Tres muertos, 14 detenidos, saldo del fallido mega atentado contra el secretario de Seguridad de la CDMX

Mientras se desplazaba en la Suburban negra blindada, acompañado por un coche escolta, para reunirse como todos los días con la jefa de gobierno, el jefe de la policía capitalina Omar García Harfuch, de 37 años, fue emboscado… ysobrevivió a una lluvia de balas de armas cortas y fusiles de alto calibre, entre ellas las Barret calibre 50 milímetros, durante unos cuatro minutos
  • Omar García Harfuch sobrevive a la emboscada de unos 25 hombres con armas cortas y fusiles Barrett calibre 0.50, granadas de fragmentación y chalecos antibalas; también llevaban garrafones con gasolina para quemar vehículos
  • Jefe policiaco atribuye el atentado al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), bajo las órdenes de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho
  • Los sicarios detenidos confesaron ser de Jalisco, Michoacán, Guerrero, Nayarit, Chihuahua, Ciudad de México e incluso un colombiano. Fueron contratados hace tres semanas.
  • A uno de los sicarios se le cayó una falsa identificación de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX
Ciudad de México.- Mientras se desplazaba en la Suburban negra blindada, acompañado por un coche escolta, para reunirse como todos los días con la jefa de gobierno, el jefe de la policía capitalina Omar García Harfuch, de 37 años, fue emboscado… ysobrevivió a una lluvia de balas de armas cortas y fusiles de alto calibre, entre ellas las Barret calibre 50 milímetros, durante unos cuatro minutos

--“¡Rápido, están tiroteando, base!”, pedían auxilio los escoltas, cuando una camioneta intentó cerrarle el paso por la parte trasera en medio de una lluvia de balas. La idea era encapsularlo porque más adelante lo esperaban más sujetos que habían llegado a la zona desde las 4 de la mañana a bordo de un camión de carga de 3.5 toneladas con el logotipo de la empresa Carso. Aparentaban ser barrenderos de las calles. Estiman que en total participaron 25 sujetos y unos ocho vehículos.

En los vehículos, que después varios quedaron abandonados, los sicarios llevaban granadas, lanzagranadas, armas largas, carrilleras con centenares de cartuchos, garrafones con gasolina, bombas molotov, chalecos blindados, chalecos fosforescentes e incluso un inhibidor de señales de telefonía, para bloquear las comunicaciones y evitar que él o sus escoltas pudieran pedir ayuda al momento del ataque.

Mientras llegaban los refuerzos, en el intenso intercambio de disparos, murieron dos escoltas, entre ellos el jefe. Una tercera víctima, una mujer que circulaba en la zona.

García Harfuch resultó con lesiones de bala en una clavícula y rodilla y heridas por esquirlas en hombro, mismas que no ponen en peligro su vida.

Las marcas de los disparos de fusiles de alto calibre pueden verse en el parabrisas y en el cofre de la Suburban negra que quedó sobre el cruce de las calles Monte Blanco y Sierra Nevada, cerca del paseo de la Reforma.

Minutos después llegaron los elementos la policía capitalina, quienes crearon un perímetro para detener a los sicarios del grupo criminal que huían corriendo, pues muchos no alcanzaron a subirse a los vehículos que habían estacionado en los alrededores.

Los detenidos confesaron ser de Jalisco, Michoacán, Guerrero, Nayarit, Chihuahua, Ciudad de México e incluso un colombiano, quienes dijeron que fueron contratados hace tres semanas. 

A uno de los sicarios se le cayó una falsa identificación de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, en una camioneta abandonada en Florencia y Hamburgo.




Operativo para matar al jefe policiaco

De acuerdo a las cámaras de seguridad de la policía, una camioneta de 3,5 toneladas con el logo de la empresa Carso llegó a las cuatro de la mañana con varios sujetos. Otros vehículos se aparcaron en la zona esperando que cruce el jefe policiaco.

A otra distancia se estacionó una camioneta donde estaba instalado el inhibidor de señales de telefonía, con capacidad para bloquear la señal en un perímetro de 500 metros. El objetivo: evitar que los emboscados pidieran auxilio.

En el interior había garrafones con gasolina, bombas molotov, chalecos blindados y chalecos fosforescentes. El objetivo ocasionar incendios de vehículos, como realizan normalmente en ciudades del norte del país.

