- Uno de los padecimientos más invisibilizados en el ámbito laboral del servicio público es el síndrome de desgaste profesional, conocido como burnout
Mérida, Yucatán.- Al recalcar que una administración pública sana también se mide en el bienestar integral de sus funcionarios, el diputado priista Gaspar Quintal Parra, presentó una iniciativa que plantea permisos y licencias por afectaciones a la salud mental de los burócratas como un derecho laboral.
El objetivo es eliminar la histórica discriminación entre enfermedades físicas y mentales, así como reconocer la complejidad de los riesgos psicosociales que enfrentan las personas servidoras públicas.
Explicó que durante décadas, la salud mental ha sido minimizada e incluso ignorada en el diseño de políticas públicas y en la normatividad laboral, pues se asumió, de manera errónea, que las enfermedades físicas eran las únicas relevantes, dejando en la invisibilidad los padecimientos emocionales y psicológicos que, con la misma gravedad, deterioran la calidad de vida de las personas y limitan su capacidad de servir con plenitud.
---“Hoy sabemos, con toda claridad que no hay salud plena sin salud mental. Y en el ámbito laboral, garantizarla es indispensable”, indicó.
Como ejemplo, dijo que uno de los padecimientos más invisibilizados en el ámbito laboral del servicio público es el síndrome de desgaste profesional, conocido como burnout, el cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido como un fenómeno ocupacional caracterizado por el agotamiento físico y emocional, la despersonalización y la disminución en la productividad.
---“Pero es importante reconocer algo más profundo: no todos los problemas de salud mental de una persona trabajadora tienen origen en el trabajo. Muchas veces, son las circunstancias personales, familiares o sociales como una pérdida, una crisis emocional, una separación, un diagnóstico complicado o incluso situaciones de violencia las que provocan un desgaste emocional severo”, abundó.
En ese sentido, recalcó que a pesar de estas situaciones, las y los trabajadores deben acudir a sus centros laborales, enfrentando sus funciones con el corazón roto, con la mente nublada o con una ansiedad que no se ve, pero que consume. “Eso también es parte de la realidad que debemos atender. Humanizar el trabajo también significa acompañar a quienes atraviesan momentos críticos”, señaló.
Subrayó que los detonantes de estas problemáticas son diversos: la sobrecarga laboral, la doble y triple jornada que enfrentan mayoritariamente las mujeres, así como situaciones de violencia, discriminación, hostigamiento, acoso y la presión que conlleva la atención cotidiana a la ciudadanía.
Por tal razón, su iniciativa establece reconocer en la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado y de los Municipios de Yucatán los permisos y licencias por afectaciones a la salud mental como un derecho laboral. De esta manera, no sólo se garantizan condiciones de trabajo dignas, sino que también se traducen en beneficios colectivos: un servicio público fortalecido, sensible y empático, capaz de brindar una mejor atención a la ciudadanía y de ejercer de manera más eficiente los recursos del Estado.
---“La realidad es innegable: Yucatán enfrenta una grave crisis en materia de salud mental que nos coloca como uno de los estados con la mayor tasa de suicidios en el país. No podemos permanecer indiferentes”, declaró.
En su intervención, Gaspar Quintal subrayó que el objetivo de esta reforma del PRI es humanizar el derecho laboral en Yucatán, colocar a la persona trabajadora en el centro de las políticas públicas y construir instituciones públicas saludables y responsables.
---“Esta propuesta se basa en la dignidad de quienes todos los días sostienen con su trabajo la función pública en nuestro Estado. Merecen nuestro reconocimiento, pero sobre todo garantías laborales y apoyo cuando más lo necesitan”, finalizó.
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