- Regidores del PRI señalan que a dos años de administración no se ha regulado la pepena, que es ilegal y permitida por el alcalde Renán Barrera Concha.
Mérida, Yucatán.- El consentimiento de esta administración
municipal panista a la práctica ilegal de la pepena, originada por la nula
aplicación del reglamento municipal, pone en riesgo la operación de la nueva
planta de separación de residuos sólidos, señalaron los regidores priistas
Enrique Alfaro Manzanilla y Rubén Segura Pérez.
Revelaron que sorprendieron en el Anillo Periférico a un
camión de la empresa "Pamplona", número económico 10 y placas
YP-67-980, con destino a la planta de separación recién inaugurada, con bolsas
negras apiladas en el techo de la unidad con material pet; plástico y latas ya
separadas, y el resto de los residuos en el compartimiento general.
Señalaron que preguntaron a los empleados de la recolectora
sobre el contenido de las bolsas y éstos dijeron que era material pet, plástico
y latas, que las separan durante el trayecto al relleno sanitario y que venden
a un mejor precio antes de llegar a la planta y con el consentimiento de su
jefe directo, que dijeron se llama José Rivero de la empresa Pamplona".
Expresaron que esto demuestra que no se aplica el artículo
12 del Reglamento de Limpia y Manejo de Residuos Sólidos No Peligrosos del Municipio
de Mérida, que prohíbe los actos de pepena, contrario a la palabra del alcalde.
Mencionaron que desconocen si la empresa "Tratamientos
y Reciclados del Sureste" tenga conocimiento que el Ayuntamiento de Mérida
consiente estas prácticas ilegales y que van en contra de la misma operación de
la planta. Esto no es darle certeza jurídica a los inversionistas", aseguraron.
La planta es necesaria para el proceso final de los residuos
y el adecuado manejo del medio ambiente, sin embargo si se continua
consintiendo la pepena por parte del ayuntamiento, la planta está condenada al
fracaso, aseveraron.
Señalaron que el alcalde Renán Barrera Concha tuvo dos años
para aplicar los reglamentos municipales e impedir la práctica de la pepena
llevada a cabo por los empleados de las tres concesionarias de recolección de
residuos sólidos (Pamplona, Sana y Corbase) y la paramunicipal Servilimpia, y
no solo no erradicó el problema, sino incluso lo consintió ".
La pepena es una actividad que condena al fracaso a la
recién inaugurada planta de separación de residuos sólidos. El consentimiento
de este Ayuntamiento a esta práctica ilegal deja a la vista una vez más que
esta administración municipal panista no aplica los reglamentos municipales, en
este caso, el reglamento de limpia y manejo de residuos sólidos no peligrosos
del municipio de Mérida, que prohíbe la pepena.
Expresaron que el discurso del alcalde Barrera Concha de que
Mérida es una ciudad con alto índice de competitividad por la certeza jurídica
que ofrece a los inversionistas, está muy lejos de la realidad.