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| Foto UNESCO/Cynthia Santoyo | 
- Las bordadoras han identificado en la profesionalización, un
recurso para fortalecer la transmisión de su patrimonio
Mérida, Yucatán.- En Yucatán, México mujeres que crecieron entre abuelas y madres bordadoras hoy se reconocen como maestras artesanas, forman a otras más y sostienen un proceso pedagógico comunitario para transformar las condiciones sociales y económicas de los creadores y creadoras del arte tradicional que son, a su vez, portadores de manifestaciones del patrimonio vivo.
Las bordadoras han identificado en la profesionalización, un recurso para fortalecer la transmisión de su patrimonio y, para aquellas que han decidido comercializarlo, mejorar sus ingresos. Por lo que las bordaras Malena Cocom, de Abalá; Cándida Jiménez, “Candi”, de Maní; Dalila Casanova, de Muna; Imelda Cocom de Tekax; y Olivia Domínguez, “Zelmy”, de Tekit, se formaron como instructoras.
---“La formación formal puede añadir innovaciones sin perder la esencia del bordado”; Candi
La formación de instructoras fue posible por el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Yucatán (ICATEY) y es parte de un proyecto de la UNESCO que cuenta con el auspicio de la Fundación Banorte y que se implementa junto con el Gobierno de Yucatán, a través de su Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta).
Un legado renovado
A pesar de ser una herencia comunitaria, las bordadoras consideran que la profesionalización y el reconocimiento de su trabajo como uno especializado es una oportunidad. Imelda plantea que los talleres de bordado regresen a las escuelas de educación básica y, Candi, que incluso se diseñe y se ofrezca una carrera profesional como cualquier programa de pregrado de educación superior.
---“Debe tenerse una estructura para que se pueda enseñar y entender qué es el bordado; y no sólo el bordado, sino de dónde viene y quienes lo iniciaron”: Zelmy
Para avanzar a esas metas, incluidas en el Plan de Salvaguardia del Bordado Maya Yucateco construido colectivamente con más de 350 bordadoras de 12 municipios, las bordadoras no sólo se formaron como instructoras, sino que también construyeron un Manual de Formación y Fortalecimiento de Capacidades de Artesanas, junto con la UNESCO
El Manual, presentado con Sedeculta en la edición Yucatán del Encuentro Nacional de Arte Textil Mexicano, Original 2025, incluye videos y materiales para sus compañeras y es una herramienta para que el Icatey siga acompañando capacitaciones para la formalización de la transmisión del bordado maya yucateco como patrimonio vivo a través de certificaciones.
Junto con la incorporación de formación financiera y para planes de negocio en los contenidos de enseñanza, se busca mejorar los ingresos para quienes realizan estos trabajos artesanales, a la vez de proteger su patrimonio cultural inmaterial de riesgos. Por ejemplo, la puntada de x'molmis que era común en hipiles con figuras geométricas en las orillas junto con el xmanikté, en vez de los encajes que ahora se utilizan, explicó Dalila.
Imelda cuenta cómo los conocimientos que han compartido la acompañan, al recordar un suceso con una clienta: “¡Quedó sorprendida! Me preguntó si la prenda no era industrializada y yo se la mostré. Cambió la perspectiva que ella tenía. Tuve el coraje de decirle realmente lo que valía mi prenda”.
Al momento, 50 bordadoras han participado en cursos impartidos por el grupo de artesanas instructoras y el cambio es real: “están más conscientes. Antes venían con sus blusas sublimadas y ahorita están más conscientes de que el bordado es un legado, no sólo algo que se sientan a bordar”, comenta Zelmy sobre las nuevas participantes, incluidas niñas y niños.
Por su parte, Candi comparte un determinante mensaje a los artesanos y artesanas de cualquier gremio para seguir movilizando a México por ingresos justos y un reconocimiento social digno: “valoren su trabajo todos los artesanos. Los pocos o los muchos que sigan manteniéndose: no decaigan. A veces por fuerte que sea la sequía, como dice mi abuelito, hay que echarle ganas, mantenernos firmes y no dejar de hacer lo que esas manos hacen con el corazón”.
 
 
 
 
 
 
 
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