Destituye la ESAY a maestro de teatro acusado de acosar a las alumnas

Destituye la ESAY a maestro de teatro acusado de acosar a las alumnas

  • Un día de presentación estaba entrando al foro Rubén Chacón cuando Alcibíades me tomó por detrás, cargándome de la vagina y de los pechos, untándome su pene y respirándome agitadamente en el oído, narró una alumna
  • Recuerdo que en una ocasión nos pidió realizar un ejercicio donde forzosamente teníamos que mostrar una parte de nuestro cuerpo desnudo
  • Para mi retroalimentación al final del semestre, el maestro me aconsejó darme de baja y aprovechar el año para perder mi virginidad y regresar, porque para él un actor virgen no puede actuar y que si fuera por él, yo reprobaba la materia, contó otra alumna.

Mérida, Yucatán.- Alcibíades de la Caridad Zaldívar Álvarez, profesor de la Licenciatura de Teatro de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), fue destituido luego de que estudiantes hicieran una denuncia colectiva en su contra por hostigamiento y acoso sexual o actos de manipulación psicológica.

Las alumnas hicieron saber que dicho catedrático, originario de Camagüey, Cuba, fue denunciado en el pasado en el movimiento #MeToo y que, desde su incorporación a la escuela en 2016, es señalado por exigir de las alumnas ejercicios de tono enmarcados en actividades eróticas.

--“Solicita que se desnuden con la excusa recurrente de que como artistas debemos ser capaces de liberarnos psicológicamente ante las trabas sociales. Este acto de manipulación es ejercido constantemente por el profesor y ha generado incomodidad, frustración, inseguridad y agotamiento, por decir lo menos, en muchas estudiantes”, precisaron.

Testimonios de ex alumnas de la ESAY:

Anónima 1: Sus formas eran muy agresivas, muy de vieja escuela. De llevarte a a emoción, obligarte o humillarte, decirte palabras hirientes… A mí siempre me tocaba hacer esenas así como de prostituta y alguna vez me tocó hacer una cosa como de que tenía que bailarle a una silla que estaba sola, yo me sentí un poco incómoda pero pues lo tenía que hacer. Alcibíades me dijo: “No te reo. A ver, imagina que tiene un hombre y le estás bailando”. Y pues yo como que lo estaba haciendo, pero me puse nerviosa, y luego él se sentó en la silla y me dijo: “Dale, a ver, báilame”. Pero pues así con su forma muy violenta, y yo estaba entre demostrar que sí puedo, que sí puedo sacar eso adelante, y también mi sensación de incomodidad, de decir ¿por qué tengo que hacer esto? Si lo podía hacer, porque en el ejercicio ni siquiera me ayudaba que él estuviera ahí sentado, simplemente que yo me concentrara y lo hiciera, e imaginar la situación, pero no necesitaba su presencia, que él se sentara y que yo tuviera que estarle bailando.

Anónima 2: Al principio sentía una gran admiración por Alciabíades, para mí era “el gran maestro” ya que generaciones atrás hablaban maravillas de él y del acompañamiento que brindaba en el proceso sin embargo, cuando comencé el mío notaba ciertas actitudes que eran inapropiadas de su arte, pero cegada por esa admiración y por querer crecer como actriz no les di importancia hasta ahora.

Recuerdo que en una ocasión nos pidió realizar un ejercicio donde forzosamente teníamos que mostrar una parte de nuestro cuerpo desnudo o el cuerpo en su totalidad, sin darnos más explicaciones del porque se tenía que realizar el ejercicio, sólo recuerdo que estábamos tocando en ese período el despojo y la desinhibición, así que lo relacioné con esos temas.

