- Es una reforma que pretende reducir la Constitución a un instrumento de opresión, que nos impide defendernos cuando el poder se extralimita: Larissa Acosta
- Esto es particularmente peligroso en un país donde los derechos reconocidos y los derechos ejercidos no siempre coinciden, expuso la legisladora naranja.
Mérida, Yucatán.- Legisladores de Movimiento Ciudadano (MC) en el Congreso local rechazaron la reforma en materia de inimpugnabilidad de las adicciones o reformas de la Constitución Federal
--“Eliminar estos medios de control hacia reformas constitucionales es como dejar de lado las alarmas y las armas que nos permiten defendernos de los abusos de poder”, expuso la diputada, Larissa Acosta Escalante.
Aseveró que al aplicar está reforma a la Constitución, los derechos humanos quedan a voluntad del partido gobernante, sea cual sea su origen e ideología. Que es una reforma que pretende reducir la Constitución a un instrumento de opresión.
--“Nos impide defendernos cuando el poder se extralimita. Esto es particularmente peligroso en un país donde los derechos reconocidos y los derechos ejercidos no siempre coinciden”, agregó.
Refirió que en el caso específico de Yucatán la Ley de Amparo es parte esencial de la historia, ya que Manuel Crescencio Rejón luchó en contra de la esclavitud, propuso la abolición de la pena de muerte y la votación directa de las diputaciones para que el pueblo pudiera elegirlas.
La razón de los amparos y las acciones de inconstitucionalidad es asegurar que ninguna modificación a nuestra Constitución atente contra los derechos establecidos en ella.
--“Movimiento Ciudadano siempre ha estado y estará en contra de las narrativas que atenten contra la garantía de justicia, lo hemos dicho y lo hemos hecho a través de nuestros votos, no solo en lo federal sino también en lo que incurre en lo local”, sentenció
Discurso Dip. Larissa Acosta Escalante 31/10/2024
¿Qué seguridad tendrán los grupos que históricamente han sido vulnerados por el poder y que gracias a medios de control han reivindicado la dignidad que se merece? ¿Qué sentido tiene hablar de derechos humanos si no existe una herramienta que nos permita defenderlos?
Hoy, enfrentamos un punto de inflexión en nuestra historia constitucional.
Mi generación y, también, los grupos intergeneracionales de activistas, estamos en contra de esta reforma, porque son las acciones de inconstitucionalidad las que nos han permitido avanzar hacia
- la despenalización del aborto
- hacia el matrimonio igualitario
- y han logrado, también, frenar abusos y ocurrencias como el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que ponía en riesgo la privacidad de cada ciudadano.
Las acciones de inconstitucionalidad han salvaguardado desde el derecho al voto libre y la equidad electoral hasta permitir dar pasos firmes en nuestro país para hacer posible la adopción por parejas del mismo sexo.
Eliminar estos medios de control hacia reformas constitucionales es como dejar de lado las alarmas y las armas que nos permiten defendernos de las visiones de ultraderecha y de los abusos de poder.
En este sentido, los derechos humanos quedan a voluntad del partido gobernante, y no se confundan, NO hablo del gobierno en turno, hablo del poder que le están otorgando a cualquier partido que llegue, ojo a cualquier partido que llegue, incluso si sus principios son abolir derechos humanos.
Hablamos de una reforma que pretende reducir la Constitución a un instrumento de opresión, que nos impide defendernos cuando el poder se extralimita. Y esto es particularmente peligroso en un país donde los derechos reconocidos y los derechos ejercidos no siempre coinciden.
Los amparos y las acciones de inconstitucionalidad existen para asegurar que ninguna modificación a nuestra Constitución atente contra los derechos establecidos en ella. Al eliminar esta posibilidad, no solo estamos asfixiando el derecho de las minorías y las oposiciones a defenderse, sino también impidiendo que nadie pueda levantar la voz en contra de cualquier tipo de reforma constitucional.
En Yucatán llevamos el amparo en nuestra historia; Manuel Crescencio Rejón lucho en contra de la esclavitud, propuso la abolición de la pena de muerte y propuso la votación directa de las diputaciones para que el pueblo pudiera elegirlas.
Era un ciudadano progresista que entendía que hay que tener contrapesos al poder. El amparo, nació en esta tierra como respuesta al abuso, como herramienta para que cada individuo sepa que el poder tiene límites.
Movimiento Ciudadano siempre ha estado y estará en contra de las narrativas que atenten contra la garantía de justicia, lo hemos dicho y lo hemos hecho a través de nuestros votos, no solo en lo federal sino también en lo que incurre en lo local.
Antes de la reforma judicial federal, en Yucatán, en la legislatura pasada Movimiento Ciudadano fue el único partido que votó en contra del incremento e imposición de magistrados. ¿Por qué? Porque se trata de ser congruentes. No estamos aquí para defender intereses de poder, sino para defender la justicia como un derecho humano.
Hoy no podemos y no debemos votar a favor de una reforma que elimina este legado. La bancada naranja dice NO a la supremacía de un poder sin control, y SÍ a la supremacía de los derechos y la justicia.
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