- Encabeza Ceremonia simultánea de Etapa Final de Implementación del NSJP en 4 entidades
- Desde hoy inicia funciones el nuevo sistema procesal penal en Baja California, Jalisco, Guerrero, Tamaulipas y en el Archipiélago de las Islas Marías
- El PJF cumple anticipadamente con su compromiso constitucional de operar a nivel federal en todo el país
Acompañado del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel
Osorio Chong; de la Procuradora General de la República, Arely Gómez González;
el Senador Roberto Gil Zuarth, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la
República; y el Diputado José de Jesús Zambrano Grijalva, Presidente de la Mesa
Directiva de la Cámara de Diputados, así como de las y los ministros y las y
los consejeros de la Judicatura Federal, el ministro presidente reconoció el
trabajo institucional, así como el compromiso de la sociedad civil que ha sido
fundamental para lograr la transformación del sistema procesal penal.
Al dar por concluida en tiempo y forma la implementación a
nivel federal del nuevo sistema procesal penal, el ministro Aguilar Morales indicó
que este es el primer esfuerzo, de muchos otros por venir, con el que se
revertirá inercia histórica que alejó al proceso penal de su esencia como
instrumento de la justicia pronta y completa.
En su discurso señaló que los derechos de la persona no se
negocian ni se someten al criterio publicitario, no son requisitos ni
obstáculos para la justicia; son, por el contrario, la única garantía que
tenemos de ser juzgados por leyes en tribunales y conforme al debido proceso
legal, solo así podrá haber seguridad jurídica, y se evitará el linchamiento
público.
“Sólo saldremos de la oscuridad de la ignorancia, de la
miseria y la corrupción si hacemos valer nuestros derechos y aceptamos nuestras
obligaciones, si actuamos, no conforme a lo que cada quien cree que es la
justicia propia, sino de acuerdo con la ley y la constitución, que es fruto de
la voluntad de los mexicanos, podremos llegar a la luz de la libertad, del
respeto y de la justicia que necesitamos, sin tolerar la arbitrariedad de la
autoridad, de ninguna, que es la forma más ruin de la corrupción”, aseveró.
El ministro Aguilar Morales reiteró que “o los derechos y el
debido proceso son absolutamente para todos, o simularemos ello siempre que no
nos convenga”.
A su vez, la titular de la PGR, Arely Gómez González,
subrayó que entre los avances del NSJP se encuentran, entre otros, que
"donde antes había procesos lentos y largos, hoy las resoluciones son más
rápidas. El Nuevo Sistema facilita a las víctimas el acceso a la justicia y
brinda mayor respeto y garantía a sus derechos.
Compartió datos que acreditan el funcionamiento de este
modelo en la Procuraduría General de la República. Tenemos 10 sentencias condenatorias de 12 juicios orales
a nivel federal. Además, 718 sentencias condenatorias en procedimientos
abreviados.
“Hoy, la prisión preventiva es la excepción, no la regla.
Más de mil medidas cautelares han sido determinadas, evitando que igual número
de personas vayan a prisión", indicó.
En el evento que se llevó a cabo en la sede de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel
Osorio Chong, afirmó que en la justicia se finca el Estado de derecho y en ella
se encuentra el fundamento más importante que una sociedad tiene para velar por
el bienestar y desarrollo de sus comunidades.
Por ello, señaló el encargado de la política interior del
país, concretar una profunda transformación a la justicia en México ha
representado un compromiso y un imperativo irrenunciable, porque, afirmó,
"se trata de una de las demandas ciudadanas más claras y reiteradas, por
décadas".
Por lo anterior, el Secretario Osorio Chong expresó que
"a nombre del Presidente de la República, extiendo el mayor reconocimiento
tanto a las y los Ministros como al Consejo de la Judicatura Federal".
El costo social de la inacción, apuntó, había sido ya muy
alto para millones de personas. Una justicia efectiva y accesible generará
certeza y permitirá inversión y crecimiento económico, además de que
fortalecerá el tejido social para que éste, perdure en el tiempo, puntualizó.
El Secretario de Gobernación manifestó que hacer válida la
Reforma Constitucional modifica leyes e instituciones, pero también hace
realidad cada uno de sus principios: la equidad, certeza, eficacia y
transparencia, destacó.