 Yo siempre he tenido conflictos en mostrar mi cuerpo y más si es ante todo el grupo, en ese momento tuve un bloqueo y entré en pánico. Traté de hablar con él y explicarle que yo no quería realizar el ejercicio y él solamente se reía n(con esa risa estúpida de no saber qué decir porque no tiene la más mínima idea de cómo tratar un conflicto emocional, pero sí de crearla ante su alumna). Lo único que me dio fue: “todos los ejercicios que realices te van a servir para ser una mejor actriz, así que tú decides cuánto quieres enseñar”. Me dio una palmadita en la pierna y se fue, yo seguía con el conflicto que ahora me taladraba más, ya que estúpidamente me culpaba por no ser más arriesgada y dar lo que se me pide.

Al final decidí no mostrar demasiado y resulta que no hubo mucho que comentar de mi ejercicio. Pero al momento en que otras compañeras mostraban el suyo y había más “riesgo” en su ejercicio Alcibíades observaba atento y con detalle todos sus movimientos (y con esto me refiero a sus cuerpos desnudos). La verdad a mi se me hizo algo repulsivo de su parte pero una vez más me culpé pensando que estaba enojada con el resultado de mi ejercicio.

Cuando estábamos realizando nuestro proceso final, junto en la construcción de nuestros personajes, Alcibíades pensó que era una buena estrategia castigar a estos pegándoles en las manos y en las nalgas con una madera. Castigo que mi personaje, por el contexto en el que se encontraba y la personalidad que tenía en la obra, recibía constantemente hasta el grado de causar un tipo de recelo o temor ante él. En ese momento me sentía algo incómoda con la situación, pero no quería desacreditare ante él, por miedo de perder a mi personaje.

Considero que su pedagogía noes apropiada, y no me gustaría que más generaciones sigan cuestionando su formación o sus capacidades ante una persona que evidentemente no sabe diferencias entre ser un profesionista y satisfacer sus necesidades narcisistas y machistas.

Anónima 3: Nunca me gustaron sus prácticas pedagógicas, me sentía incomoda durante las sesiones de trabajo y honestamente nunca me agradó la idea de tener que mostrar mi cuerpo. No le encontraba justificación para un simple ejercicio de clase donde él hablaba acerca del despojo y la desinhibición, sentía durante los ejercicios que sólo aprobaba a los que se desnudaban, mostrándolos como ejemplo de lo que se necesita para ser un gran actor o actriz. Siempre nos orillaba a eso, a mostrar más. Siempre me convencí de que no era necesario y no lo hice.

 Durante el último semestre de montaje sus prácticas se volvieron más antipedagógicos, nos golpeaba, gritaba y humillaba haciéndonos saber que era parte del trabajo actoral, disque para entrar a personaje, pero ¿dónde queda la ética teatral? Llegó el punto en el que le tenía miedo, no me reconocía, me sentí muy violentada creyendo que era parte de un proceso artístico. Un día de presentación estaba entrando al foro Rubén Chacón cuando Alcibíades me tomó por detrás, cargándome de la vagina y de los pechos, untándome su pene y respirándome agitadamente en el oído. En ese momento entre en shock, quería correr y tirarme a llorar, me sentí violada, pero era el momento de estar entrando en escena. Me desconcentré y en la mente intentaba borrar ese momento para continuar con la obra, al finalizar de la presentación se me acerco y me dijo: ¿cómo lo sentiste, estuvo bien, np?”. Yo solo quería llorar y no fui capaz de responderle durante las siguientes funciones de una u otra forma siempre terminaba tocándome.

