Raquel Dzib Cicero | Mujeres Ilustres de Yucatán

Fue una de las primeras mujeres en ocupar un cargo de elección en el estado junto con Elvia Carrillo Puerto y Beatriz Peniche de Ponce

Fue una maestra, política y feminista mexicana.

Raquel Dzib Cicero (Mérida, Yucatán, 25 de marzo de 1882-14 de marzo de 1949) Fue una maestra, política y feminista mexicana. Formó parte del Partido Socialista del Sureste y fue una de las tres primeras mujeres elegidas para formar parte de un cuerpo legislativo en México, en una época en que las mujeres no tenían todavía el derecho al voto. Enseñó durante más de cincuenta años y todavía daba clases al momento de su muerte.

Sus padres fueron Justo Pastor Dzib y Francisca Cicero. A pesar de la pobreza de su familia, Dzib estaba decidida a tener una buena educación; se inscribió en el Instituto Literario de Niñas (ILN), dirigido por Rita Cetina Gutiérrez.  Obtuvo el Titulo de Profesora Normalista, poniendo de manifiesto su clara inteligencia y su amor al estudio. 

Fue maestra en el Instituto Literario de Niñas, impartió las cátedras de Aritmética Razonada; Lengua Nacional y Dibujo Lineal. Directora de varios planteles educacionales en la ciudad de Mérida. Directora de los "Cursos Libres de Comercio". 

Miembro del Partido Socialista del Sureste, en 1923 fue electa diputada local para cubrir los años de 1924 a 1925. 

Fue una de las primeras mujeres en ocupar dicho cargo en el estado junto con Elvia Carrillo Puerto y Beatriz Peniche de Ponce; su labor legislativa fue en favor de la mujer explotada, de las campesinas y en particular de aquellas que tienen que luchar por el diario sustento. 

Tesorera de la Liga de Profesores y como tal, hizo un manejo escrupuloso del dinero, preocupándose por el servicio médico y medicinas que en ese entonces no existían. 

En una magna asamblea fue electa para integrar el Jurado de Honor y Justicia del SNTE. Tomó parte activa en los congresos magisteriales y feministas que se llevaron a cabo en el estado durante el período gubernamental del general Salvador Alvarado; estuvo siempre de parte de la reforma educativa defendiendo el derecho de los maestros y sobre todo el de la mujer. Se destacó en las luchas políticas por sus ideas progresistas. 

Siempre cuidó a su padre, madre y hermanos; no formó una familia que le diera hijos.

El Poder Ejecutivo reconoció su dedicación creando la Medalla “Raquel Dzib Cicero”, presea otorgada a los profesores, como testimonio de 30 años de servicio en el magisterio; asimismo, una Escuela Secundaria Técnica de Umán lleva su nombre, y en 1980 fue instaurado por parte de las autoridades del Estado el reconocimiento de Maestro Distinguido, siendo ella la primera persona a quien le fue conferido.

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