- “Prefiere importar leche en polvo”, dicen
Ciudad de México.- El Programa Nacional de Abasto de Leche a
cargo del gobierno federal, especialmente en zonas de alta pobreza, corre
serios riesgos de suspenderse por reducciones presupuestales que impiden
adquirir leche fresca de los pequeños y medianos ganaderos lecheros de diversos
estados del país.
En una reunión ríspida de los productores del alimento con
funcionarios de nivel medio de la empresa LICONSA, ante la ausencia de su
director general, Héctor Pablo Ramírez Puga, encabezó la sesión Luis Hendrón,
responsable del área de adquisiciones de leche
de la empresa, quien se limitó a dar este anuncio sin mayores
explicaciones.
Los estados representados por parte de los productores,
provenientes de Veracruz, Jalisco, Chihuahua, Aguascalientes e Hidalgo, quienes
se trasladaron hasta la ciudad de México para dialogar con el director general
sobre alternativas de solución, encontrándose con que “el director no se
encuentra en la ciudad, y eso es lo que nos encargó informarles”, justificó
Hendrón.
Como es del conocimiento público, desde hace dos semanas la
empresa LICONSA dispuso disminuir las compras de leche en una tercera parte,
que equivale a 265 millones de litros este año.
Al respecto, los productores inconformes por esta
disposición, acordaron realizar movilizaciones y derrames de excedentes de
leche en diversas ciudades del país, como protesta por la omisión del titular
de la Secretaría de Desarrollo Social, José Antonio Meade, y del director de
LICONSA, Ramírez Puga, de reunirse con los productores del lácteo.
Anunciaron que el próximo lunes 18 de julio, los ganaderos
lecheros sostendrán una reunión, a fin de llegar a un acuerdo para la
concentración convocada por el tesorero de la Confederación Nacional de
Organizaciones Ganaderas (CNOG) Salvador Álvarez Morán.
Adelantó que los productores de leche no descartan la
posibilidad de tomar carreteras. Se trata de impedir el libre tránsito de leche
en el país “ya que, si hemos de quebrar, quebraremos juntos”, dijo un productor
de Chihuahua y advirtió que “el campo está seco; sólo falta un cerillo”. El
hambre nos está matando.
Esto, añadió, “porque hemos permitido que nos roben la
leche, pero estamos decididos, no nos robarán las vacas”.
Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de
Productores de Leche, alzó la voz durante la reunión y destacó que “lo que
falta es voluntad política. No es un asunto de falta de recursos, ya que
LICONSA compró en diciembre de 2015, más de 24 mil toneladas de leche en polvo,
con presupuesto de 2016”.
Ante esta situación, “resulta inexplicable que no haya
dinero para pagar la leche a productores nacionales, quienes entregan su
producto líquido para la atención gubernamental de lucha contra el hambre”.
Añadió que es incongruente que LICONSA apueste al beneficio ajeno,
y no a la producción nacional, por lo que SEDESOL y LICONSA, ponen en riesgo el
abasto del alimento dirigido a millones de familias vulnerables económicamente.
Al final de la reunión señalada, los productores de leche,
enfadados, regresaron con las manos vacías a sus lugares de origen, para
comentar a sus familias y a sus compañeros, “que era lo mismo de siempre:
nada”, por lo que están dispuestos a tomar las acciones necesarias.
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