Anónimo 4: Fue mi maestro de Estructuración y fue un proceso demasiado turbulento, desde las primeras clases se mostró muy duro y poco paciente. Nos gritaba y sermoneaba con insultos e incluso gritos si no entendíamos las indicaciones a la primera. Mi pareja de escena y yo éramos vírgenes. Para los ejercicios de A y B, toda escena que propusimos no la rechazaba que porque los conflictos “no eran reales”, hasta que nos orilló a que creáramos una acción alrededor de nuestra virginidad y falta de experiencia sexual. Nos presionó para que nos besáramos, desvistiéramos y tocáramos en escena aunque no estuviéramos cómodos. Fue un proceso que sufrimos bastante y por un tiempo afectó nuestra relación de amistad entre mi pareja de escena y yo. Sentir a mi pareja de escena cln incomodidad y rechazo ante las acciones durante nuestro ejercicio me generaron muchas inseguridades con mi cuerpo. Para mi retroalimentación al final del semestre, el maestro me aconsejó darme de baja y aprovechar el año para perder mi virginidad y regresar, porque para él un actor virgen no puede actuar y que si fuera por él, yo reprobaba la materia. Cabe mencionar que un año después volvió a darnos clase para otra materia y terminando el primer día de su clase, no pude evitar llorar recordando lo qyue era sentir su presencia en el salón y tenerlo a él como maestro.

Anónima 5: Empezamos a tener una relación amistosa por mensajes y en cierto punto dijo “vamos a vernos, le caigo a tu casa, llevo unos vinos”. Yo accedí, posiblemente porque en ese momento accedía todo lo que me brindara un poco de estabilidad y sentirme querida. Llegó a la casa, empezamos a tomar, charlamos, escuchamos música y de pronto con el alcohol entramos en confianza y hablamos de cuestiones de la escuela y la vida. Llegó un punto donde le dije: “bueno pues ya te vas a tu casa” y de pronto empezó a insistir en esto de “pero me quedo, ¿cuál es el problema?, ¿tienes miedo de que pase algo?” ¿Qué pase algo de qué?”, le dije. Y me dijo “de que hagamos el amor”. Yo la verdad estaba algo ebria, pero con todo eso lo tenía tan claro que le dije que no.

Empecé a desarrollar una atracción porque me trabajó desde los halagos “eres especial, eres única”. En ese momento escuchar algo así de “una vaca sagrada” (que horror) me alimentaba el ego. Esa noche en mi casa, le dije que se fuera y terminamos bien, no paso nada más. Pero después, a los días siguientes yo le escribí en este mood de amigos y me dejó de contestar, me gostheo extraescolar se pasó a las clases y sentí cierta indiferencia con mi proceso, como si le avergonzara lo que había vivido conmigo, o no quería quemarse. Igual y era su desdén por yo haberlo rechazado. Curiosamente entra esto del MeToo, él entra en los señalados y pues obviamente hubo más distancia, empezó a ignorarme completamente. Después de eso, no veía mal lo que vivimos. En ese momento del MeToo no se me ocurrió o no estaba lo suficientemente convencida como para denunciar que yo había vivido una falta de ética en la escuela, que lo que él hizo desde su lugar de poder no esta bien. Siempre me he sentido yo responsable de que acepté y entonces se reparte la culpa.

Yo creo que pasó un mes y el wey me busco porque quería hablar conmigo y me pidió una disculpa por lo que había pasado y me dijo que yo había sido “la guía” en ese momento, me reconoció y agradeció por la “lección” que le había dado. Esa vez yo me conformé con eso y me sentía bien porque se disculpó. No me enrollé con él, no sufrí de amor por él y le di carpetazo a esa situación. Pero al año siguiente, me toco otra vez como maestro y empecé a ver esos signos ue yo veía conmigo, pero con otras colegas de la clase. Entonces ahí sí me enervó un chingo.

Sé que sigue habiendo ciertos fanatismos de niñas de otras generaciones sobre su figura, sobre lo que él representa. Todo eso por lo que yo pasé, todo el camino desde la admiración, el “enamoramiento” y después el rechazo y la omisión. En realidad no pasó algo grave, en el sentido de que no tuvimos relaciones o nos enrolaos, pero no deja de ser grave ek hecho de que use su poder, que tenga esas dinámicas. Tiene que parar.

