desde hace algunos días, según informaron, personal de una
constructora contratada por el Ayuntamiento de Mérida inició los preparativos
para construir la arteria, que pasaría junto al extenso baldío, ubicado a 50
metros del Periférico.
La nueva vía se proyecta sobre territorio municipal; sin embargo,
el trazo hecho por los ingenieros atraviesa justo en dicha parte poblada de
árboles, que necesariamente tendría que ser eliminada.
“Son especies que tienen más de 30 años aquí, que fueron
sembrados por los vecinos y los hemos cuidado todo este tiempo”, señaló la
señora Ivonne Moreno Tuz al legislador federal Francisco Torres Rivas, quien
acudió al sitio a solicitud de los colonos.
“Panchito” Torres recorrió el área, donde la maquinaria se
encuentra lista para continuar su avance sobre la zona arbolada, donde estos
ciudadanos tenían la esperanza de contar, algún día, con área verde y un
pequeño parque.
Afirman estar de acuerdo con la construcción de la calle,
pues llevan años pidiendo acabar con los perjuicios que genera el terreno
baldío, el cual colinda con las calles 49 de la colonia Salvador Alvarado Sur y
51 y 55 de Reparto Granjas. Sin embargo, piden no arrasar con una decena de
árboles.
Al lugar fue llamado también el diputado local del Verde
Ecologista, Enrique Febles Bauzá, quien una vez en el sitio se comunicó vía
telefónica con personal del municipio para informarse del proyecto.
“Supuestamente el alcalde de Mérida tiene sensibilidad
ecológica, o al menos así nos lo ha hecho creer, de modo que vamos a dialogar
con el municipio para encontrar una solución que beneficie a todos”, ofreció el
legislador del Partido Verde.
La señora Silvia Gamboa recordó que en el fraccionamiento
Cordemex, al norte de esta ciudad, se pudo llegar a un acuerdo y respetar los
árboles ahí existentes que inicialmente se pensaban retirar para ampliar una
avenida.
“¿Merecemos un trato diferente porque se trata de ciudadanos
del sur?”, cuestionó. Indicó que no cree que estos árboles sean trasladados a
Animaya, como aseguran los empleados municipales, sino serían destruidos.
Pero lo principal, señalan, es que nos quitarían todos los
beneficios, como su sombra y frescura, que nos regalan estos gigantes verdes.
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