Dijo que en el marco federal el Nuevo Sistema de Justicia ya
opera en todo el país, por lo que se ha llegado al cien por ciento, "y las
y los mexicanos hemos dado un primer paso hacia una nueva forma de procurar y
administrar la justicia". A lo alcanzado hoy, indicó, se sumará el próximo
18 de junio un paso más, cuando en las 32 entidades del país concluya la
implementación del nuevo modelo de justicia.
Al continuar con su discurso, el Ministro presidente Luis
María Aguilar Morales sostuvo que México exige y merece una justicia penal
madura, protectora más no solapadora; que quienes dañan y agravian a la
sociedad sean castigados como una forma de equilibrar el orden social para
restaurar la paz que se pierde por la comisión del ilícito.
Indicó que en el Poder Judicial de la Federación (PJF) no
tenemos duda que los derechos de los acusados de un delito son fundamentales,
pero no es menos cierto e incontrovertible que los de las víctimas tienen la
misma importancia y deben ser respetados con la misma aplicación, cuidado,
responsabilidad e intensidad, de lo contrario la decisión perderá su cualidad
de justicia.
Agregó que en la Judicatura Federal por ahora hay un
sentimiento de satisfacción por el deber cumplido en este primer paso, que es
el de la implementación como lo mandató la constitución.
“No se trata de enojos ni complacencias, se trata de hablar
y analizar con objetividad y congruencia, los derechos humanos fundamentales
deben ser respetados de manera absoluta por toda autoridad y para toda persona,
sin distinción alguna, nadie es culpable hasta que existe una sentencia firme,
y siempre y cuando se haya seguido puntalmente el debido proceso legal, sin el
cual las personas, cualquiera de nosotros, correrá el riesgo de ser declarado
culpable sin haber sido realmente
juzgado por sus actos sino por apariencias, por decires de terceros”.
El titular del Poder Judicial de la Federación recordó que
los únicos que pueden y deben determinar si una persona es responsable de un
acto delictivo son los jueces, e incluso dentro de un sistema que permita la
defensa y los recursos accesibles.
Estamos en un momento
en que la autoridad está llamada a cumplir con la ley y a respetar los derechos
desde el momento mismo de la detención, sin tortura, sin presión, sin
simulaciones y engaños, pero eso es precisamente lo que queremos todos, lo que
queremos los mexicanos, es evitar la arbitrariedad.
Reiteró que descalificar a los jueces fuera del contexto en
el que han juzgado, no contribuye al interés de lograr un mejor sistema de
justicia penal, y menos haciéndolo sin conocimiento directo de los hechos y
derechos que han estado en juego en cada caso concreto y aun sin percatarse de
las reglas constitucionales, legales y jurisprudenciales que rigen
obligatoriamente su proceder; reglas construidas sobre las disposiciones de la
ley y la constitución.
En la judicatura federal no toleramos ni protegemos a los
malos jueces, no hay cabida alguna para la corrupción o la ineptitud, siempre
que hemos conocido de ello, con pruebas de sus actos y no simples diferencias
de opinión, hemos actuado con firmeza, sin miramientos, sometiendo a los
sospechosos a un procedimiento de responsabilidad, y cuando han quedado
demostradas su malas conductas en el CJF los sancionamos con dureza, con
firmeza pero siempre conforme a la ley.
Informó que a poco más de 17 meses en que ha presidido al
CJF se ha sancionado a 78 funcionarios públicos, de entre ellos a los titulares
de la impartición de justicia; se ha destituido a cinco jueces de Distrito,
inhabilitado hasta por diez años a un magistrado de Circuito y hemos impuesto
sanciones de suspensión del cargo a otros cinco titulares, jueces y
magistrados.
Es responsabilidad de los jueces, cumplir con la
constitución, respetar los derechos de las personas y seguir los procedimientos
que marca la ley, esa es la única manera de garantizar una justicia objetiva.
No se trata de legalismos, no son tecnisismos, son compromisos del Estado
mexicano para garantizar a sus ciudadanos seguridad jurídica y convivencia.