Anónima 6: a mí me dijo un día ”voy a ir a verlas actuar y re propongo que después vayamos por una cerveza a mi estudio”. Ah sí un estudio. ¿Eres pintor? Le dije. “No, mi estudio es mi casa, obviamente yo te hago esta propuesta pwero no debería de hacerla éticamente. Si en dado caso no quieres, pues olvídalo”. Sabe muy bien cómo preponer cuando entra al campo, ve cuáles van a ser sus víctimas para hacerlo. Yo estaba en ese momento sola, estaba extrañando a mi ex novio. Él (Alcibíades) me propuso este mundo y para mi fue super extraño. Cuando yo accedí, fue rarísimo como me sentí. Estaba en su casa tomando cerveza, y él que se lanza. En el momento que yo pude decirque nop e irme, hubo una serie de apapachos y ternura.

Sí hay un momento donde estás tan vulnerable. En mi caso no me podrñia justificar porque yo fui muy consciente.me acuerdo que aquella vez pasó que me fui a mi casa llorando. “¿Qué acabo de hacer, por qué lo hice?”, pensaba. Sabe muy bien cómo extraer aquello que a ti te gusta, que tú necesitas en ese momento encontré comunicación y como dije, estaba sola. No hubo porque mi ex novio no estaba, sino porque ya había decidido que necesitaba alejarme de mi familia y de sus amigos. Todo el territorio lo cosechó perfecto, lo supo manejar muy bien. Y fue rarísimo porque después empezó a ser mi maestro y a mi me usaba para saber cómo dirigirse a ciertas compañeras o compañeros.

Ya que fue mi maestro nos vimos muy pocas veces, luego decidí regresar con mi novio. Él se enojaba cuando me proponía vernos y yo no cedía, y entonces me trataba mal en clase, con expresiones y gritos cuando “no le estaba dando lo que me pedía como actriz”. Nos hicimos amigos en algun momento pero él decía cosas que estaban demás. Una vez me dijo “si tú me hubieras hecho caso, yo ya sabía con quien iba a dirigirme, la niña llena de tatuajes”.

Él ya tiene tanta confianza que por eso me estoy atreviendo a decir todo esto porque yo no quiero ser cómplice de él. Yo corté toda relación con él, pero si está cabrón que saben este secreto a voces y no hacen nada. Saben de Aguascalientes, lo que hizo aquí también (CDMX). Obviamente una no sabe muchas cosas hasta que las vive.

Destituye la ESAY a maestro de teatro acusado de acosar a las alumnas

Aquelarre Colectiva ESAY fue el grupo que compartió el documento este 10 de mayo, en donde relataron las situaciones que el docente de nacionalidad cubana les hizo pasar durante sus clases.

“Alcibíades Zaldívar, quien nos desnudó al segundo día de clases. Lo continuó haciendo bajo el pretexto de liberarnos de trabas sociales y psicológicas”, relata una denuncia hecha desde el pasado 9 de abril de 2019 a través de la cuenta de Twitter @MeTooTeatroMX por quien fuera su alumna en el Núcleo de Estudios Teatrales en dicha entidad.

Según la denuncia, desde su ingreso a la Esay, Zaldívar es conocido ante los alumnos por solicitar ejercicios en tono erótico bajo la excusa de que como artistas deben liberarse psicológicamente de las trabas sociales, logrando manipular a quienes forman parte de sus clases.

Además, hay quienes señalan que incluso ha ejercido prácticas de abuso y proposiciones sexuales a alumnas de diferentes generaciones. Pese a ello, señalan que en el gremio hay quienes dicen que sus actividades son transgresoras y lo ven con buenos ojos por ser un “maestro controversial”.

Tras la difusión de las experiencias de abuso vividas por las alumnos las autoridades escolares determinaron destituirlo del cargo.

“La Unidad de Igualdad de Género actuó de manera inmediata y de acuerdo con el Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción de la Violencia de Género, sesionó, valoró y determinó que Alcibíades Zaldívar sea retirado para evitar que se ponga en riesgo la integridad física y psicológica de las alumnas y los alumnos”, comunicó el director de la ESAY

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