Aproximadamente a las 6:35 de la mañana divisaron el vehículo oficial. Una camioneta, donde posteriormente la policía encontró granadas, lanzagranadas, armas largas, carrilleras con centenares de cartuchos, agredió desde atrás la Suburban negra del jefe policiaco. Los escoltas comenzaron a pedir auxilio.

El camión con el logo de la empresa Carso, la empresa se deslindó más tarde de la unidad, y que se había estacionado desde la madrugada bloqueó el paso del auto oficial. De la parte trasera salieron varios hombres con armas de alto poder y comenzaron a disparar contra la Suburban.

El vehículo quedó sobre el cruce de las calles Monte Blanco y Sierra Nevada, cerca del paseo de la Reforma.

--“Esta mañana fuimos cobardemente atacados por el CJNG, dos compañeros y amigos míos perdieron la vida, tengo tres impactos de bala y varias esquirlas. Nuestra Nación tiene que continuar haciéndole frente a la cobarde delincuencia organizada. Continuaremos trabajando”, tuiteó  García Harfuch dos horas después del atentado.

La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum reiteró que “no habrá marcha atrás” en el combate al narco y ha atribuido este ataque “al buen trabajo que Omar García y la policía están desarrollando para garantizar la paz y la seguridad”. 

Preguntada sobre si hay una ola de violencia en la ciudad debido al enfrentamiento de los grupos criminales entre ellos y con la policía, Sheinbaum se ha limitado a decir que están “en alerta” y “en coordinación con la Guardia Nacional y la Secretaria de Seguridad federal”.

¿Teme por su vida?, le han preguntado. “De ninguna manera”. Y después ha asegurado que no ha recibido amenazas.

Hace una semana funcionarios de seguridad recibieron una amenaza: Durazo

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Alfonso Durazo Montaño, informó que hace una semana se registró una eventual amenaza a algunos funcionarios de seguridad pública, sin embargo, señaló que investigarán si está vinculado al ataque contra Omar García Harfuch.

"Invariablemente estamos dando seguimiento a los grupos del crimen organizado, particularmente a aquellos más beligerantes y es frecuente que existan este tipo de amenazas y efectivamente hace una semana se registró una eventual amenaza a algunos funcionarios de seguridad publica", señaló Durazo Montaño en conferencia de prensa en Morelia, Michoacán.

Respecto a que este atentado se encuentre vinculado a las amenazas recibidas, Durazo Montaño dijo que "lo consolidaremos si es el caso conforme a avancen las investigaciones".

Sobre el tuit que publicó el secretario de Seguridad Ciudadana donde señaló al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como autor del atentando, Durazo Montaño dijo que esta es una de las hipótesis que está investigando la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, quien llevará a cabo las diligencias correspondientes con apoyo de la Fiscalía General de la República (FGR) y el sistema del gobierno de la República.

La presencia del Cartel Jalisco en la capital mexicana fue confirmada por las autoridades en febrero. La Fiscalía general y la local señalaron entonces que se habían ubicado al menos cinco células bajo las órdenes de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, en Ciudad de México. Estas operaban en las alcaldías de Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Tlalpan. Informes de inteligencia también apuntaban la expansión de esta organización criminal a otras dos regiones. El reclutamiento de personal y sicarios habría empezado en 2018.

Las autoridades detuvieron ese mismo mes a un sicario del CJNG en la capital. Carlos Fernando, conocido como El Viejón, es el responsable de coordinar la ejecución de dos israelíes en un restaurante de un centro comercial, en julio de 2019. El doble homicidio se llevó a cabo después de que salieran mal las negociaciones entre la organización mexicana y la mafia israelí.

El CJNG, la organización criminal hegemónica en México, irrumpió en la capital en 2017. Lo hizo aliándose con delincuentes locales que pretendían arrebatar el poder a la Unión Tepito, el más fuerte en Ciudad de México. Los sicarios provenientes de Jalisco están vinculados a diversas ejecuciones en el barrio popular de Tepito. También eran los encargados de surtir de armamento de alto calibre al grupo conocido como la Anti-Unión, que disputaba el mercado de tráfico de drogas, el secuestro y el cobro de derecho de piso.

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