Ignorar la ley diciendo olímpicamente que son solo cuestiones de leguleyos es
ignorar que queremos vivir en un Estado de derecho, donde sepamos, todos que la
ley es la que nos guía y nos protege de la arbitrariedad, agregó.
El ministro Aguilar Morales dijo que el reto ahora consiste
en dejar atrás la exitosa implementación federal, para dar paso a metas
tangibles, minuciosas que permitan
capitalizar la experiencia ganada, ajustar sobre la marcha e
instrumentar mejores procesos a partir del conocimiento, para maximizar sin
dispendio alguno de recursos, los resultados cuantitativos y, sobretodo,
cualitativos, que abonen a la valiosa confianza ciudadana, sin la cual todos
los esfuerzos institucionales de nada sirven.
Señaló que se creó una oferta de justicia de calidad para
todo el país erogando lo estrictamente indispensable, ya que se utilizaron
todas las capacidades disponibles y se incorporó aquellas permiten crear una
plataforma de crecimiento ordenado del sistema, según el incremento de su
propia demanda.
Así se edificaron Centros de Justicia Penal Federal (CJPF)
en todas y cada una de las entidades del país, los cuales cumplen con los más
altos estándares internacionales de calidad tanto en el aspecto arquitectónico,
logístico y de seguridad, para dar una atención de excelencia a los
justiciables y a quienes como público interesado, asistan para constatarlo.
Indicó que la dimensión física de la reforma ha sido un
verdadero reto, sin embargo, para los señores consejeros de la Judicatura
Federal el verdadero punto neurálgico de la reforma, del que depende
primordialmente su éxito, ha estado y estará en su dimensión humana, en las y
los jueces que con cada una de sus decisiones no sólo dirán el derecho en el
caso concreto, sino que están ya dando forma y rumbo a la nueva justicia penal
mexicana.
Es por ello que no hemos escatimado en las labores para su
selección y capacitación. Todos los jueces han superado los más estrictos
filtros y solventado las más rigurosas pruebas.
“No tengo duda: hemos formado a una generación de juzgadores
penales de excepción y sé que la historia dirá de ellos que estuvieron a la
altura de estas nuevas y desafiantes circunstancias”, puntualizó.
En ese tenor, ya que esta obra de profunda reingeniería
institucional no puede verse de manera aislada, es que los esfuerzos para
contar con juzgadores solventes en el nuevo sistema no se han limitado
exclusivamente a la dimensión penal.
Hemos llevado a cabo una intensa labor de capacitación con
los jueces de amparo, tanto en los pormenores de los juicios orales como en su
vinculación con el juicio de amparo, el instrumento de defensa, por excelencia,
de los derechos humanos de los mexicanos.
Más importante aún, conscientes de que la completa novedad
que entraña el nuevo diseño procesal puede generar incertidumbre sobre los
criterios a seguir, es que se han desplegado múltiples acciones de diálogo y
retroalimentación entre los juzgadores federales mediante reuniones y
conversatorios y no sólo entre ellos, sino también con los jueces del fuero
común y con el resto de los operadores del sistema. Más de 1,500 juzgadores en
las 32 entidades tomaron parte de este ejercicio, con resultados extraordinarios.
Lo realizado hasta ahora, qué duda cabe, es un motivo de
satisfacción, sin embargo, sin permitirnos caer en la autocomplacencia.
Más que dar materialidad a una nueva legislación que
instrumenta un nuevo proceso, por mandato constitucional hemos empezado una
profunda labor de reingeniería que llega hasta los cimientos de doscientos años
de hábitos, fórmulas y prácticas.
Doscientos años de ser, entender e impartir la justicia, la
correlación entre libertad y seguridad, la naturaleza de los conflictos penales
y el papel que debe tener el Estado en su solución, la irrenunciabilidad de la
presunción de inocencia y de la reparación del daño, la función de las penas,
el papel relevante de las víctimas, la finalidad misma del proceso y de lo que
las partes y los operadores pueden y deben hacer con él y en él.
Desde ahora, subrayó,
estaremos atentos, vigilantes y exigentes para que progresiva y
sostenidamente el sistema dé los resultados de justicia que la sociedad
demanda.
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