- Galería Amorcito corazón, Club A toda máquina y el Comité Pro Festividades del Parque Pedro infante Sambulá depositan ofrenda ante el monumento del aclamado artista
- Ese día también murieron, a causa del desplome del avión que pilotaba Pedro, la Srita. Ruth Rosell Chan, de 18 años y el niño Baltazar Martín Cruz.
Mérida, Yucatán.- Un reducido grupo de admiradores de Pedro Infante, cubiertos con tapabocas, de Galería Amorcito Corazón, Club A toda máquina y el Comité Pro Festividades del Parque Pedro infante Sambulá, encabezados por Bekina Fernández, depositaron hoy una sencilla ofrenda floral ante el monumento al Ídolo de Guamúchil, al sur de la ciudad, a 63 años de su trágica muerte.
Aplicando la sana distancia solicitada por las autoridades ante la emergencia sanitaria por el COVID-19, el reducido grupo llevó un equipo de sonido para difundir las melodías que interpretara el malogrado artista, pues todos los eventos fueron cancelados, entre ellos el tradicional desayuno, la carrera atlética, la distribución de juguetes entre los niños y el festival nocturno.
Desde el sitio, que hoy recibió pintura, Bekina transmitió en vivo un enlace telefónico con Cruz infante Jr., quien se encuentra en Chiapas, a quien hiz prometer que vendría a Yucatán el próximo año para cantar al pie del monumento.
--“Hoy 15 de abril del 2020 es el 63 aniversario Luctuoso del idolo Pedro Infante por motivos de la contingencia covid-19 nos vimos obligadas a cancelar los eventos que se estaban organizando este 2020 para este día tan especial, sin embargo, nada nos detiene y nos estamos preparando para que este 2021 la representante de la banda la pueda portar con el doble de orgullo, aparte de darnos mas tiempo para que este 2021 salga a la perfección los 3 días que se acostumbran a celebrar, dijo una de las organizadoras Fabiola de la Rosa.
La muerte del ídolo
Pedro Infante fue un fanático de la aviación. Acumuló 2989 horas de vuelo como piloto.
Estaba registrado con el nombre de rol de "Capitán Cruz". Previo al accidente que le costó la vida, ya había tenido otros dos accidentes aéreos, el primero en la ciudad de Guasave, Sinaloa, donde al intentar despegar de una pista improvisada el avión no pudo ganar altura y se fue de frente contra un cultivo de maíz, de ese accidente le quedó una pequeña cicatriz a la altura de la barbilla, el segundo desplome fue cerca de Zitácuaro, Michoacán, razón por la que tuvo que implantársele una placa de platino en parte del cráneo.14
El 15 de abril de 1957, Pedro Infante piloteaba un C-87 Liberator Express de fabricación estadounidense, matrícula XA KUN perteneciente a la empresa TAMSA, de la que era socio. Este modelo de avión se derivaba del B-24 Liberator, un bombardero de la Segunda Guerra Mundial que se consideraba ya obsoleto para uso militar pero todavía útil en aplicaciones civiles.
No obstante, las modificaciones necesarias para convertirlos en un transporte civil hacían que tuvieran dificultades para elevarse cuando iban muy cargados e introdujeron un problema de inestabilidad longitudinal debido al estrecho margen de variación del centro de gravedad ocasionado por la disposición y anclajes originales de la bahía de bombas, modificada y expandida para formar el compartimiento de carga.
En otras palabras: exigían una estiba sumamente cuidadosa de la carga, preferiblemente con un peso total de la misma inferior a su capacidad nominal. Estos y otros problemas —como la pobre distribución de los conductos de combustible, que además tendían a sufrir pérdidas y aturdir a los ocupantes con sus vapores— contribuyeron a que fuera un avión peligroso de difícil manejo y operación, temido por sus tripulaciones, que sufrió 150 accidentes con pérdida total de la aeronave entre 1942 y 1964.
Poco después de despegar del aeropuerto de Mérida acompañado por el capitán Víctor M. Vidal y el mecánico de vuelo Marciano Bautista, y tras apenas alcanzar unos 200 metros de altura, el C-87 piloteado por Infante se desplomó entre las 7:30 y las 8:00 horas en pleno centro de la ciudad de Mérida, Yucatán, en el sureste de México.
El avión impactó boca abajo, lo que sugiere una pérdida total de control. La investigación del accidente determinó como causa probable que· "se debió a un error de maniobra consistente en ejecutar dos virajes hacia el rumbo de la Ciudad de México sin conformarse a las especificaciones de distancia y procedimientos, y por debajo de las altitudes y velocidades indicadas. Este error fue agravado por un probable corrimiento de carga debido a una estiba incorrecta."
En esa fase del vuelo, justo después del despegue, el avión iba todavía casi totalmente cargado de combustible para llegar a la CDMX. Como consecuencia, al estrellarse se produjo una gran deflagración e incendio. Esto ocasionó dos víctimas más en tierra: una muchacha de 18 años llamada Ruth Rosell Chan, que murió quemada viva, y el niño Baltazar Martín Cruz, fallecido poco después por la misma razón. Otros dos jóvenes sufrieron graves quemaduras.
El avión cayó en el patio del predio de la calle 54 Sur y 87 ("esquina La Socorrito", 20°57′01.5″N 89°37′21.5″O), donde hay un busto conmemorativo; sin embargo, su monumento se erigió en el cruce de la calle 62 y 91, a la que se le nombró plaza Pedro Infante.
Pedro era muy querido en Yucatán y después de su muerte, se supo de lo caritativo que era con los menesterosos a quienes les entregaba todos los sábados una despensa, pero claro, previamente su secretario, un joven natural de Belice, confirmaba mediante una visita a casa del menesteroso, si el solicitante realmente vivía en situación precaria. Lo anterior fue declarado por Wilbert Alonzo Cabrera, quien atestiguó lo caritativo del artista y de quien vivían de su industria cinematográfica más de 300 familias.
Actualmente cuenta con múltiples homenajes en toda la república mexicana, principalmente en los museos en su nombre: en Isla Arena, Campeche Donde se encuentra el museo del faro, en Museo de Cuajimalpa, Ciudad de México, en el Rincón de Pedro Infante en Mazatlán, Sinaloa y en el Museo de Guamúchil, Sinaloa.
Año tras año Pedro Infante sigue convocando gran número de fanáticos de todas las edades frente a su tumba en el Panteón Jardín de Ciudad de México. Entre los asistentes hay quienes se visten como algunos de los personajes que caracterizó y se le recuerda con una misa luctuosa, guardias de honor y, por supuesto, con música y las canciones que hiciera famosas el Ídolo de Guamúchil, lo que demuestra la gran popularidad que aún tiene como actor y cantante en la cultura popular mexicana. También en el sitio en el que murió, en la calle 54 Sur con 87, cada 15 de abril se organiza un desayuno tradicional, una carrera atlética y un festival en la noche.
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